Capítulo 11: To Hell And Back. Parte II

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|| The Villain Among Us.

Stiles.


Seguí a Parrish hasta el corralón, en donde lo vi tomar la van en la que habían ocultado los cuerpos de las dos últimas quimeras que los doctores del pavor mataron, y lo primero que hice en cuanto la van se puso en marcha fue llamar a mi novia, pero no atendió ninguna de mis siete primeras llamadas. Así que entonces llamé a Isaac, Malia, Lydia y Allison, tampoco respondieron; inclusive llamé a Scott, pero me mandó directo al buzón de voz.

Intenté contactar a Meredith de nuevo, nada, su teléfono sonaba, mas nadie contestaba. Entonces, con el tiempo corriendo en mi contra, marqué el número que jamás imaginé llamar. Theo atendió de inmediato.

Pedirle ayuda a Theo Raeken no es algo que me complaciera, sin embargo no se me ocurrió a quién más acudir después de que mis amigos ignoraran todas mis llamadas. El único problema ahora es el hecho de que no he sabido nada de Mer en horas, ni siquiera me avisó si llegó bien a casa, y me preocupa.

—Vamos, Mer. Contesta —musito para mí mismo, con el teléfono pegado a la oreja mientras escucho el quinto tono retumbarme en el tímpano.

Hola, ahora no puedo contestar. Deja un mensaje después del beep y... —cuelgo en cuanto mi llamada vuelve a ser enviada al buzón de voz.

Al mismo tiempo, el ruido de un vehículo acercándose me hace dar la media vuelta. Una camioneta negra de doble cabina estaciona a unos cuantos metros de mí.

—Perdón. Vine tan rápido como pude —suelta Theo al bajarse de la camioneta, la cual dejó encendida.

—Debemos irnos ya. Parrish tiene los cuerpos —le indico, caminando directo hacia el lado del copiloto tras guardar mi teléfono en el bolsillo frontal de mi sudadera.

—Okay, espera, Stiles. Espera.

—Parrish salió, tiene los cuerpos —le repito sin detenerme—. Debemos encontrar a Scott, debo decirle.

—¡Stiles! —exclama en cuanto abro la puerta. Me vuelvo a verlo, se ha quedado parado justo frente al vehículo y su mirada está fija sobre mí. Cierro la puerta—. No creo que Scott quiera hablar contigo ahora mismo.

—Sí, gracias, estoy al tanto. No importa. Tiene que saber esto —enuncio y llevo mi mano directo a la manija de la puerta.

No obstante, Theo vuelve a llamarme

—Stiles. Scott no quiere hablar contigo —reitera y hace una breve pausa a continuación, metiendo la mano derecha en el bolsillo trasero de su pantalón—. Pero creo que tu papá sí —manifiesta, mostrándome mi credencial de la escuela. Mi instinto me dice que algo no está bien aquí, algo no cuadra—. Tu papá te estaba buscando, Stiles. Me encontró a mí en su lugar —agrega, dando la media vuelta y alejándose unos cuantos pasos. El tono en que pronuncia esas palabras me dice todo lo que necesito saber: él es el malo de la historia, nunca estuve equivocado al respecto.

Me alejo de la puerta del pasajero y empiezo a seguirlo con pasos firmes y cortos.

—¿Dónde está?

—Te cubrí las espaldas. Me ocupé de esto —me dice con aspereza, como si acaso me hubiera hecho un favor, agitando mi credencial a la altura de su cara mientras caminamos en círculos —. Si Melissa no lo hubiera encontrado en el hospital, supongo que incluso el hijo de un policía puede cometer errores.

—¿Lo heriste? —inquiero, sintiéndome inquieto.

Theo se detiene y se gira hacia mí, esbozando un atisbo de sonrisa que reaviva mi profundo odio hacia él.

About Dread Doctors and Quimeras | AW&W: 4 | Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora