“Somos dos personas que comparten el mismo pasado, y que ahora congenian con los mismos sentimientos.
Finalmente haciéndose uno mismo”.La culpa y el dolor aún tocaba en la mente de Jimin.
Jungkook siendo un alma tan generosa y comprensiva lo había perdonado a pesar de aquel intento de muerte.
Jimin sabía que el pelirrojo lo sabía todo, y aún así, su alma le exigió casi a gritos a quedarse finalmente con él. Porque, aunque quisiese negarlo, estaba enamorado por primera vez de alguien, y aquella felicidad no la dejaría perder.
Jimin y Jungkook estaban finamente de pie, ambos con batas cubriéndose sus desnudos cuerpos.
Aún se sentía estúpido de tener a Jungkook consigo luego de lo que trató de hacer. Su ser le decía que no se merecía a Jungkook, que su acto era imperdonable, pero su ser también decía que si no lo hubiese hecho, definitivamente hubiera muerto por dentro.
—Jungkook, vístete para que podamos hablar —
Jimin le pidió tomándolo de las manos, besando de ellas para finalmente soltarlo.—Sí... —Asintió con una leve sonrisa, girándose en su mismo lugar hasta que llegó a su mente algo — ¡Espera! —Abrió los ojos como platos, corriendo en dirección a la cama, buscando desesperado su teléfono.
—¿Qué pasa? —Jimin arqueó una ceja mientras se dirigía a su closet, buscando algo qué ponerse.
—¡Alguien me había marcado! —La voz de Jungkook era desesperada y entre cortada, casi quedándose sin voz al sentir su corazón later de manera rápida —Y fue... —Encontró el teléfono, viendo como un desesperado la pantalla de éste, la llamada había terminado apenas cinco minutos anteriores, gran parte tenía que haber escuchado.
—¿Quién fue? ¿Tu padre? —Jimin apretó de las puerta del closet, mirando a Jungkook sobre sus hombros.
—¿Recuerdas a Yoongi? —
Jungkook tragó grueso mientras lo decía, notándose inseguro de hablar.Y cómo no recordarlo, Yoongi era su punto exacto, sólo que Jungkook no lo sabía. El coraje invadió por toda la sangre de Jimin, hirviéndolo de una sed de acabarlo.
Caminó en pasos largos y fuertes rumbo a Jungkook, tomando el teléfono del pelirrojo y jalar con brusquedad de la tapa, quitando la pila y tomarla entre sus manos en puños, el rostro de Jungkook era temible, además de estar frustrado por básicamente todo, Jimin sabía que Yoongi teniendo el teléfono de Jungkook las cosas se volverían más difíciles.
—¿Por qué haces eso? —Jungkook frunció el ceño luego de ver el acto del pelinegro —No haré nada, no diré na...
—Escucha —Aventó la mencionada pila al suelo, tomando a Jimin de los hombros y sentarse junto con él en la cama
—Te diré todo.
—P-pero mi pila... nana me hablará y...
—¡Jungkook! —Jimin lo sangoloteó un poco, callándolo nuevamente para hablar —Hay un hombre llamado Kim Namjoon, ya te lo había mencionado antes, él es líder de una organización muy grande de drogas y armas ilegales, y ése hombre, fue líder de Yoongi, sólo que éste traicionó a Namjoon, es por esoque para que no lo asesinaran huyó a los Estados Unidos, pero Namjoon temía a que Yoongi te dijera y tú le dijeras al jodido de tu padre. Es por eso que... Namjoon me mandó aque me deshiciera de ti para que Yoongi no pudiese delatarlo.
—O sea que... ¿Tú ya sabías de mi relación con Yoongi? —Jungkook arqueó una ceja, incrédulo de las palabras que decía su pareja.
—Sí... lo sabía todo, e incluso, hubo un día en donde te enviaron el número de Yoongi por correo, pero logré evitarlo... ¡Mira, Jungkook! Hubieron tantas fingidas, lo sé, pero lo que ahora te digo es con toda sinceridad, aunque siempre hubieron oportunidades para matarte nunca lo hice porque mi corazón me rogaba que no.
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EL SICARIO¹〖JIKOOK〗
AçãoLa misión era como cualquier otra; fácil, sencilla, común, nada fuera de lo que día a día hacía. Quién diría que Jungkook, el heredo de la familia Jeon, fuese un caso imposible. Y no precisamente por ser un chico peligroso, sino al contrario, por...