Aproximadamente un año después de la pedida hoy se celebraría la boda Nathmon.
Simón no dejaba de dar vueltas por la sala mientras se despeinaba ya que no dejaba de tocarse la cabeza.
-Ya estese quieto y deje de despeinarse. - Pidió Martín apartando las manos de su hermano de su propio cabello y volviéndolo a peinar sin que pareciera un gallo.
-Pero y si le pasa lago, o decide que esto no es lo que quiere, y si... - Empezó a teorizar Simón -. Nath no va arrepentirse ni pasará nada - Aseguró Martín recolocando la corbata del de gafas.
Entonces ambos Juan Pablo entraron a la sala ya vestidos elegantemente.
-Nosotros le cuidamos, puede ir a cambiarse. - Le aseguró Isaza y Martín asintió saliendo de la sala.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Simón casi sale corriendo hacia dónde Nath entraba con su precioso vestido y velo casi transparente cubriendo su rostro, pero logró controlarse por lo menos hasta que llegó al altar dónde la abrazó y ella le correspondió.
La ceremonia dio comienzo y fue de lo más tranquila, sin ninguna interrupción y llegó el momento del intercambio de votos.
-Nathalia Campos Trigos, te amo y me alegro que me aceptaras en tu vida. Quiero hacerte feliz para toda la vida, quiero estar ahí en tus tristezas y alegrías, cuando te encuentres mal o te sientas bien. Prometo amarte, serte fiel, apoyarte y respetarte en cualquier situación. - Dijo Simón mirando con ternura a Nath la cual se limpiaba una lágrima que se le había escapado y luego colocó el anillo en el dedo corazón.
-Simón Vargas Morales, te amo, te amo y te amo, incluso desde la primera vez que te vi. Prometo hacer todo lo posible y lo imposible para que esté contento, voy a estar ahí cuando me necesites para apoyarte en cualquier locura, hacerte reír cuando estés abatido y limpiaré con paciencia las lágrimas de cuándo estés triste, voy a amarte, serte fiel y respetarte. - Aseguró Nath sin dejar de mirar a Simón y también le puso el anillo en el dedo corazón.
-Si alguien está en contra de esta boda que lo diga ahora o calle para siempre. - Dijo el sacerdote y nadie dijo nada.
-Entonces yo os declaro marido y mujer. - Afirmó el sacerdote, Simón apartó el velo de Nath y ambos se besaron.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
