Capitulo 12: Reconciliación?

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La charla con Maggie me ayudo a calmarme, me sirvió como desahogo. Es de esas personas que son capaces de quedarse horas escuchándote, que te alientan a no rendirte. Ella es una gran chica.

Luego de aquella charla quería ocupar mi mente, mantenerme ocupada.

Fui hasta donde estaban los autos para echarle una mirada a los motores, a los minutos se me unió Glenn.

—Glenn esta noche quien hará la guardia? —pregunté mientras le enseñaba un poco de mecánica.

—Creo que Ty y Karen en una torre y Sasha en la otra, porque? —se apoyo a un costado del auto.

—Quería hacer la guardia, luego avísale a Sasha que iré con ella. —el asintió y seguimos con "nuestra pequeña clase".

En la noche antes de dirigirme a la torre fui a mi celda a buscar mis flechas y una cobija, si bien las noches ya no eran tan frías se podía sentir una brisita colándose en los huesos. Con todo en mano me dirigí hacia el comedor y vi a Glenn correr hacia donde yo estaba, me entrega una mochila.

—Ahí tienes un termo con algo caliente y te deje algo que encontré en la última salida. —sonrió y salió perdiéndose de mi vista. Al segundo entró Rick con Carl.

—Así que harás la guardia. —Asentí y le dedique una sonrisa a Carl —ok, pero si te sientes cansada pide a alguien que te releve, Sasha ira después de la cena. —asentí y me despedí antes de dirigirme hacia la salida.

Me encontraba yendo hacia la torre cuando vi al cazador dirigirse hacia la prisión, paso por mi lado y pude sentir como se volteo para mirarme, yo solo seguí, no lo mire y continué mi camino.

La noche estaba serena, la luna se encontraba entera y desplegaba una luz que dejaba ver toda la prisión. Estaba observando aquello cuando recordé lo que me había dicho Glenn. Tome la mochila, metí mi mano y al tacto ya supe que era lo que había dentro.

—Oh te amo Glenn. —dije riendo mientras sacaba un paquete de cigarrillos y unos fósforos. Sin perder tiempo tome uno y lo encendí. Deseaba ese cigarrillo como un niño el chocolate.

Estaba relajada, cuando escuche unos pasos, me senté en el piso esperando a que Sasha entrara para comenzar con la guardia. Seguía mirando el bosque, me parecía hermoso como la luz de la luna iluminaba la arboleda. La puerta se cerró, giré con la intención de hablar con Sasha pero me quede a medio camino cuando vi al cazador allí.

—Creí que la guardia la haría con Sasha, pero bueno, ahí tienes un termo con sopa, iré a pedirle a Glenn que tome mi lugar. —me levante dispuesta a irme, pero él tomo mi brazo.

—Nadie va a tomar tu lugar, yo pedí hacer la guardia contigo. —me aleje sin entender que diablos pasaba.

—Bueno ahora explícame, porque realmente no entiendo nada. Hoy me dijiste que querías mantener distancia para que yo no me equivoque, y ahora pides hacer la guardia conmigo? —quería mantener la calma, recordaba lo que me dijo Maggie "Deja que todo fluya".

—Soy bruto cuando hablo, a veces me expreso mal. Por eso quise tomar la guardia, quiero que hablemos y tenemos toda la noche para hacerlo. — asentí, realmente quería saber que pretendía el, porque me estaba enloqueciendo con sus recurrentes cambios de humor. Me senté en donde estaba antes, tome el paquete de cigarrillos y se lo tire, él lo atajo en el aire.

—Ponte cómodo. —le dije mientras le alcanzaba los fósforos.

—De donde los sacaste? —pregunto mientras se sentaba frente a mí.

—Cortesía de mi buen amigo Glenn. —esbocé media sonrisa.

—Maldición, yo llevo más tiempo con él y nunca me había dado uno. —reí. Nos quedamos mirando hacia el bosque. —Es una linda vista. —dijo mientras llevaba el cigarrillo a sus labios.

—Si, es difícil tener momentos así de paz, donde podes quedarte mirando lo maravilloso de la naturaleza. —lo mire y él me observaba atentamente. — Lo siento, me puse un poco cursi. —reí, pero él solo me miraba.

—Yo debería decir que lo siento. —me sorprendió lo que acababa de decir, pero decidí callar y escuchar lo que tenia para decir. —fui un estúpido al tratarte como lo hice. —bajo la vista y comenzó a jugar con sus dedos, señal de que estaba nervioso. —No estoy acostumbrado a que la gente se preocupe o arriesgue la vida por mi, por eso es que reacciono de esa manera. Para mi es nuevo que a alguien le importe. Siempre tuve que cuidarme solo... —lo interrumpí.

—Pero ahora tienes a gente que se preocupa y que cuida tu espalda. Tienes que aprender a vivir con el amor Daryl. —mis ojos se abrieron como platos, amor? La palabra era cariño! El cazador se percato de mi pequeño desliz e intento darle un fin a la conversación.

—Sí, solo quería pedirte que empecemos de nuevo, aquí vamos a vernos seguido, seguro saldremos en busca de provisiones y coincidiremos con las guardias, es mejor llevarnos bien, así nuestra estadía aquí será más placentera. —dijo dedicándome una minúscula sonrisa. Me quede segundos mirándolo, creía que podía perderme en aquellos ojos azules. Mi mente y mi corazón estaban en una eterna batalla, mi cerebro quería convencerse de que era absurdo sentir algo ahora en medio de toda esta mierda, pero mi corazón estaba convencido de que Daryl provocaba algo intenso en mí.

—Ok, empecemos de nuevo. —me acerque y extendí mi mano. —Mi nombre es Tanya Robertson. —él sonrío y estrecho la mía.

—Daryl, Daryl Dixon. —sacudió mi mano y me dedico otra media sonrisa.

Esa noche continuamos charlando, nos conocimos un poco mas, le conté de mi amistad con Abraham y Rosita, de los días con Peter, y él me contó de su infancia, su padre, de cuando se perdió en el bosque, de la muerte de Merle y del ataque del gobernador. Cuando nos dimos cuenta el sol comenzaba a asomarse.

—Ok, creo que ya es hora que vayas a dormir. — dijo poniéndose de pie.

—Y tú te quedaras? —pregunte mientras guardaba todo en la mochila.

—Sí, esperare al reemplazo. —dijo extendiéndome la mano para ayudar a levantarme. Cuando tome su mano, en el impulso mi pie se engancho con la mochila y tropecé hacia él. Nuestros rostros quedaron a centímetros uno del otro. Un silencio se apodero de ese momento, nos miramos sin poder decir nada.

Escuchamos pasos en las escaleras. Rápidamente me aleje, tome la mochila y salí sin mirar atrás. En la escalera me cruce con Sasha quien haría el relevo. La salude y seguí camino, casi corrí hasta la prisión.

Por suerte estaban todos durmiendo, entre a mi celda, cerré la reja y baje la cortina. Me acosté tapándome hasta la cabeza.

Si Sasha no hubiera llegado que habría pasado? Con esa pregunta rondando mi cabeza me entregue a los brazos de Morfeo.

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Hola lectoras, aqui nuevo capitulo!! Espero les guste. Gracias por leer, votar y comentar.

An Angel In The DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora