Capítulo 6. ¿Un concepto de amor? Parte I

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Un día miércoles en el instituto Konoha. Los alumnos del BTP seguían en su primera semana oficial de clases. La hora de salida se extendía hasta la 01:40 pm para este grupo, debido al número de asignaturas que llevaban.

El día de hoy, el grupo tenía su primera clase de Informática después del receso. A esta hora se encontraban recibiendo matemáticas con la presencia de Iruka como su maestro en turno.

Naruto estaba algo emocionado por tener a su antiguo tutor como maestro en el instituto de su abuela. Mientras cierto azabache no veía la hora para conocer a dicho maestro. La actitud que tomaba su tío cada que se mencionaba el nombre de Kakashi, le dejaba mucho que desear. Realmente le intrigaba mucho descubrir qué clase de relación unía al dichoso sensei y a su tío chiflado.

***
En Tecno's Uchiha...

Un pelinegro se movía inquieto alrededor de su escritorio, farfullando cosas al aire y haciendo gestos extraños.

—¿Debería llamarlo?¿Hablar con él?¿Invitarlo a salir?— se detuvo a meditar sus opciones —¿Pero qué cosas digo?— dirigió sus pasos a la silla de su escritorio —¡¡Ni siquiera debe recordar que existo!!— soltó con expresión dolida mientras se tiraba en la silla y se reclinaba hacia adelante sobre el escritorio.

Sabía que su sobrino menor tendría contacto con la persona que ocupaba sus pensamientos desde hace mucho. Obito se encontraba ansioso y muy tenso con solo el hecho de saber que tenía a su persona preciada tan cerca y a la vez tan lejos.

—¡Kakashiiiiiiiii!— llamaba en un lamento, dejando la mitad de su cuerpo sobre el escritorio y extendiendo sus brazos en el mismo, en una posición que reflejaba su estado de ánimo.

—¡Obito Uchiha!— la puerta de la oficina se abrió de golpe dejando ver a un Shisui muy molesto y eso se reflejaba en su tono de voz, iba cargado con muchas carpetas y papeles.

—¡Te faltó llamarme tío!— se irguió rápido con cara de enojo que no se podía tomar en serio por el puchero que hacían sus labios.

Shisui lo observó unos segundos y eso le bastó para darse cuenta que su tío tenía una encrucijada mental, pero eso no era motivo para desatender el trabajo.

—Tienes mucho papeleo por firmar. ¡Deja de perder el tiempo con lamentos inútiles y ponte a trabajar! La empresa no avanza sola, ¿Sabes?

—¡¿Lamentos inútiles?!— dramatizó, poniéndose de pie y estampando sus manos contra el escritorio —¿Tienes idea de lo que estoy pasando?

—No, y no me interesa— lo miró inexpresivo, mientras que el otro abría la boca para empezar a quejarse por su falta de consideración —¡Ponte a trabajar, carajo!

—¡No me faltes el respeto, mocoso insolente!— lo apuntó con el dedo acusador y de nuevo tenía esa expresión que no se puede tomar en serio.

—¿Sabes? Por la edad que tenemos, bien podríamos ser hermanos. Así que no te me pongas dramático.

—Y yo que culpa tengo de ser el menor de tres hermanos— lloriqueó, y al menor le bajó una gota atrás de la cabeza por los cambios tan repentinos que mostraba su tío.

—Ya, déjalo así— dijo soltando un suspiro de resignación. Obito era muy raro, especialmente cuando sus emociones se ponían a hacer fiesta sin su permiso —Ponte a leer y firmar esas solicitudes, deben estar listas antes de finalizar el día.

Y otra vez un cambio de actitud por parte del mayor.

Obito se situó correctamente en su escritorio y empezó a ojear las carpetas en completo silencio, parecía estar concentrado. Shisui lo miraba incrédulo, esperando un indicio de que haría o diría algo tonto para evitar su trabajo.

Aprendiendo a Amar a un DobeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora