Llevamos días vagando solos en este mundo que de buenas a primeras se fue al demonio, hace poco éramos un grupo grande de militares con una misión, una misión que podría salvar al mundo de toda esta miseria y muerte que nos esta asolando día a día. Cuando nos vimos rodeados de esas asquerosas cosas tuvimos que separarnos, muchos perecieron en aquel lugar, lo ultimo que vi al alejarme de nuestro campamento fue a mi amigo y Sargento Abraham y a Rosita quienes corrían para resguardar a el científico Eugene quien podría ser la salvación a todo esto. Sabia que ellos lo llevarían a Washington, pues esa era la misión, decidí dar la vuelta al campamento e intentar seguirlos, pero la horda de mordedores era demasiada. Mi compañero Peter me sujeto del brazo para que lo siguiera, sabia que era imposible pasar por allí, lo mire y asentí, y corrimos hacia el bosque. Antes de perderme entre la arboleda me gire para ver por última vez aquel lugar donde tenía a mis amigos y mi familia, por que para mí después de tantos años, aquellos hombres vestidos de camuflaje eran eso: Mi Familia.
Pasaron dos semanas desde aquello, en varias ocasiones fuimos atacados por mordedores y también por humanos, el mundo estaba loco, no solo debías cuidarte de esas bestias que solo querían devorarte, también tenias que cuidarte de los humanos, que para sobrevivir lo intentaban todo. Del grupo con el que me había ido, muy pocos pasaron la primer semana, algunos fueron muerto por mordedores, otros por defender lo poco que teníamos, al pasar dos semanas los únicos que quedamos fuimos Peter y yo.
Caminamos por días, armando pequeños campamentos, nos turnábamos para dormir, nos cuidábamos la espalda, sabíamos que solo estábamos nosotros, no tenia a nadie quien me cuidara la espalda solo a Peter, por eso me empeñe en cuidarlo, en no dejar que nada le pasara. El hacia poco había entrado en la milicia, y a pesar de que era solo un chiquillo veía que tenia valor y coraje para enfrentarse a lo que sea, pero en mi estaba el sentimiento de cuidarlo.
Una mañana íbamos por el bosque cuando de frente vimos una cabaña, sigilosamente entramos para revisarla, se encontraba totalmente vacía, se notaba por el polvo y las telas de arañas que hacia bastante se encontraba deshabitada. Peter buscaba cosas por la cabaña, yo decidí ir al pequeño galpón que estaba situado al lado. En la puerta había un candado, la madera de esta se veía bastante resquebrajada así que con una patada se abrió ante mí. Comencé a revisar un armario, pero algo llamo mi atención, a un costado había un gran bulto, tapado con unas mantas, me acerque con impaciencia y descubrí aquello, si había algo que me fascinaba en la vida eran las motos, y allí delante mío había una que me recordaba a mi vida pasada, cuando me dedicaba a la milicia, cuando tenia a todos mis seres queridos vivos. Sacudí mi cabeza para quitar esos recuerdos fuera de mí, eso es parte del pasado, ya jamás volveré a sentirme así de feliz.
—Veo porque tardabas tanto, encontraste algo de tu debilidad Tanya! —voltee para encontrar a Peter de brazos cruzados, apoyado sobre el marco de la puerta.
—Sí, es una buena moto, esta en buen estado a pesar de estar abandonada aquí. —pase un dedo sobre el cuero del asiento, dejando la huella de este en el polvo.
—Deberías sacarla y ver si funciona, en caso de que tengamos que huir de aquí. —lo mire, dudando, pero por un lado tenia razón, en caso de ver problemas debíamos correr, y la moto era indicada para atravesar el bosque.
—Ok, ahora la revisare pero no te alegres aun, primero debo ver si tiene gasolina, sino será todo en vano. —observe que sonreía y miraba hacia mis espaldas, gire y pude ver unos bidones azules, me acerque rogando que tengan algo, y para mi asombro estaban casi llenos.
—Hoy estamos de suerte Tanya. —Ambos reímos, él salió y yo me quede revisando aquella moto.
Luego de haber revisado los alrededores y la cabaña nos sentamos a comer lo poco que quedaba en nuestras mochilas, deberíamos buscar algo al otro día, lo único que teníamos era dos latas y una manzana.
—Es increíble que uses el arco pero no puedas cazar algún animal para que comamos! —al hombre el hambre lo ponía un poco insoportable.
—Intente un par de veces, pero en cuanto mi flecha sale...PUF...el animal se fue! — dije un tanto enojada, no era mi culpa el no ser buena cazando.
—Mañana tendremos que buscar algo, no nos queda comida y el agua ya escasea. — Me miro por unos segundos. —tu harás la guardia primero, luego la hare yo.—Asentí con la cabeza, se notaba que estaba muy cansado, así que me levante deje mi rifle a su lado y me senté en la ventana mirando hacia afuera con mi arco a un lado.
Al poco tiempo escuche como Peter dormía, yo solo podía pensar en que había sido de mis amigos, de mi padre, mi hermano, que habría sido de Rosita y Abraham, sabia que el era un hombre duro y fuerte pero Rosita era tan inocente. Cerré los ojos para sacar eso de mis pensamientos, me decía una y otra vez que ellos estarían bien, intentaba convencerme de eso. Luego de un par de horas Peter despertó y me reemplazo, me dirigí al lugar que Peter había dejado y me dormí pensando en todo lo que habíamos pasado estos últimos meses...
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An Angel In The Dark
FanfictionObra registrada en Safe Creative, Código: 1502243323513 (TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS LEGALMENTE). Historia basada en la serie The Walking Dead. Tanya, una joven militar llegara a una prisión donde forjara grandes amistades y relaciones. Juntos atr...