Aprendiendo a Amar a un Dobe

Capítulo 21. Indicios

—¡Sasuke!— gritó con toda la intención de que su hermanito le escuchara desde cualquier rincón en el que estuviera metido —¡SASUKE!

—Joder, como gritas— se asomó desde la segunda planta, sin muchas ganas de querer bajar hasta donde Itachi le esperaba, pero al ver que el mayor no le iba a decir nada desde ahí, tuvo que bajar —¿Qué te duele?

—A mí, nada. Tío Obito no vendrá a dormir hoy.

—¿Y eso?

—Kakashi.

—Ah...— ya entendía por dónde iba el asunto. Lo que no entendía todavía era por qué su hermano andaba tan bien vestido —¿Vas a salir a esta hora?— se supone que ya era hora de cenar.

—Iré a cenar con Shisui... y posiblemente yo tampoco regrese hoy— le sonrió divertido, la cara de Sasuke decía claramente que no era necesario decirle eso último con tanta picardía —Nos vemos mañana, Sasuke.

—De mí parte no vuelvas— se quedó en su sitio hasta que Itachi salió y cerró la puerta.

Se preguntaba qué tan locos se pondrían ellos si el de salidas fortuitas fuera él, si les dijera de repente que no iría a dormir a casa.

Demasiado locos, eso estaba más que claro.

Dejó de pensar cosas raras y mejor se fue a la cocina con Yiyi, seguramente ya estaba preparando la cena.

***

Mientras Sasuke se quedó solito en su casa, Naruto estaba teniendo una terrible crisis en medio de su oscura habitación.

Karin entró al lugar atraída por esa aura de penumbra que salía del cuarto de su primo... aparte, su tía la mandó a avisar que la cena ya se estaba sirviendo. No esperó encontrárselo en posición fetal y con las manos en la cabeza.

—Naruto... ¿Estás bien?— por alguna razón no se le quería acercar mucho. Lo escuchó murmurar algo, pero no le entendió ni madres —¿Qué dijiste?

—¡LE HE HECHO UN MONTON DE COSAS VERGONZOSAS A SASUKE!— le gritó, poniéndose de rodillas tan rápido, que se asemejó a un resorte doblado volviendo a su forma normal.

—¿Qué?— fue más grande el susto que le sacó al gritar así, que su sorpresa por esas palabras —¿Por eso estás haciendo tanto drama?— le peguntó aburrida —¿No te parece un poco tarde para venirte a dar cuenta de eso?

—Es diferente ahora...— lloriqueó, fue gracias a sus conciencias que terminó así. Los malditos enanos se dieron a la tarea de recordarle esos pequeños roces que había tenido con Sasuke. Y él que no quería espantar al moreno, quien sabe que pensaba Sasuke acerca de eso.

—¿Por qué?

—¡¿Podrías mostrar un poquito más de empatía?!

—Es que no te entiendo. Antes no te ponías a pensar tanto en eso, ¿Por qué hacerlo ahora?

—Bueno...— tal vez fue la forma en la que se lo hicieron ver los enanos, y por eso entró en pánico —No, la verdad, es que sí es vergonzoso. Besé a Sasuke dos veces, la primera fue un accidente, y la segunda... creo que fue venganza por su tío, eso fue muy estúpido de mi parte. Y luego están esas bromitas... ah... debe pensar que solo es un juego, y no quiero eso.

—Era eso— ahora sí lo comprendía —Bueno, tendrás que solucionarlo, solo tú puedes— volvió a la puerta para encender la luz —Ahora deja el drama y baja a cenar.

—Bajaré en unos minutos...

—Como quieras— se fue y lo dejó solo.

Naruto se quedó sentado en el piso, con expresión pensativa. Ciertamente, ahora le preocupaba más lo que Sasuke pudiera pensar de él y sus acciones.