Capítulo 19. La luz de la luna y un baile entre las rosas de York.

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Capítulo 19. La luz de la luna y un baile entre las rosas de York.

El sonido de la fiesta que estaba llevándose a cabo todavía en medio del salón de baile que Ash y Eiji habían dejado tiempo atrás se colaba por la puerta del jardín de la reina Clarisse que aquella noche parecía haber vuelto a la vida mientras los ojos verdes del nuevo rey de York se paseaban por entre aquel regalo vivo de cumpleaños. Las rosas de su madre habían vuelto a vivir, Eiji las había hecho brotar con el que sin duda alguna era el poder de su amor.

—Eiji, mi príncipe ¿cómo lo hiciste?— preguntó Ash sintiéndose maravillado y feliz porque aquella noche parecía como si todos sus más hermosos sueños estuviesen haciéndose realidad.

­—Natasha me ayudó mucho— dijo Eiji con una sonrisa complacida al mirar que Ash estaba de verdad feliz con su regalo de cumpleaños— ¿Te gusta?

—Me encanta, Eiji, pero no debiste— dijo Ash completamente emocionado—. Es decir, amo ver el jardín de mi madre cubierto de flores de nuevo pero Eiji, tu magia, tu energía. Debes haber invertido demasiada fuerza y justo ahora es peligroso y...

Las palabras de Ash se perdieron en medio de los labios del príncipe de Izumo quien besó a su amado con suavidad para hacerlo callar. Aquella noche, Eiji no quería pensar en todas las cosas que podían salir mal ni  en todos aquellos pendientes que amenazaban su historia de amor con Ash. Eiji pensaba, quizá influenciado aun por las bendiciones de los dioses y el poder que sentía latir en su anillo de joyas estrella, que aquella noche debía ser una fiesta para Aslan. Porque la realidad esperaba por ellos, se escondía en el horizonte del nuevo día que amenazaba aquella felicidad suave con los primeros rayos del sol.

Por eso Eiji quería que aquella noche fuera un último refugio, ambicionar una noche para la felicidad después de haber sufrido tanto no era pedir demasiado ¿o sí? Él solo quería festejar aquel cumpleaños de Ash dándole a su rey lo que éste deseara y aquella ofrenda de flores azules y besos dulces era apenas una pequeña parte de todo el universo que Eiji hubiera estado dispuesto a regalarle.

—Debes aprender a quejarte menos y a agradecer más, alteza— dijo Eiji haciendo reír al rey de York.

—No estoy quejándome, estoy intentando ser sensato, príncipe de Izumo— dijo Ash sin separarse mucho del cuerpo de su amado—. Y además de eso, de verdad me siento feliz y agradecido, Eiji.

— ¿De verdad?— preguntó el joven príncipe mientras las manos de Ash tomaban su rostro con dulzura.

—De verdad, después de nuestro primer beso, este es el regalo de cumpleaños más hermoso que me hayas dado alguna vez...

—Feliz cumpleaños, Aslan— dijo Eiji sin poder evitar suspirar.

—De verdad es un cumpleaños feliz ahora ¿sabes?— dijo Ash abrazando a Eiji por la espalda—. Daría mi vida entera por tener esta paz siempre, Eiji. Fue una tortura tener que someterme a la fiesta que preparó Max, tanta fanfarria y tantas presentaciones fueron cansadas ¿no crees?

— ¿Qué habíamos dicho acerca de agradecer en lugar de quejarse?— preguntó Eiji y la risa de Aslan hizo eco entre las rosas.

—Ya sabemos que tú serás el rey diplomático en esta relación— dijo Ash con un suspiro cansado—. Yo soy mejor en otros campos, es una suerte tenerte a ti para que puedas lidiar con otros príncipes, nobles y demás...

—Es el señor Glenreed quien en realidad es bueno dirigiéndose con los nobles, hay mucho que tengo que aprender de él— dijo Eiji mientras pensaba que era hermoso poder hablar así del futuro que él y Ash tendrían como una pareja de reyes normales que no debían preocuparse por otra cosa que no fuera el bienestar de su pueblo—. Aunque por ti, mi Aslan, sería cualquier cosa que tú desearas...

King of my heart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora