17. Se levantó de la cama

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Intentó levantarse de la cama pero no lo logró.

—Tranquilo, vaquero. Sigues enfermo y necesitas descansar —su hermano quien lo detuvo, recostándolo de nuevo en la cama y arropándolo y Bruno se deja, no tenía muchas fuerzas para hacer lo contrario. Pero él seguía inquieto,

—David está abajo —repitió las palabras antes dichas por su Noah. La voz que salió de sus labios fue ronca y baja.

—¿Quieres que le diga que suba? —preguntó, después de un pequeño instante de silencio entre ambos. Él estaba sentado en una esquina de la cama, mirando a Bruno de forma preocupada.

—No lo sé.

—Le diré que suba.

—¡No, alto! ¡Noah! —estaba haciendo un berrinche, pero ya Noah se había ido.

Bruno quedó haciendo una mueca molesta, miró abajo y vio lo que traía puesto, su pijama daba vergüenza. De nuevo se levantó de la cama ahora con éxito y se sentó en ella. Noah no tardó mucho, entró a la habitación acompañado de David, y Bruno no pudo evitar ponerse nervioso. David tenía el uniforme de la escuela y curiosamente, su cabello castaño estaba acomodado hacia atrás, con tan solo uno que otro cabello rebelde suelto por allí.

Pero como siempre, Bruno creyó simplemente que era un nuevo estilo que David estaba probando, aunque debía admitir que se veía lindo así.  Su hermano mayor, Noah, le hizo una señal a David para que se sentara en la silla del escritorio frente a la camas de los dos hermanos, él hace lo que le indicó e inició conversación con un saludo tímido, mientras que su hermano se sentó en la otra cama.

—Hola.

—Hola —respondió Bruno, un poco ido pero lo suficiente despierto para tener una conversación normal.

—¿Cómo te sientes?

—Del asco.

—Entendible —dijo, de su mochila saca unos cuantos cuadernos y libros—, te traje los trabajos de hoy.

Noah gruñó molesto.

—¿No pudiste hacerlo mañana? —sus brazos estaban cruzados—. Bruno está enfermo, por favor.

David se puso pálido como un papel y comenzó a balbucear, prácticamente parecía que estaba a punto de morirse de los nervios.

Noah lo miró, se mordió el labio inferior con notable fuerza y soltó una carcajada. Bruno y David intercambian miradas confundidas.

—Estoy jugando, no hay problema —habló, ya más tranquilo.

—¡Noah! —su hermano agarró una almohada y se lo avienta—. No seas así.

—¿Así cómo? ¿De asombroso? ¡Imposible!

Bruno le regaló una mirada fea a Noah, pero no dice nada. Luego mira hacia David.

—Lo lamento, Noah es un caso especial.

David asintió.

—Muy especial por lo que veo.

—¡Oigan, no hablen así de mi!

El día continúo su curso y los tres pasaron el rato entre plática, bromas y anécdotas vergonzosas de Bruno (todo por parte de Noah, por supuesto). Ya para cuándo cayó la noche, el tío Fer llegó más temprano de lo normal y se encontró con David, no tuvo mejor idea que invitarlo a cenar.

Y para la sorpresa de Bruno, David dijo que sí.

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¡Primera notita! (creo). Y bueno, por más irónico que parezca, yo estuve enferma también, así que por eso tan tarde el capítulo :c ¡Lo lamento pero no tengo control alguno!

Y bueno, ¿Qué tal les parece la historia hasta ahora? Cualquier duda o comentario es aceptado, igualmente no olviden votar :D

El miedo de BrunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora