"Olvídate de todo esta noche"
New York, Estados Unidos.
E
l hombre aventó sobre su escritorio montones de periódicos, sentándose de golpe sobre su grande sillón, frustrado y desesperado.
—¡¿Cómo es posible que no puedan conseguirme un jodido número?! —
Gruñó el hombre, mirando la grande ventana de su oficina.
Seguido de escuchar la puerta tocar.
—Adelante, pase quien sea que es.
Un hombre de traje negro entró a la oficina, inclinado la cabeza luego de ver a su jefe.
—Buenas tardes, le traigo una noticia súper buena.—
El joven lo miró con los ojos resaltados. Levantándose de la silla, apoyando las palmasde sus manos sobre el escritorio.
—Dime, mi querido Baekhyun.
—Joven Agust-D, después de tanto, por fin he conseguido el número del joven Jeon jungkook.
El hombro sonrió hasta mostrar sus encías, dirigiéndose a el joven para tomar el papel que llevaba en mano.
—Perfecto, puedes irte.
—Con permiso joven Yoongi.
.・。.・゜✭・.・゜゜
Jimin tenía entre sus brazos el cuerpo de Jungkook, aún sin despegar sus labios de él. Subiendo por las escaleras, ambos necesitados de sus cuerpos, implorando que el tiempo se hiciera más lento para aprovechar cada minuto dado.
—Te deseo... —
Jimin besó su cuello, sosteniendo bien de sus piernas para abrir la puerta de la habitación. Bajando a Jungkook por fin.
—Yo también te deseo —Admitió Jungkook, pasándose la mano por su cabello para quitarse mechones de pelo que cubrían su frente, para nuevamente enrollarse en el cuello de Jimin, besando sus labios, sintiendo las manos de su pareja sobre su espalda.
No desperdiciaron más el tiempo, Jimin lo dirigió a la cama, sentándolo en ella para comenzar a quitarle la estorbosa sudadera.
—Yeoul... —Jungkook le llamó en cuanto éste le retiró la prenda, mirándolo con ternura a los ojos —Tienes un cuerpo Celestial, y eres tan Sexy.
Jungkook aventó al suelo la sudadera, sonriéndole con las mejillas ligeramente ruborizadas.
—Tú también eres sexy y realmente precioso.
Lo halagó con una voz dulce y sumisa, quitándole por fin su playera, quedando ambos en puro pantalón. En la mente de Jungkook no había nada más que Jimin. Lo deseaba y era lo único que importaba en el momento.
Comenzó a quitarse la hebilla de su pantalón, besándolo nuevamente para cortar el sonido, y Jungkook hacía lo mismo, aún nervioso por lo que haría. Por primera vez en tantos años, Jungkook disfrutaría de esto.
El pelirubio agarró a su pareja de las piernas para acostarlo completamente sobre la cama. Ambos cuerpos desnudos, observándose y deseándose, en cada mirada y en cada pensamiento.
Jimin se recostó sobre Jungkook para besarlo nuevamente, e incluso, los labios de éste estaban tan rojos como una manzana, tan tentadora, apoderándose más y más de su pareja.
Ambos miembros se rozaban para sentir más el tacto, Jimin comenzó con una danza de vaivenes sobre él, provocándole los gestos de excitación a Jungkook. Enterrando las uñas sobre su espalda, con deseos de que no parase por nada del mundo.
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EL SICARIO¹〖JIKOOK〗
AcciónLa misión era como cualquier otra; fácil, sencilla, común, nada fuera de lo que día a día hacía. Quién diría que Jungkook, el heredo de la familia Jeon, fuese un caso imposible. Y no precisamente por ser un chico peligroso, sino al contrario, por...
