Inténtalo.

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Capítulo 7.



- Feliz regreso a clases- me susurró Aytana mientras me abrazaba por la espalda.

- Igualmente, este año parece ser prometedor, ojalá así sea -la abracé y caminamos juntos al aula. Pasamos junto al aula de Sebastián, pero me guardé mis ganas de mirar.

Las vacaciones habían terminado, y era hora de encontrarme de nuevo con Sebastián, me congelaba la idea de verlo, aunque seguramente no me buscaría más o me dejaría de hablar, e incluso a Michelle; pero tenía que armarme de valor y seguir mi vida con él o sin él.

Al ingresar al aula en compañía de Aytana, Isabel me saludó, fingí no verla y tomé asiento. Tal vez era hora de iniciar desde cero, pero claro, no le sería fácil volver a ser uno de nosotros, uno más de nuestro grupo pues todos sabíamos lo cruel y despiadada que podía llegar a ser.

- ¡¿Que te trajeron los padres magos?!- preguntó Aytana riendo de su propio chiste y sentándose frente a mí.

-Si fueran magos me hubieran comprado la trilogía y no solo la primera parte- dije haciendo un puchero. - ¿Y a ti? - pregunté mientras sacaba mi nuevo libro de la mochila y lo ponía sobre la mesa.

-Un celular nuevo. Para poder fotografiar la hermosa escultura griega que nos da artes- me mostro su teléfono mientras sonreía de una manera muy alarmante.

Reí ante su comentario y recordé el secreto del maestro y sabía que sería incoherente contarle a Aytana. Reí al imaginar su reacción y seguimos la charla sobre su nuevo teléfono. Mike y Karl entraron al aula poco tiempo después, juntos como siempre, ambos vivían cerca y se acompañaban todos los días, por algo Aytana se dedicaba a escribir historias sobre ellos. Después de un rato llego Kim y los 5 charlamos sobre nuestras vacaciones, siempre procurando no tocar el tema de Sebastián, .o era algo de lo que quisiera hablar aún, y estaba casi seguro que ninguno de ellos sabía lo que había pasado, Mike y Karl juntaron a sus familias en la cena de navidad, Aytana viajó al extranjero para ver a su tía y Kim había estado con su familia en su pueblo. Yo por mi parte todas las vacaciones, me atormentaba a mí mismo al ver que no tenía mensajes y mucho menos llamadas de Sebastián. Me sentía culpable y la persona menos querida en el mundo, sentía que algo me faltaba. Pero no quería depender de Sebastián, no quería que mi mundo se acabara si él no estaba a mi lado. Pero me era imposible no despertar llorando después de soñar con él, sabía que no lo olvidaría de la noche a la mañana, que sería un proceso largo y doloroso. Pero ni las salidas familiares me mejoraban el ánimo, ni las fiestas de la época, nada.

- ¿Por qué has cortado tu cabello? - me pregunto Aytana mientras me colocaba un mechón de cabello detrás de la oreja, algo inútil porque volvió a su lugar; mientras salíamos del aula al iniciar el receso.

-Porque mis padres me han obligado, porque no me gusta tenerlo largo y porque se me atoro en una silla en la cena de navidad, en casa de mi tía, fue todo un lío...- Aytana comenzó a reír a carcajadas ante mi respuesta, pero se detuvo de inmediato al mirar detrás de mí, su semblante se volvió serio y bajo la mirada con tristeza.

Volteé a hacia donde ella miraba, y el aire se congeló cuando lo vi, toda mi terapia personal sobre olvidarle se esfumó, mi corazón volvió a latir y el brillo de mis ojos regresó, solo por verlo, ahí parado charlando con su maestro, mordí mi labio y sonreí, se sentía tan bien verlo. Realmente lo había extrañado.

-Danny...no comenté nada, ni en las vacaciones ni hace un rato con los chicos. Pero ahora lo debo hacer- suspiró y respiró profundo tomando fuerzas. -Sé lo que pasó con Sebastián en diciembre y lo lamento.Pero debes escuchar a tu corazón y poner en claro que quieres. - La miré con tristeza en los ojos, tristeza al recordar aquello. Sacudí mi cabeza y la miré con una sonrisa. Sabía que era lo que quería.

-Eso ya es pasado, si no debemos estar...juntos...- no pude terminar, Aytana me abrazo y antes de notarlo ya estaban bajando lágrimas por mi mejilla.

-Has intentado hablar con él? - preguntó. Sólo negué con la cabeza aun abrazándola. - Inténtalo, haz un último intento. Te mira con los ojos de alguien que busca algo en otra persona, aún te quiere y tú a él. Inténtalo- susurró y me abrazó con más fuerza mientras entre sollozos afirmaba.

Ya en mi casa, tomé mi celular y miré su contacto por un rato. Recordé cómo me sentí al verlo esa tarde; él estaba tan radiante, animado y guapo como siempre, ¿y si Aytana tenía razón? y aún me quiere, yo a él sin duda, ¿pero él a mí? Después de un rato me decidí a mandar un mensaje.

Danny: Hola.

Mordí mi labio inferior nervioso y de inmediato recibí su respuesta.

Sebastián: Hola, te vi hoy.

Danny: Si, yo igual...

Danny: Debo admitir que tenía muchas ganas de hablarte, para disculparme por lo que pasó.

Sebastián: Yo también debo disculparme.

Sebastián: Perdóname.

No pude evitarlo y sonreí al teléfono, estaba feliz de volver a hablar con él y de saber que se sentía como yo y que ambos estábamos felices de volver a hablar, o bueno por mi parte yo lo estaba y me complacía pensar que él se sentía igual.

Danny: Te extrañe mucho.

Sebastián: Yo a ti.

La tarde pasó y ambos conversábamos felices. Yo estaba feliz de saber que el tiempo que me tomé me sirvió para darme cuenta de lo mucho que me complacía poder hablar con él.

Terminé mi tarea y cené solo, pues mis padres estarían un mes en el extranjero por asuntos del trabajo y mi hermano había cenado sin mí. Al terminar tomé un baño y después de leer me recosté en mi cama a revisar el teléfono. Nos despedimos con un "Nos vemos mañana" y sólo esas tres palabras me llenaban de esperanza y felicidad.

A tu lado. (BL)  ■TERMINADA■Donde viven las historias. Descúbrelo ahora