An Angel In The Dark

Capitulo 40: La Cura.

Hola bellas lectoras!! Bueno hoy es dia de actualizar!! Espero les guste este capitulo!! Terminus y Gareth daran problemas, por lo que el grupo debera unirse para lograr huir de alli. 

Tambien quiero recomendarles una nueva historia de una amiga escritora, la novela se llama "La Triada Apocaliptica", es una gran historia y nos tiene a Caro, Alexa y yo como esa loca triada!! Pasen, les aseguro que no se arrepentiran!! Dejare el link en los comentarios!

Bueno les mando unos abrazotes y besos ruidosos!!

Hacia solo un par de horas que me habían encerrado en aquel vagón junto a mi grupo.

Todo afuera se escuchaba tranquilo. Los caminantes que había atraído hacia allí fueron eliminados por la gente de Gareth, pero por algunos murmullos que oíamos fuera supimos que mucha gente de ese lugar había sido mordida y atacada por los caminantes.

Teníamos unos tres hombres vigilando nuestro vagón, todos armados.

Estaba sentada cerca de Abraham, Rosita, Eugene y Rick, debíamos buscar la forma de huir de ese lugar.

-Quizás debamos esperar a que nos saquen de aquí, mientras estemos encerrados no podremos hacer nada. Si nos sacan…- pero Abraham interrumpió a nuestro líder.

-Olvídalo, no pondré en riesgo la vida de Eugene. Debemos buscar la forma de salir de aquí sin ser vistos.- entendía el punto del Sargento, nuestra misión a pesar de todo era proteger a el científico Porter y llevarlo a Washington.

-No podremos salir sin que nos noten. Las cercas, entradas, hasta este vagón están sumamente vigilados. Creo que Rick tiene razón, debemos esperar a que nos saquen y esperar la oportunidad para atacar. De otra forma no podremos salir de aquí.- pude notar que a Abraham no le gusto que lo haya contradecido, pero era la verdad, en cuanto asomemos una nariz fuera de ese vagón estábamos muertos.

-Bien, entonces ustedes vean que harán, con Rosita y Eugene saldremos por la noche.- y sin más se giro para alejarse de nosotros.

-Siempre es así de testarudo?- pregunto Rick, recostando su espalda en la fría pared.

-No le gustan las órdenes. Intentare hablar luego con él. Por el momento veremos que haremos, alguno tiene armas?- Rick negó, diciéndome que antes de entrar les quitaron todas sus armas.

Volvimos a reunirnos todos, a pensar que era lo mejor, pero el ruido fuera nos hizo callar.

La gran puerta del vagón se abrió, el hombre que me había golpeado entro apuntándonos con un rifle.

-Muy bien, algunos de ustedes vendrán conmigo, Gareth quiere tener una pequeña charla con ustedes.- nadie dijo nada.

-Porque no viene él a buscarnos? Debe mandar a sus malditos sirvientes?- pregunto Abraham furioso.

-Oh, no. Gareth esta preparando “la sala de reuniones”.- aquello me hizo erizar la piel.- Bien, los que nombren se acercaran y se giraran para que podamos atar sus manos. Gareth quiere ver a el sheriff, el chino, al arquero, a la samurai, a ti negro- dijo señalando a Bob- y a la dulce Tanya.- su forma de decir mi nombre me revolvía el estomago.

Todos nos adelantamos y giramos poniendo nuestras manos detrás. Un chico de unos 18 años entro, noté que llevaba una pierna ortopédica.

Con unas cuerdas nos amarro, pero note que mis amarres no estaban fuertemente atados. Mire al muchacho y este me dedico una pequeña sonrisa.

Luego de que todos estuvimos amarrados nos sacaron fuera del vagón, poniéndonos en una fila.

-Caminaran uno frente al otro. Cualquier movimiento raro y le vuelo la cabeza a la hermosa Julieta.- dijo aquel asqueroso hombre. Todos sabíamos que cuando dijo lo de Julieta se refería a mí, ya que anteriormente me había llamado de ese modo.