No es lo que creen.

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Capítulo 21.


Isabel se apartó de mí y toda mi familia me miró. Mi madre sonreía. Seguro creía que por fin había conseguido novia. Mi padre, al igual que mi madre tenía una enorme sonrisa, seguro se hacia la misma idea. Por otro lado, mi hermano la observaba detenidamente.

- ¿Por qué no lo sabíamos aún? –preguntó mi madre dirigiéndose a mí.

Miré a Isabel pidiéndole con la mirada que me explicara que calamidad había venido a provocar a mi casa.

-Sí, Danny. El proyecto es para mañana y tus padres no tenían idea de que vendría –revoloteó las pestañas fingiendo inocencia.

Suspiré aliviado. Al menos no tendría que lidiar con ellos y confrontarlos con la verdad. Al menos aún no.

-Subamos a mi habitación –le pedí y me di media vuelta para subir.

- ¿Me llevaras a tu habitación? –preguntó con la voz más irritante que podía hacer. Sentí un escalofrió en mi espalda. Estaba acostumbrado a llevar a Aytana mi habitación cada vez que me visitaba, al final mis padres no lo veían como algo malo.

Isabel rio a carcajadas y se disculpó. Claro, solo estaba para molestarme, como siempre.

- No hay ningún proyecto y de haberlo, eres la última con quien lo haría. –Me miró y sonrió fingiendo inocencia. –¿Qué quieres? –pregunté mientras nos adentrábamos a mi habitación. Me recargué en la puerta y la observé en silencio.

Mientras procesaba mi pregunta, pasó sus dedos por todo mi escritorio, revisando minuciosamente cada parte de mi habitación.

-Nada –me respondió secamente y se tumbó en mi cama.

-Di la verdad. No estoy para juegos –levanté un poco la voz. La situación me irritaba.

-No me hables así. Tus padres están abajo confiando en que su hijo es un heterosexual con una novia tan hermosa como yo –se carcajeó y se llevó las manos en el estómago para darme a entender que se moría de risa por su estúpido chiste.

Claro, era la única que reía.

Puse los ojos en blanco, dejé mi mochila a un lado de la cama y tomé asiento junto a ella.

- ¿A qué has venido? –pregunté rendido.

-Solo quería preguntarte por qué Sebastián estaba a punto de golpear a Axel –se sentó y me miró amenazante.

¿Cómo lo sabía?

- ¿Quién te lo dijo? –mi tono pasó de irritado a preocupado.

-Tengo ojos que ven por mí, Danny –me miró con una expresión de: "Duh"

-Axel ha provocado a Sebastián –expliqué apartando la mirada de sus amenazantes ojos cafés. –Alex ha dicho algo que no debía. Además Sebastián no fue el que comenzó.

-Esa no era la respuesta que esperaba –me dijo sentándose en la orilla de la cama.

La miré confundido y un silencio inundo el cuarto.

-Todo es tu culpa –se levantó de la cama y se paró frente a mí. -Todo, desde que Sebastián no ha aceptado salir conmigo, hasta que Axel no se fije en mí. Eres el que capta la atención de ambos. No me queda claro por qué –puso sus manos en su cadera. –Eres un chico, y los has contagiado.

-Yo no he hecho nada –me defendí.

-No tiene caso que te disculpes –tomó su mochila y la colgó en su hombro.

A tu lado. (BL)  ■TERMINADA■Donde viven las historias. Descúbrelo ahora