『 Cαpίтυlo 25』

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“Disfrutando la ausencia del señor Jeon”

Jimin estaba sentado bajo el agua fría de la regadera, tratando de liberar su ansiedad y necesidad. Pues, al no tener sexo su miembro estaba erecto, ni siquiera podía liberarse. Y no estaba dispuesto de volver a llamar a la chica.

Avergonzado, y enojado con él mismo. Tomó entre su mano su propio miembro, bajando y subiendo lentamente, ayudándose con los recuerdos que tuvo con Jungkook. Tratando de capturar una imagen de Jungkook sobre su miembro, saltando una y otra vez, haciendo gestos únicos y provocativos.

Alterando las sensaciones de Jimin. Deslizando más y más rápido conforme Jungkook se movía y hacía movimientos circulares sobre él. Jimin llegó al límite, saliendo el semen de su pene, manchando las paredes del baño y llegar a un bendito jadeo. Respirando agitadamente, comenzó a lavarse el cuerpo pero con agua caliente.

Llevándose una mano al rostro, tratando de entrar a la realidad de lo que había sucedido, pues acababa de masturbarse pensando en Jungkook. Algo que, nadie en su jodida vida había sido el causante.

—Joder...
Miró a la pared del baño, sonriendo con un rostro macabro,  relamiéndose los labios —Mañana verás Jungkook.

🍃🍁❤

—Buenos días, Yeoul~
Jungkook respondió la llamada, huntándose crema en todo el cuerpo.

—Buenos días, Kookie —
Jimin continuó, colocándose un suéter de color marrón. Ya casi listo para salir de su casa.
—¿Cómo te la pasaste ayer? ¿A qué hora llegaste? —
Su voz se escuchó fría pero dulce, y eso amaba Jungkook.

Éste sólo sonrió mientras negaba con la cabeza.

—Tranquilo, llegué a las nueve a mi casa, y me la pasé muy bien. Estuvimos riendo y riendo, tenía mucho que no me divertía de esa forma.

Jimin con su cara seria, seguido de morderse el labio y mirar al techo.

—Qué bueno que te divertiste.

—Yeoul... —Jungkook rodó los ojos con una sonrisa, enternecido por escucharlo tan celoso. —Somos sólo, a-mi-gos.

—Entiendo bien el español, no tienes porqué deletrearme como un niño pequeño.

—Pues entonces no te enojes.

—No lo estoy —Mintió con una mano elevadaa su cabello para poder acomodárselo. —Por cierto —Cambió de tema —Saliendo de la escuela, ¿Quieres venir a mi casa?

Jungkook quedó en su mismo lugar, sonriendo emocionado mientras daba pequeños saltos.

—¿En tu casa? ¿Estás seguro?

Jimin abrió los ojos volviendo de su mundo de los celos, a punto de decirle que no. Pero no podía rechazarlo. Y es que, lo había invitado sin si quiera percatarse de su casa, en donde había armas y municiones por doquier.

—Claro, después de clases nos vamos a mi casa.

Jungkook se mordió el labio inferior, sonriendo al grado de mostrar sus dientes con una alegría inmensa.

—De acuerdo, te vas con cuidado.

—Pero sólo tú, si invitas al idiota de tu ex novio lo envío al infierno junto contigo.—

Jungkook carcajeó, negando con la cabeza para terminar la llamada, guardando su teléfono en la mochila y salir de la habitación.

—¡Nana! ¡Ya me voy! —
Jungkook gritó por el pasillo, encontrándose con ella al final de éste, recibiéndola con una sonrisa.

EL SICARIO¹〖JIKOOK〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora