Capítulo 26. Furia. El continente negro.

142 21 22
                                    


—No...

La palabra salió como un escupitajo de entre las fauces del dragón maldito. Sus ojos color ámbar inyectados en sangre resplandecían en medio de la cueva donde él y Arthur, su leal esbirro, se habían escondido esperando el final del príncipe de los dragones y por ende, el final también del rey de York.

Foxx sabía que había sido un error haberse retirado de ese modo del mundo real esperando a que todo se resolviera como por obra de un encantamiento pero su energía no había hecho otra cosa que no fuera disminuir con el paso de los días. Después de todo, el humano al que estaba ligado era débil y aunque la magia negra había curado la herida que la espada de Eiji Okumura le había causado, era evidente que Arthur no había podido recuperarse del todo. Con la ingenua idea de que los príncipes de la profecía se destruirían a ellos mismos al creer en una estupidez como el amor, Arthur y Foxx habían caído dormidos en un sueño profundo que los había aislado de todo hasta ese preciso instante pues, al mismo tiempo en el que el dragón había despertado, los labios de Aslan y Eiji cantaban de nuevo la canción del amor victorioso y del olvido vencido.

— ¿Foxx?— preguntó Arthur despertándose también al sentir que el poder de su montura maldita corría de nuevo con fuerza— ¿Pasa algo? ¿Es tiempo de atacar el palacio de jade?

Por toda respuesta, Foxx gruñó y dejó que su cuerpo tomara la forma del dragón negro el cual, azotó el piso de la cueva con la longitud de su enorme cola de púas negras causándole a Arthur un sobresalto que lo despertó por completo. Algo no estaba bien, eso era más que obvio. Algo no estaba bien y por un momento, al mirar la furia que ardía en los ojos del dragón, Arthur estuvo seguro de que Foxx lo mataría de una vez por todas.

—No, no tienes tanta suerte, cobarde— dijo el dragón con una voz corrosiva y escupiendo en la cara de Arthur su aliento con olor a azufre—. No voy a matarte porque dependo de ti, humano, pero debería deshacerme de ti puesto que mi encuentro contigo ha traído sólo desgracias a mi existencia. Te dije que debíamos estar alerta. Te dije que no nos dejáramos llevar por las apariencias. Ese estúpido niñato, el príncipe de Izumo encontró la forma de sobrevivir.

— ¿Eiji Okumura está vivo?— preguntó Arthur sin poder creerlo del todo—. Pero eso no es posible, no puede ser. Le quitamos el medallón de jade. Sin el medallón de jade Eiji Okumura estaba destinado a morir. Nadie pudo haberle devuelto sus memorias a tiempo, cuando lo dejamos inconsciente en el jardín de las rosas azules, era más que evidente que no podría volver a levantarse jamás. Debes estar equivocado, no hay forma en la que el príncipe haya podido sobrevivir.

—Yo jamás me equivoco— siseó Foxx haciendo que el cuerpo de Arthur temblara al escuchar el odio de su voz—. El príncipe de Izumo vive y es más poderoso que nunca antes. El príncipe de Izumo cuenta con la bendición de los dioses, el poder de su amor por Aslan y la energía inmemorial de miles de dragones que lo protegen. Eiji Okumura es ahora el hombre más poderoso del maldito imperio ¿entiendes?

—Pero... ¿cómo?

—Las sombras del abismo no hacen más que hablar de lo sucedido— susurró Foxx sintiendo que las llamas de su interior lo urgían a salir de aquella cueva para atacar el maldito palacio de jade pero la fuerza de su odio no duraría mucho.

Por mucho que odiara reconocerlo, él sabía que en el estado en el que se encontraba en aquel preciso instante, no duraría ni cinco minutos enfrentándose al rey de los dragones, un rey quien también tendría cierto poder sobre él debido a que, le gustara o no, Foxx era un dragón de Izumo.

— ¿Qué demonios pasó?— se atrevió a preguntar Arthur con cautela una vez más.

