|| Mission: Impossible.
Secándose el cabello con una toalla de color rosa y una bata de baño color lila cubriendo su cuerpo, Meredith se sienta a la orilla de su cama, justo delante de mí mientras me cuenta sobre su visita al hospital en compañía del mequetrefe de Liam.
—...entonces mi mamá le respondió que no, pero si alguna vez intenta matar de nuevo a Scott ella misma lo pondrá en una de esas bolsas.
—Genial. Yo la ayudaré. Aunque no tenemos que esperar a que intente asesinar a Scotty otra vez —comento feliz y guiñándole un ojo antes de darle una gran mordida a mi durazno.
Ella me mira con seriedad y un deje de cansancio. La ducha puede haberla despabilado, pero no cabe duda de que sigue necesitando mínimo diez horas seguidas de sueño.
—Creí que ya habías superado tu odio hacia Liam.
—Creí que tú lo odiarías también después de lo que hizo —devuelvo con una ceja enarcada.
—No fue su culpa. Estaba bajo un hechizo, fue manipulado a hacer todo lo que hizo, ¿recuerdas?
—No estaba bajo ningún hechizo cuando se metió desnudo a esta habitación —le contesto.
Mer suspira y tuerce los ojos, mas sé que no está molesta.
—Como sea. El punto es que obtuvimos las bolsas para cadáveres, pero mamá no se molestó en ocultar su enfado con Liam, por lo que ahora él se ha propuesto volver a caerle bien.
—Ojalá Melissa lo apuñale con ese cuchillo nuevo que compró y está súper afilado.
Una sonrisa tira de las comisuras de esos labios que yo tanto adoro, aunque ella lucha por ocultarla al morderse el labio inferior. Al mismo tiempo se levanta de la cama y se encamina al armario. La observo remover los ganchos de la ropa en busca de las prendas con que se vestirá.
—¿A ti cómo te fue con Parrish? —me pregunta al cabo de unos segundos.
—Fabuloso. No me costó nada convencerlo de ayudar —le digo y muerdo por última vez mi durazno, luego tiro al bote de basura la semilla y todo lo del centro de dicha fruta.
—¡Qué bien! Mason también aceptó ayudarnos, y ni siquiera le tuvimos que explicar de qué va todo esto. Es la persona más entusiasta que conozco. Sobre todo en cuanto al mundo sobrenatural nos referimos.
—Es un poco raro —declaro con sinceridad.
—Lo raro es bueno.
—No siempre. En especial no cuando su mejor amigo es un mequetrefe.
—¿Así de mal sonaba yo cada vez que hablaba mal de Malia? —me pregunta en tono de burla, echándome un vistazo por encima del hombro.
—Malia ya no coquetea conmigo, ni ha puesto un solo pie en mi habitación en más de ocho meses —replico y ella suelta una risita por lo bajo.
Dándome la espalda, Mer se despoja de la bata de baño para enfundar su maravilloso cuerpo en unos jeans grisáceos que le quedan un tanto holgados y mi playera favorita de Star Wars, de la cual se adueñó desde antes de las vacaciones de verano. Inevitablemente, mi corazón se estruja con dolor.
Desde que el estúpido sex-tape fue difundido en toda la preparatoria Mer procura no usar prendas ajustadas o que muestren más piel de la que ella (o el asco de sociedad que nos rodea) considera necesaria/apropiada. Es como un sistema de defensa, de protección, que adquirió en un vano intento para que los imbéciles de la escuela no la molesten, algo que desgraciadamente no ha funcionado como ella quería. Durante un corto tiempo dejaron de acosarla en los pasillos y aulas de la escuela, pero hace unos días me percaté que su celular está siempre en silencio y cuando lo utiliza es para borrar incontables mensajes de texto que se guardan en su bandeja de entrada. He querido preguntarle al respecto, mas temo que evada el asunto con su escudo de "debo salvar a Lydia a como dé lugar" tras el cual se ha estado refugiando últimamente.
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About Dread Doctors and Quimeras | AW&W: 4 | Teen Wolf
FanfictionEN EDICIÓN LENTA. [Libro #4 de la saga "About Werewolves and Witches"] NOTA: por favor, lee la tercera sección del libro Steredith antes de empezar con este. Preparándose para su último año de preparatoria, las únicas preocupaciones de la manad...