¿Me acompañaras?

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Capítulo 38

Mi padre me miró con esperanza. Asentí y aparte mi plato vacío.

-Sí –suspiré y lo miré. – ¿Qué quieres saber?

- ¿Cómo empezó lo de ustedes?

Recordé el beso y me ahogué en vergüenza.

-Comenzamos como amigos, después comenzamos a ser más que eso –hablaba con más seguridad de la que en realidad tenia. Mi madre y mi hermano no quitaban la expresión de angustia de sus rostros.

- ¿Estás bien alejándote así?

-No es como que pueda llevarlo –repliqué irritado por la pregunta.

-Será mejor que vayas a dormir. Mañana iremos a recoger tu pasaporte y las cosas que te hagan falta –dijo mi madre.

Asentí y subí a mi habitación.

Mire mis maletas, mis cajones casi vacíos... Una nostalgia pesada y profunda me invadió... Pronto dejaría todo.

El jueves por la noche terminé de empacar, metí en mi mochila un cambio de ropa, mis audífonos y unos dulces. Mi celular sonó, lo tomé e inmediatamente contesté.

-Danny... –dijo Sebastián.

-Sebby –dije yo con aires de tristeza.

-Así que... Mañana te vas...

-Sí –me recosté en mi cama.

Hubo un silenció, pero no era incomodo, era... Triste.

-Bueno, mañana nos vemos... –dijo él.

Terminé la llamada y no pude evitar llorar. Limpie mis mejillas y respire hondo. Al siguiente día todo terminaría.

Bajé a la cocina en busca de mis padres para informarles que mi habitación ya estaba vacía. Me detuve al final de las escaleras al ver que el señor Jones entraba en compañía de mi padre.

-Danny, ¿aún no te duermes? –preguntó mi madre mientras salía de la cocina.

-No, venía a avisarles que ya están mis maletas.

-Danny, es un gusto verte de nuevo –dijo el señor Jones. –Venía para despedirme, mañana mismo vuelo a Inglaterra.

- ¿Tan pronto? –preguntó mi madre.

-Ya he terminado mis asuntos –explicó Jones. –Mañana también viajas tu Danny, ¿o me equivocó?

-Sí, mañana es el gran día –anunció mi madre emocionada.

Asentí y fruncí los labios en un intento de sonreír.

-Pues... Puedo acompañarte –dijo entusiasmado.

Mi padre miró a mi madre y ambos asintieron.

-Que sea así entonces -dijo Jones esbozando una sonrisa.

El señor Jones me recogería junto a mis padres después de la ceremonia de la escuela, para ir al aeropuerto.
Los nervios no me permitían dormir. Quería hablar con Sebastián, pero no sabía que decir.
Al final el cansancio me hizo dormir.

Desperté con dolor de cabeza, tomé un baño largo para poder reponerme de las horas de sueño perdidas. Me vestí con el uniforme de la escuela y peine mi cabello, intente mantenerlo quieto, pero me era imposible.
Suspire mientras me miraba al espejo. "El último día" me dije a mi mismo.

Baje a desayunar con mis padres, mi hermano había salido temprano a la escuela y no había tenido tiempo de despedirme.
Salí junto a mis padres y nos dirigimos s la escuela.
Al llegar busqué con la mirada a Sebastián, pero no lo encontré. Por otro lado, Aytana, Axel, Karl y Mike, corrieron a abrazarme y a desearme suerte.

La ceremonia comenzó, a unos asientos detrás de mí, se encontraba Sebastián. Me giré para verlo, sonreímos y esperamos a que la ceremonia terminara.

Los profesores hicieron mucho hincapié en lo que vendría... Isabel dio un discurso de despedida y la maestra Elena no aguantó las lágrimas.

La ceremonia término, mis padres me pidieron reuniera a quienes me acompañarían pues el señor Jones llegaría en cualquier momento.
Camine para llegar a Sebastián, pero antes de poder llegar a él mis compañeros me interrumpieron en el camino. Entre lloriqueos y abrazos me escabullí hasta llegar a Sebastián. Él se encontraba con su madre y con An.

-Hola –saludé.

-Danny, ayer me entere que te iras... –dijo su madre con aires de tristeza.

-Sí, me preguntaba si... Sebastián quisiera ir. Aytana y los demás me...

-Danny –alguien dijo mi nombre y esa voz yo la conocía.

Me volteé y me encontré con Yoli, llevaba su violín en sus manos y me sonreía. Se puso de rodillas antes de que pudiera siquiera preguntarle que hacía. Comenzó a tocar una hermosa melodía. Miré a Sebastián e hice una mueca de no saber nada.
La melodía terminó y a nuestro alrededor las personas miraban a Yoli sorprendidos.
Me tomó de la mano y comenzó a llorar.

-Danny, lamento mucho lo que pasó y esperó que seas... –limpió su nariz con el dorso de su mano, -...sé feliz con él.

-Gracias... –solté su mano y limpié con mi manga sus lágrimas. –No llores, está bien.

-¿Te gustó la canción? -preguntó sollozando.

Asentí nervioso, me sonrió y después de abrazarme se fue. 

Volví con Sebastián, ya se encontraba hablando con Isabel.

- ¿A qué hora nos iríamos? –preguntó Sebastián interrumpiendo a Isabel.

-Mis padres vienen para acá, supongo que ya es hora.

Isabel corrió a saludar a mis padres, dándome tiempo con Sebastián.

- ¿Me acompañaras? –pregunté tomando su mano.

- ¿Hasta Inglaterra? –preguntó con sarcasmo.

Una sonrisa triste se dibujó en mi cara.

Sentí mis lágrimas bajar por mis mejillas, Sebastián me junto a él. Me abrazó y nos quedamos así por un momento. Tenía ganas de no separarme de él, de quedarme con él un poco más, pero ya era hora.
Aytana, Axel y Karl, se unieron a nuestro abrazo. Nos separamos y Aytana me hizo señas para que viera a mis padres, ambos me dijeron que era hora.

Salimos después de despedirme de la madre de Sebastián. El señor Jones nos esperaba en su Jeep blanco, Aytana, Axel y Karl, subieron en la Jeep del señor Jones; Sebastián y yo subimos al Honda azul donde iban mis padres.

- ¿Listos? –preguntó mi madre.

-Nunca lo he estado –dije, tomé la mano de Sebastián. Él me miró y sonrió como si no pasara nada. 

A tu lado. (BL)  ■TERMINADA■Donde viven las historias. Descúbrelo ahora