Capítulo 29. Es el mismo cielo

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La paciencia se le estaba acabando, solo seguir en silencio a aquellos dos lo estaba desesperando, y empeoraba al escucharlos discutiendo sobre algo que a él no le concernía saber.

—¿Estás seguro que puedes confiar en esta gente?

—Ya te dije que sí. Cálmate un poco, Shisui, que tú no te lleves con ninguno de tus compañeros de trabajo, no significa que yo sea igual, conozco a estas personas mejor que tú y puedo decir que confío en ellos... además, no tenemos muchas opciones, necesitamos de toda la cooperación que ellos puedan darnos o estaremos acabados.

—Tu plan tiene esos riesgos— siguió quejándose a pesar de que su tío tenga razón, se está dando la libertad de juzgar a sus compañeros sin siquiera conocerlos.

—El que no arriesga, no gana. Eso dicen ¿No?— iba a abrir la puerta de la sala donde los esperaban.

Kakashi se hartó.

—Oigan— los sujetó del cuello de sus sacos porque al parecer se habían olvidado que él estaba con ellos —¿Me explican ya qué hacemos aquí?— observó a cada uno, mientras Shisui se hacía el desentendido, Obito solo se arregló el traje y siguió con su intención primera, abrir la puerta y mostrarle a Kakashi lo que preguntaba.

Apretó el volante entre sus manos al sentir ese mismo escalofrío de cuando entró en aquella espaciosa sala ataviada de gente que no conocía en su mayoría, todos estaban esperándolos para dar inicio a la reunión donde Obito explicaría la situación y su plan para enfrentarla.

Tan solo ver aquello le hizo entrar en pánico, cerró la puerta y no dejó que Obito o Shisui entraran sin darle explicaciones.

—¿Qué demonios es todo eso?— apuntó a lo que había del otro lado de la puerta —¿Por qué me trajeron aquí?

—Te dije que debías hablarlo con él antes— le recriminó Shisui a su tío.

—Te necesito ahí dentro...

—¡Ni mierda!— protestó enfadado —Toda esa gente trabaja para ustedes y yo no pinto nada, así que me largo— su disposición a irse fue frenada por Obito —Dijiste que no querías involucrarme— le recordó —Estás haciendo lo opuesto, maldito tonto.

—Lo siento, pero de verdad necesito que nos ayudes...

—Obito...

—Kakashi— le interrumpió Shisui la réplica que iba a iniciar —Estoy seguro de que lo sabes... desde que aceptaste diseñar nuestro sistema de seguridad estás metido en esto— soltó un suspiro viendo la incapacidad de su tío para convencer a ese hombre —Cuando lo escuches entenderás por qué te necesitamos.

En ese momento no pudo más que acceder, no muy convencido entró a la sala y unos minutos después entendió la complejidad del asunto y la importancia de su persona en todo ese plan.

Kakashi no olvidará jamás lo excitante que fue observar al estúpido de su pareja comportándose como todo un líder, hablando con soltura y decisión sobre lo que cada persona ahí presente debía hacer para colaborar a solucionar el enredo que sospechaban estaba causando Danzou.

...—Debes inhabilitar a SARI...

Esas palabras significaron su mayor preocupación y el punto débil en el plan de Obito. Le pidieron no sacar del juego todo el programa, simplemente monitorearlo a distancia y hacer que sea intangible ante cualquier intento de penetración a la red, en otras palabras, era lo mismo que dejarlos indefensos. Esa petición causó un cuestionamiento masivo de parte de la gran mayoría hacia las intenciones del director, pero al final los convenció a todo de seguir con esa locura alegando que tomaría toda la responsabilidad si el plan fallaba.

Aprendiendo a Amar a un DobeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora