La fiesta.

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Capítulo 10.



Mordí mi labio y tomé la mano de Sebastián mientras bajábamos las escaleras, me sentía un poco incómodo por el vestido y lo empeoraba la mirada de Michelle.

La acompañaba un chico alto, de tez morena, llevaba al igual que ella una perforación estilo nostril, sus cejas pobladas se fruncían y demostraba que estaba enojado.

Al estar frente a ellos Sebastián me tomó por el codo y me jalo a su lado, su mirada era seria y determinada, era tan sexy, pero no era tiempo de pensar en eso, debía arreglar este asunto.

- ¿Qué haces aquí? - pregunté a Michelle la cual me miraba enojada. Cruzó los brazos y dio un paso al frente, estaba a punto de hablar, pero el chico que la acompañaba la detuvo y habló él.

-Te lo advertí, debías dejarlo. Pero eres necio –dijo el chico con voz molesta, casi gritando. Recordé los mensajes y mordí de nuevo mi labio. Estaban allí por Sebastián.

-No fue una advertencia que me importara- protesté temblado. Tenía miedo.

-Por muchos vestidos que uses nunca serás lo suficiente para Sebastián –se burló ella.

Eso me dolió así que di un paso para atrás chocando con Sebastián. Al notar mi miedo me tomó de los hombros y me apretó a él envolviéndome en un abrazo.

-Estas equivocada –dijo seriamente. -Danny es mucho más para mí que tú.

Al escuchar eso Michelle frunció las cejas y bufó. Sonreí internamente victorioso. Sebastián me volteó quedando frente a frente, se agachó un poco y me dio un tierno beso en los labios y al separarse enjuagó una lagrima que bajaba por mi mejilla con su pulgar.

Me sentí aliviado y feliz.

- ¿Estás loco? Michelle tiene más que darte que ese chico.

Tal vez el clon masculino de Michelle tenía razón, tal vez Sebastián sí debía estar con ella. Él necesitaba a su lado a una chica, no a un chico como yo.

Sebastián sonrió y negó. -Estas equivocado. Ahora si me disculpan, deben irse -su voz era dominante y su semblante serio.

-No –gritó el chico mirándome. –No hasta que ese chico se disculpe con Michelle –dijo mientras me señalaba.

Miré a Sebastián, su expresión me confundió, parecía darse por vencido, me soltó un poco de su abrazo. Miré a Michelle y ella sonreía victoriosa, era hora de borrarle la sonrisa de arpía que tenía.

-Lo lamento –susurré mirando el suelo. Sonreí y la miré a los ojos. -Lamento que no seas lo que Sebastián desea. Lamento ser yo quien acapare su atención. ¿Así está bien? –pregunté sonriendo. Ella se abalanzo sobre mí, pero antes de poder tocarme Aytana se paró frente a mí, tomó su brazo y lo dobló por su la espalda sometiéndola con una llave. Aytana estudiaba artes marciales, meterse con ella no era una buena opción.

-No quería llegar a esto –se quejó Aytana poniendo más fuerza en su agarre. -Se van o los echare a la fuerza –dijo soltando a Michelle y empujándola junto a su acompañante.

"Mi salvadora." Pensé al ver como Michelle no mostraba señales de querer seguir con la discusión.

Michelle hizo una seña a su clon igual de malvado que ella. Ambos salieron de la casa. Aytana cerró la puerta y suspiró cansada. Mis piernas aun temblaban al igual que mis manos.

-Si toda su vida estará en estas circunstancias, tendrán una vida muy entretenida -bromeó mientras dejaba la puerta y se sentaba en uno de los sofás color chocolate. Tomó una bolsa de globos de la mesa de centro y nos estiró la mano para que tomáramos unos.

A tu lado. (BL)  ■TERMINADA■Donde viven las historias. Descúbrelo ahora