EL SICARIO¹〖JIKOOK〗

『 Cαpίтυlo 17』

‘‘Lluvia de emociones’’

La brizna de la mañana caía sobre los vidrios del auto, algo que Jungkook admiraba desde su lugar, con el rostro perdido y serio. Aún traumatizado por las perversas manos de su padre.

Jimin lo notó, no sabía qué decir luego de verlo así. Ya que, un trauma así no podía ser borrado tan fácilmente. Mientras  que, atrás se encontraba Lisa, Hoseok y Jin. Hablando de un tema en específico, algo que Jungkook y Jimin ignoraban por completo.

—Oye Jungkook… —Jimin cortó el silencio sin dejar de mirar al frente.

—¿Sí, Yeoul? —respondió sin dejar de mirar los vidrios húmedos.

—¿Trajiste lo necesario para el viaje? —
preguntó, sintiéndose estúpido por preguntar algo tan ridículo.

—Sí, ¿y tú?

—Sí, también.

—… que bueno…

—Venga Jungkook, quita esa cara. Venimos a divertirnos ¿no?

Jungkook asintió con la cabeza, cruzándose de brazos y acurrucarse en la ventana de su lado,relamiendo sus labios y cerrando lentamente sus ojos. A Jimin le partió el alma verlo así, tan encerrado y aislado.

—Oye Jungkook…

—¿Mmm? —aún con los ojos cerrados, respondió.

—En la noche nos escapamos y salimos a algún lado. ¿te agrada la idea?

Jungkook abrió rápidamente los ojos, enfocando la mirada con el pelirubio, sorprendido.

—¿Cómo dices? —frunció el ceño, sonriendo ligeramente de lado.

—Que esta noche. Sólo tú y yo, vayamos a dar una vuelta por el bosque. —repitió con el orgullo tan jodidamente por los suelos, aunque, valdría la pena, quería salir con él por otras intenciones, y en su cajuela estaban las herramientas correctas.

Le rogaba al cielo que por fin hoy fuera el día de asesinar a Jungkook. Había veces donde Jimin no se entendía, anhela matar a Jungkook para por fin terminar su misión, pero, ahora. Le incomodaba la idea sólo de pensarlo.

—Me gustaría… —sonrió con el rostro seco, y las mejillas ligeramente sonrojadas.
—sí quiero.

—Perfecto… —giró su rostro para enfocar la mirada con el pelirubio, y apretar la mejilla deéste, sonriéndole ligeramente —pero ya no estés triste. Tu padre no está aquí.

Jungkook se sonrojó por completo, relamiendo los labios y desviar la mirada nuevamente.

—Está bien Yeoul…

—Oigan ustedes dos… —Hoseok se asomó entre ellos, con una sonrisa atrevida y dudosa—dejen de andar de empalagosos con nosotros presentes.

—Tu presencia es la que menos me importa —
contestó Jimin, sin dejar de mirar al frente.

Todos los presentes no pudieron evitarse la risa luego del comentario del pelirubio, Hoseok ya estaba acostumbrado a que éste se burlara o lo ofendiera tan cruelmente. Al contrario, también le causaba risa.

—Te odio Yeoul… —bufó con el rostro fingidamente molesto.

—Lo sé.

—Pero también te quiero amigo… —apretó el hombro del pelirubio, en una sonrisa sincera y agradable, trasmitiéndole sinceridad y tranquilidad.