Aviso:
Nos queda poco de la historia para que termine.💞💞
Yongi rompía la ropa de Jungkook como un maldito sediento.
Besando de sus pezones hasta llegar a una parte baja de su torso. Quitando con desespero la hebilla del cinturón que Jungkook poseía.
Subió nuevamente hasta su rostro para besar sus labios, lamiendo su labio y morderlo hasta sentir el dulce sabor metálico de su sangre.
—Sigues sabiendo como hace meses, mi amor... —
Mumuró Yoongi, guiando sus propias manos a la hebilla de su propio pantalón para comenzar a quitar de él.Su único deseo desde que se fue a Estados Unidos había sido tocar a Jungkook. Siempre fue su deseo, siempre soñaba con él, tenerlo con él, quedar adentro de él. Siempre fue deseo carnal, no de amor. No terminó de quitarse su pantalón. Querer tenerlos labios de Jungkook le gritó más.
Volvió a besarlo, metiendo su lengua como un maldito enfermo en busca de alguna cura. Jungkook no reaccionaba, estaba claramente inconsciente, no podía sentir absolutamente nada de lo que estaba ocurriendo.
Nuevamente bajó hasta su cadera, bajando completamente el pantalón de Jungkook, viéndose su miembro que de inmediato provocó que su propia polla palpitara y pidiera por más, necesitaba a Jungkook, lo necesitaba y lo follaría en este mismo instante.
Cuando estuvo a punto de desprender de su pantalón, la puerta de la casa fue abierta de un sólo golpe. Jimin miró a ambos en el suelo, su mirada se llenaba de furia y sus venas resaltaban de su cara y de sus brazos.
—¡¡MALDITO HIJO DE PERRA, SUÉLTALO!!
La tenebrosa voz de Jimin hizo eco en las cuatro paredes de la sala hasta chocar con los tímpanos de Yoongi. Obligándole a mirarle con los ojos fijos pero con el cuerpo temblando en un miedo profundo. Le habían hablado tanto del Sicario Jimin, pero jamás creyó que fuese así de dominante. Un fuerte jalón de su playera fue halado hacia sí.
Levantándolo del suelo para lo primero en sentir un fuerte puñetazo sobre su mejilla, uno tras otrohasta casi perder la noción de todo.
—¡¡Muérete maldito!! ¡¡Nadie le volverá a hacer daño!!
Exclamó en alto sin dejar de golpearlo. Jimin aterrizaba y descargaba todo el coraje emanado en él, hiriéndole el rostro al chico, que de inmediato le hizo escupir sangre. A Jimin no le importaba, bastaba con haber golpeado al chico de afuera, y ahora, lo que sus ojos habían visto le había elevado su coraje y desgarro.
Todo lo que el Señor Jeon hubiese podido recibir, lo estaba recibiendo Yoongi. Cuando agonizó con el último golpe, cayó rendido al suelo, su mirada estaba pérdida y su rostro bañaba en sangre. Los fuertes golpes dados pudieron haber causado un grave problema en la cabeza, pero en estos momentos nada importaba más que Jungkook. Yoongi fue lo que menos le importó.
—¡Maldito asqueroso! —Pateó nuevamente de su cuerpo, obligándolo a escupir más sangre, su vista se notaba borrosa y comenzaba a dejar de escuchar —¡Nadie se pone a pensar en todo lo que Jungkook ha sufrido! ¡Déjenlo en paz, maldita sea! —
Volvió a dar una segunda patada, sólo que esta vez en su cadera, haciendo que Yoongi cerrara levemente los ojos con el dolorpunzando en cada parte de su cuerpo —¡¡Jungkook es mío, Maldita basura!! ¡¡Mío!! —
Exclamó grave, soltando por última una fuerte patada sobre su rostro que fue el fin de Yoongi.Antes de cerrar sus ojos murmuró entre dientes.
Perdón...
Jungkook. No llegué a tiempo...Su cuerpo dejó de moverse, los ojos se cerraron finalmente y Jimin por fin pudo reaccionar de su burbuja de ira.
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EL SICARIO¹〖JIKOOK〗
Hành độngLa misión era como cualquier otra; fácil, sencilla, común, nada fuera de lo que día a día hacía. Quién diría que Jungkook, el heredo de la familia Jeon, fuese un caso imposible. Y no precisamente por ser un chico peligroso, sino al contrario, por...