Every move you make.

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 Capítulo 11.




-Será mejor que Danny se quedé -propuso Mike. 

¡Alguien que lo calle!

-No, Sebastián lo llevará a su casa –intervino Aytana. -Ya es noche y la calle de Danny a estas horas es muy peligrosa y solitaria- explicó, aunque era mentira.

-En eso concuerdo con Aytana, es peligroso- agregó Sebastián. 

Mientras Mike negaba y Aytana daba razones del porqué debía ir con Sebastián, Karl y yo los mirábamos sin oportunidad de entrar a la discusión. Karl me sonrió y me ofreció una rebanada de pizza, asentí con una sonrisa y la tomé, ambos comíamos mientras Mike explicaba lo peligroso que sería que me quedara en casa de Sebastián. Aytana le explicó de vuelta lo peligroso que sería si yo anduviera por ahí solo.

- ¿Tú qué opinas Danny? -preguntó Aytana. 

Los miré a los tres y con dificultad trague mi último pedazo de pizza.-Iré con Sebastián -termine la discusión y Mike me miró decepcionado.

-Como sea –bufó. -Quedo libre porque se los advertí -dijo y desapareció camino a la cocina.

¿Libre de qué?

-Aytana, vamos a tu cuarto, necesito cambiarme –pedí y tome la parte baja del vestido y la baje un poco, era demasiado corto y afuera seguro que hacia frío.

Negó con la cabeza y subió rápidamente a su cuarto, no tardo mucho y me entregó una bolsa negra, la miré con las cejas fruncidas pidiendo una explicación.

 -Es tu ropa. Quédate con el vestido, necesito dejar el pasado -explicó con una hermosa sonrisa.

Asentí agradecido y me despedí de todos, menos de Mike que andaba por ahí de charlatán con algunas chicas. Salí y el taxi estaba llegando, subí después de que Sebastián me abriera la puerta y él subió después de mí. Dio la dirección y comenzamos el recorrido.

-Hace frío- dije buscando en la bolsa mi sudadera, pero no estaba, seguro la había metido junto a los vestidos en el cuarto de Aytana .Sebastián me miró y apenado miré la ventana y por el reflejo en el cristal note como se quitaba su sudadera negra, al voltear me la puso sobre los hombros, me junte a él y la acomode cubriéndonos a ambos, me abrazo.

 El conductor nos miró por el espejo retrovisor y sonrió. Prendió la radio y termino con el abrumador silencio. La voz de un hombre que entonaba una hermosa canción, every breath you take de the police.

-And every move you make- entone intentando no desafinar. Una risita divertida provino de Sebastián y me abrazo con un poco más de fuerza.

-I'll be waching you- entono él. Sonreí y me acomode en su pecho, mire por la ventana las casas y sabía que nos aproximábamos a la de Sebastián, a cada metro más cerca más se me revolvía el estómago de nervios. Al llegar bajo primero él, comenzó a llover así que tomo su sudadera y se cubrió con ella, bajé y me cubrió también, recibí el cambio y corrimos a la entrada de su casa, la abrió y entramos algo mojados

.-Yo pagaría- me regañó.

-Pero yo te he ganado- dije sonriendo con inocencia.

- ¿Tomamos algo antes de dormir? - negué con la cabeza y bostecé, tenía demasiado sueño.

Subimos las escaleras y al notar que no había señales de su madre lo tome de la camisa pregunté: - ¿No hay nadie?.

No volteó a verme, pero negó con la cabeza. Se paró al estar frente a su habitación, la abrió, entramos y la volvió a cerrar con llave. Los vellos de mi nuca se erizaron.

-Toma- dijo y me aventó una toalla, con mis inútiles reflejos apenas la atrape. Ambos nos secamos, cada uno en un lado de la cama, sin voltear a ver al otro, tenía ganas de hacerlo, pero me tragaba las ganas y me resistía. Me puse la playera que me había dado y me cubría apenas los bóxeres azules que esta mañana me había costado tanto elegir. Me deje caer en la cama sentado y miré a Sebastián.

-Tápate- grité y le lancé una almohada. 

Él sonrió y negó con la cabeza, se sentó en la cama y la abrió.-Yo duermo así -explicó. 

Mi mirada recorrió la vista que le ofrecían, sus hombros llenos de pecas, su pecho y sus brazos también, no parecía hacer ejercicio, pero se cuidaba, baje un poco pero antes de llegar más allá mire a otro parte sonrojado.

-Métete- me ordenó. Lo hice y él se levantó para apagar la luz. Al apagarla lo único que nos proporcionaba un poco de visibilidad era la tenue luz de luna que se colaba por la cortina blanca en la ventana. Al sentir su piel chocar con la mía me moví un poco, comenzaba a sentirme incómodo.

 Volteó y yo hice lo mismo, nuestros ojos se encontraron y sonrió.

- ¿Por qué estás tan nervioso? - preguntó con inocencia

.-No lo sé- confesé avergonzado. - ¿Te gustó el vestido? - pregunté intentando cambiar el tema. 

-No -soltó en tono serio. Me miró sin mostrar expresión alguna. Se movió un poco y quedó mirando al techo, recargando su cabeza en sus manos.

-No....- repetí decepcionado. ¿Por qué?

-No es lo que crees -dijo y sonrió. -No necesito que hagas esas cosas, te veías hermoso, pero me gustas y no necesito que actúes o te vistas como una chica, claro, si te gusta adelante, pero si es por mi... no lo hagas.

 Abrí mi boca sorprendido y sonreí.

-Fue una loca idea de Aytana- confesé.

- ¿Ajá? ¿Cuál era su finalidad?  -preguntó curioso. 

Mordí mi labio inferior mientras pensaba en alguna mentira creíble -Sorprenderte -mentí, aunque no era del todo mentira, más bien, era una verdad a medias.

-Lo logró -explicó sonriendo. Me miró de reojo. -Pero me sorprendió más verla desnudándote- aclaró.

Reí y negué un par de veces con la cabeza. 

-Para nada, solo me ayudaba. Aparte, ya tenía tu respuesta y no haría nada con ella...

De un movimiento se recargó en la palma de su mano y su codo, me miró y yo lo miré sorprendido. 

- ¿Ya tenías mi qué? - preguntó fingiendo molestia.

Reí de nuevo y esta vez incluso lo contagié un poco

.-Lo siento, quería decírtelo en persona- me escondí hasta la nariz bajo la cobija y reí de nuevo. - ¿Perdón?

 Me miró y bajó la cobija destapando mi cara, se acercó a mí y yo cerré los ojos. Me dio un beso y lo empezó a subir de nivel, pero se detuvo antes de hacerlo arder.

-Descansa- dijo y volvió a darme la espalda, sonreí y trague saliva con dificultad. Lo abrace y cerré mis ojos. Quedé completamente dormido hasta que su respiración y la mía estaban completamente sincronizadas.





A tu lado. (BL)  ■TERMINADA■Donde viven las historias. Descúbrelo ahora