|| The Wolf and the Quimera.
Liam.
Estoy nervioso. Demasiado. Siempre que Meredith está cerca me pongo nervioso, pero después de todo lo que pasó esta mañana en la escuela mi nerviosismo parece haber empeorado.
Refriego las palmas de mis manos en la tela de mis jeans para limpiarme el sudor antes de llegar hasta donde la chica de mis sueños se encuentra. Ella está limpiando una de las tantas mesas del vacío club nocturno y, tres mesas más allá, Hayden acomoda sillas.
—Ho-hola, Mer —la saludo con torpeza, sintiendo un tirón de pánico en la espalda cuando ella se gira hacia mí con una sonrisa en el rostro.
—Liam, hola. ¿Qué haces aquí?
—Mejor pregúntale cómo diablos entró —interviene Hayden, con su usual tono malhumorado.
—Esperé a que alguien llegara y... —Me aclaro la garganta y me inclino un poco hacia Mer—. Forcé la entrada —le digo por lo bajo, para que solo ella pueda oírme.
Mer arquea una ceja.
—Oh. Okay. Y ¿qué puedo hacer por ti? Si Fred te ve aquí no será nada bueno —formula al tiempo en que se mueve hacia la mesa que está a nuestra izquierda para limpiarla.
Con movimientos torpes, meto la mano en el bolsillo trasero de mi pantalón, saco mi cartera y cojo todos los billetes que hay en el interior de esta.
—Cuarenta y tres dólares.
En cuanto esas palabras salen de mi boca, Meredith deja lo que está haciendo y con un suspiro se endereza, cruzando los brazos a la altura de su pecho.
—Liam, te dije que no me debías nada.
—Te hice perder doscientos dólares —le recuerdo, ofreciéndole el dinero. Ella sacude la cabeza y vuelve a su tarea de limpiar mesas. Oigo a Hayden murmurar algo, mas no comprendo el qué, y luego se aleja en dirección a la barra con pisadas fuertes y ruidosas.
—Ya te suspendieron un mes de la escuela por defenderme de un idiota, ¿no puedes simplemente olvidar el asunto del dinero? —me pide y, entonces, las luces de todo el lugar se apagan—. Demonios.
—¿Qué sucede? —inquiero, achicando los ojos para ver lo mejor que se pueda en la oscuridad, aunque al segundo siguiente veo la pantalla de un celular encenderse, seguido casi de inmediato por el flash de este.
—Son los fusibles, fallan al menos una vez cada noche —me informa Mer, usando el flash de su teléfono como linterna para iluminar el camino hacia algún lugar detrás de mí.
La sigo sin hesitar y, seguro de que no hay nadie cerca, cambio el color de mis ojos para poder ver mucho mejor el camino que seguimos. Al llegar a un pasillo con una luz de emergencia iluminándolo de forma tenue, hago que mis pupilas vuelvan a su usual y aburrido azul.
—No me importa que me suspendieran. No cuando fue por una buena causa —manifiesto, apenas consiguiendo que mi voz no salga en medio de tartamudeos. A su vez, Meredith baja la palanca carmesí que sobresale de un costado de la caja de fusibles—. Por favor, acepta el dinero.
—Hablo en serio, Liam. No quiero tu dinero —replica con seriedad, sin mirarme, abriendo la caja de fusibles para apagar todos los interruptores que esta resguarda.
—Solo intento arreglar mi metida de pata —balbuceo—. Si no le hubiera tirado a Hayden las bebidas, tú no habrías perdido doscientos dólares.
—Yo decidí darle mis shots a Hayden —enuncia mientras apaga el último interruptor, luego voltea a verme con una delicada sonrisa asomándose en sus labios—. Además, tras lo que hiciste por mí hoy... No me debes más nada, estamos a mano. Eres mi héroe. De verdad.
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About Dread Doctors and Quimeras | AW&W: 4 | Teen Wolf
Hayran KurguEN EDICIÓN LENTA. [Libro #4 de la saga "About Werewolves and Witches"] NOTA: por favor, lee la tercera sección del libro Steredith antes de empezar con este. Preparándose para su último año de preparatoria, las únicas preocupaciones de la manad...