—Aslan enfrentó a la muerte y venció a las sombras con ayuda del favorito de Auryn. Fue tentado por la oscuridad y cayó, pero el amor del príncipe de Izumo lo salvó. Al recobrar sus memorias, Eiji Okumura recibió otra bendición de los dioses que lo protegen. Subestimamos el poder de Auryn y el poder de Sever, eso fue lo que pasó.

—Eso quiere decir que todo ha terminado entonces...

El dragón resopló y produjo una llamarada que impactó directamente cerca de los pies de Arthur quien sintió terror al verse rodeado de aquel fuego y acorralado por la furia de Foxx. Todo estaba mal. Nada había salido de acuerdo al plan y era más que obvio que ahora sería mil veces más difícil vencer a Aslan y a Eiji porque el amor de la profecía había vencido y el príncipe de Izumo había vuelto a ser aquel hombre terriblemente poderoso al que no había podido vencer ni siquiera cuando se encontraba débil después de luchar durante semanas por defender a su pueblo.

—Esto no terminará hasta que yo diga que se termina— respondió Foxx con una fría calma que sin embargo, seguía rezumando odio—. Si los dioses de la luna y de las luces del norte están del lado de los reyes de York, creo que es hora de que nosotros busquemos la bendición de los dioses de la oscuridad.

—Te refieres a Temnny— sugirió Arthur sintiendo que un escalofrío lo recorría al pensar en el dios que había amparado antes al Gran Conquistador.

—Sí, es hora de que el padre de las tinieblas despierte— afirmó Foxx con una sonrisa terrible que era toda dientes afilados y escamas de un negro brillante—. Tú y yo dejaremos que los reyes de York tengan la boda de sus sueños, los dejaremos pensar que hemos sido ahuyentados por el miedo que nos provoca enfrentarnos al poder de Eiji Okumura y al poder que sin duda alguna tendrá el rey de York cuando su alma se una a la de su amado. Tú me acompañarás a Karanlik, el continente negro. Ahí se esconde el templo de Temnny. Haremos un trato con él, humano, nos uniremos a él para entregarle lo que Golzine no pudo entregarle.

— ¿Pretendes ofrecerle el imperio a cambio de poder?— preguntó Arthur de forma fría—. Tú sabes que es peligroso hacer un trato con el dios de la oscuridad. Si fallamos, encontraremos un destino peor que la muerte.

—Si tienes miedo entonces iré solo a Karanlik— aseguró Foxx de forma impaciente.

—Sabes tan bien como yo que no puedes ir solo— declaró Arthur—. Golzine me unió a ti, no puedes cambiar ese hecho. Aun si crees que soy débil, iré a donde sea que vayas. Lo haré porque no hay otro modo de derrotar a los reyes de York ¿no es así? Quiero verlos muertos a cualquier precio. Quiero escupir sobre sus restos cuando por fin los hayamos vencido. Eso es lo que quiero.

—Entonces dejemos que los reyes crean que han encontrado su final feliz— dijo Foxx en medio de una risotada cruel—. Ni siquiera el amor y todas sus estrellas podrán terminar con el dios de la oscuridad esta vez...

Arthur asintió y sin esperar más, subió a lomos del dragón negro quien sabía que el viaje a Karanlik sería largo y agotador pero que el viaje de ida no era el problema puesto que despertar al dios de las tinieblas y hacer un pacto con él era peligroso. Aquel viaje al continente negro podía ser un viaje sin retorno para aquellas dos almas corrompidas que surcaban el cielo ardiendo de ira y de deseos de venganza y sin embargo, ninguno de los dos tenía gana alguna de proponer otro plan. Estaba decidido: Arthur y Foxx buscarían recuperar su fuerza vendiéndole el alma al dios de la oscuridad. 

NDA: ¡Hola! Espero que estén teniendo un incio de año maravilloso. Una disculpa por la tardanza con la actualización, demasiada fiesta y vacación xD Estaré actualizando más seguido, ojalá puedan seguir acompañándome. Este capítulo era necesario pero los demás serán puro amor, lo juro. Un abrazo enorme, gracias por la paciencia y que este 2020 sea genial para ustedes :3 

King of my heart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora