『 Cαpίтυlo 30』

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"Dicen que para ser feliz, cuesta mucho sufrimiento"

Las manos de Jungkook estaban entrelazadas entre sí, con la mirada hacia la ventana, sus piernas las tenía cruzadas y su garganta seguía seca.

Jimin lo llevaba de nuevo a su inmensa mansión, preparado a lo que le dijera su nana, quien básicamente era la que estaba encargada de él.

-¿Seguro que tu padre saldrá dentro de dos semanas?- Jimin le volvió a preguntar, ambas manos sobre el volante y con la mirada al frente.

-Muy seguro -Afirmó -No pueden darlo de alta tan rápido, las heridas que le hicieron... o bueno, las heridas que le hiciste fueron profundas. No puede salir al exterior con aquellas heridas.

-De acuerdo, mientras trataré de hacer algo, ya te lo dije, dame dos semanas y... -Bajó una mano del volante para tomar la mano de Jungkook, apretándola deseosamente para sonreír aún con la mirada al frente -Y nos iremos Muy lejos.

Jungkook sonrió felizmente, tomando de sus mano para apretarlas de igual manera, suspirando pesadamente para asentir con la cabeza.

-Gracias Yeoul.

-Jungkook... soy Jimin -Corrigió con una sonrisa, negando con la cabeza mientras su novio reía apenado.

-Perdón, aún es raro para mí -Jungkook rió con ambas manos cubriendo sus labios, ruborizado de la cara mientras nuevamente miraba hacia la ventana.

-Hemos llegado -Dijo Jimin, recargando la cabeza sobre el asiento del auto, apagando el carro y mirar a Jungkook -Por favor, marcame en cuanto llegues, me marcas y lo vuelves a apagar para que el jodido de Yoongi no te marque. Lo que menos quiero es que tenga comunicación contigo.

-Aun así, entiende Jimin... -Jungkook rodó los ojos, acercándose a Jimin para jalarlo del cuello de la playera hacia él -Yoongi ya no me importa, desde que comencé a tener sentimientos por ti.

Jimin le sonrió de lado, relamiéndose los labios mientras miraba su bien definida boca, aquellos rosados y suaves labios le exigían besos. Cosa que, estrelló sus labios con los suyos, lamiendo su labio inferior y hundir su lengua en lo interior de su boca, moviendo sus labios entre sí.

Jungkook enredó sus brazos en el cuello del pelirubio, jalándolo hacia sí para sentir la presión de sus labios, Jimin también se enredó en su cintura, subiendo de poco a poco a su rojiza cabellera, enredando sus dedos en el sedoso y suave cabello, sintiendo una deliciosa sensación de sentir a Jungkook tan de él.

-Te quiero mucho, Jimin -Jungkook se separó por un segundo, mirándolo fijamente alos ojos para besarle su clavículas y separarse finalmente de él -Te marcaré en un rato.

-Cuídate Kook, también te quiero -Admitió con una sonrisa, relamiéndose sus labios y suspirar entristecido al ver que Jungkook se bajaba de su auto, dirigiéndose a la enorme mansión.

De nuevo se estaban separando, de nuevo la soledad acompañaba a Jimin, pero sabía que sólo sería temporal, porque Jimin estaba dispuesto a hacer hasta lo imposible para llevarse a Jungkook.

¿Quién perdonaría lo de Jimin?

Efectivamente nadie, y el pelirubio sabía que Jungkook era la persona indicada para su vida, después de todo, muy dentro de él aceptaba que amaba a Jungkook.

💞🍃

Jungkook entró en la mansión, dándoles una sonrisa a los guaruras.

EL SICARIO¹〖JIKOOK〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora