Capítulo 16: Amplification. Parte III

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|| Everything Will Be Okay.

Meredith.





Reviso el reloj digital en la muñeca de Mason por enésima ocasión. Queda un minuto para que el reinicio acabe y Lydia sea rescatada de la casa del horror que es Eichen.

—Estás nerviosa —Mason murmura con cautela.

—¿Tú crees? —devuelvo, mordiéndome la uña del dedo pulgar y agitando de forma frenética e incontrolable mi pie derecho.

—No te preocupes, todo saldrá bien —me asegura con gran optimismo—. Verás que en unos momentos ellos saldrán de ahí junto con Lydia.

Inhalo profundo, deseando con todo mi ser que él tenga razón. El mensaje de Malia dice que no tuvieron problemas para ocasionar el reinicio y el de mi hermano dice que todo marcha de acuerdo al plan, pero aun así no puedo evitar sentirme ansiosa, desesperada, con la sensación de que algo grande está por ocurrir. El súbito y estruendoso sonido de una alarma me hace respingar, haciendo desaparecer la poca tranquilidad que había conseguido recuperar.

—¿Qué es eso?

Mason mira en todas direcciones.

—¿La alarma de un carro?

Niego con la cabeza. El Jeep, que está estacionado detrás de nosotros, no tiene alarma; el auto de Malia sí la tiene, pero dudo que suene con tanta fuerza; por último, Mason y yo nos hallamos dentro de su coche, así que es imposible que sea su alarma. Solo queda una opción, una que no me agrada en lo absoluto.

—Algo salió mal —susurro horrorizada—. Es la alarma de Eichen.

—Entonces eso significa...

—Que hubo un apagón total —termino por él—. ¡Enciende el auto! Tenemos que encontrar el transformador —espeto con los nervios a flor de piel.

Mason asiente y con rapidez me hace caso. El motor del vehículo cobra vida y en un milisegundo estamos en movimiento. Tenemos que rodear la cuadra entera (toda propiedad de Eichen) para llegar a la parte trasera, en donde según los planos azules se encuentra el cobertizo del transformador.

Ojalá Scott y Stiles no me hubieran convencido de quedarme de vigía, como la líder del plan de repuesto. Seguro me sentiría mejor si estuviera allá adentro, con ellos, rescatando a Lydia.

—No lo veo —suelta Mason en tono angustiado cuando empezamos a dar la tercera vuelta a la cuadra.

Trago en seco. Yo tampoco veo el cobertizo por ninguna parte, pero sí oigo un feroz rugido, uno que reconozco como el del alfa de esta manada.

—¡Detente! —ordeno, a lo que el chico detrás del volante frena de golpe.

—¿Qué sucede? ¿Qué fue ese ruido?

—Es Scott —le digo al tiempo en que salgo del auto. Él no tarda en imitarme y nos reunimos delante del coche—. Tengo que entrar.

—¿Pero cómo? Ahora mismo es impenetrable.

Desafortunadamente Mason tiene algo de razón, así que mi cerebro empieza a trabajar a mil por hora en busca de una entrada y a la vez una respuesta a lo que le pudo haber pasado al cobertizo del transformador. Un repentino y extraño ruido me hace mirar detrás de mí; siento que la sangre me hierve cuando la estúpida cara de Hayden, quien se detiene en seco a unos metros de nosotros y abre los ojos de par en par al vernos.

Como un acto reflejo me adentro en su mente, encontrando fácilmente que ella, bajo órdenes del desgraciado de Theo, ha causado un apagón total en Eichen House para evitar que sacáramos a Lydia. La quimera logra sacarme de su cabeza antes de que pueda descubrir cuáles son sus planes, sus intenciones con mi mejor amiga.

About Dread Doctors and Quimeras | AW&W: 4 | Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora