『 Cαpίтυlo 23』

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“Una pequeña paliza”

Las clases reanudaron por fin.

Jimin anhelaba ver a los chicos, comenzaba a sentir esa pequeña chispa de felicidad. Porque se le podía llamar felicidad  a la necesidad de querer ver a Jungkook.

Se colocó un pantalón negro de mezclilla más sus botines del mismo color, acompañado de una playera negra y una sudadera gris. Jimin con lo que se colocara era guapo y atractivo, y eso no podía negarlo, aunque, tenía que checar algunas cuestiones sobre su vida.

En su mente aún seguía el pensamiento de matar a Jungkook, porque, él era su misión, y no podía negarse a una misión de ese rango y ya pagada.

🍃🌙

Llegó por fin  a la lujosa universidad, estacionando su auto para por fin entrar en el lugar, llevándose miradas de absolutamente todas las personas. Esperó en la entrada, Jungkook aún no llegaba, y quería esperarlo. Hasta que la limusina por fin llegó.

Jungkook bajó de ella, con el rostro serio y la mirada perdida, un cubre bocas blanco cubría la mitad de su rostro. Despidiéndose del chofer para acercarse a la escuela. En la limusina sólo estaba el chofer, nadie estaba adentro, esperó a que se fuera para por fin acercarse a Jungkook.

—¡Hey! ¡kook! —Jimin le habló, ganándose la mirada de Jungkook.

Pero éste, caminó más rápido hacia la entrada, ignorándolo. Pero qué bueno que Jimin era aferrado. Corrió hacia él, tomándolo del brazo para obligarlo a mirarle.

—¡Hey! ¿Jungkook?

—Yeoul, suéltame —agachó la mirada, relamiendo sus labios y aferrarse a irse —Tengo que entrar…

—Tranquilo, la limus…

—¡Me verá el chofer si sigo contigo!¡Suéltame!

—¡La limusina ya se fue! —Jimin alzó la voz, calmando el cuerpo de Jungkook.

—Tranquilo,ven, vamos a otro lugar.

—Pero la escuela.

—No importa, vamos
tomó de su mano, guiándolo al estacionamiento para entrar en el auto, Jimin tenía un mal presentimiento de todo esto, y anhelaba con todo su ser que fuera sólo una suposición. Ya arriba del auto, Jungkook por fin habló.

—Perdón por comportarme así, pero temía a que me viera el chofer.

—Mírame —tomó el mentón de Jungkook, pero éste se negó.

—¡No! No me mires…

Y Jimin hirvió en coraje.

—¿Te hizo algo tu padre?

—…

—Déjame verte… —suspiró pesadamente, volviendo a hablar —Déjame verte… bebe.

Jungkook no lo miró, pero su corazón revoloteó de felicidad, levantando la mirada para quitarse el cubre bocas y el gorro de la sudadera. Jungkook estaba destrozado. Su labio estaba partido de ambos lados, un poco arriba de su mejilla estaba ligeramente morado y qué decir de sus cejas. Estaban destrozadas y abiertas.

—Dime quién te hizo esto.

—Lo sabes.

—Tu padre, ¿Verdad?

—Sí… —agachó la mirada, relamiéndose los labios y hacer una pequeña cara de dolor al sentir arder de ellos —Pero ya, tranquilo, el error lo tuve yo.

EL SICARIO¹〖JIKOOK〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora