Capítulo 23. Cuestiones de familia

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No fue un accidente, todo fue por la empresa. Kakashi no era tonto, aparte de saber eso, sabía por cuenta propia que Tecno's Uchiha ya había sufrido dos devastaciones desde que fue fundada, y no, Obito no se lo dijo, él mismo estuvo investigando y sus descubrimientos no lo dejaban tranquilo al pensar en su pareja y sus sobrinos. Cualquier otra persona en su lugar, sin ningún parentesco con los Uchiha, no le tomaría importancia al asunto, podría tomarlo como si nada, como si fuera un problema cualquiera en una empresa cualquiera y que lo que suceda no le afecta en nada, pero ese no es el caso de Kakashi y tiene muchas razones para preocuparse.

No preguntó nada más al respecto ese día cuando estuvo en la oficina de Obito, le permitió a él hablar y se dedicó a escucharlo para luego reconfortarlo, aunque él mismo ya estuviera lleno de dudas y temores, no quería mortificar aún más a Obito, él lo quería al margen por una razón y Kakashi comprendía que debía hacerlo así, no debía inmiscuirse en asuntos familiares, era posible que no pasara nada de lo que su mentecita imaginaba, pero si llegaba a darse el caso, no iba a dejar que Obito lo hiciera a un lado de nuevo.

Con todo eso en la cabeza, siempre que Obito no estaba ahí para distraerlo, Kakashi se perdía por completo. Justo ahora estaba regando la tinta de la impresora de Minato y ni cuenta se daba.

—¿Estás bien, Kakashi?— desde su escritorio lo observaba con curiosidad, ese muchacho estaba muy distraído y no se percataba del desastre que le estaba haciendo en la impresora.

—¿Mh?— siguió inyectando el líquido negro al cartucho, el cual ya desbordaba tinta manchando sus dedos, al sentir el frío y el olor de la tinta regada fue que reaccionó—¡Ay, no!— se asustó al ver sus dedos manchados de negro.

—¡Espera, no...!— tarde, al sacudir los dedos salpicó tinta por todos lados, incluso en el rostro de Minato —... sacudas las manos— se pasó la lengua por los labios al sentir algo fresquito, era tinta —Agh, apuesto a que me quedó negra la lengua— Kakashi estaba nervioso —¿Me quedó negra?— le mostró la lengua.

—Lo siento mucho...

—Te pregunté si tengo negra la lengua.

—...No— pensó que su sensei se iba a enojar, pero se veía de buen humor como siempre —Voy a limpiar esto.

Minato lo vio tomar el paquete de servilletas que tenía disponible para limpiar los cartuchos, estaban vacíos, por eso le pidió a Kakashi el favor de rellenarlos de nuevo, necesitaba imprimir varios documentos, pero no esperó que una tarea tan simple como inyectar tinta a unos cartuchos se convirtiera en una salpicadura.

—¿Te pasa algo?

—No... nada— le dio comezón en la nariz, y con los dedos negros y la tinta aun fresca, se rascó —¡Joder!— Minato se rio al verlo con la nariz manchada, era obvio que algo lo estaba inquietando, Kakashi no es tan descuidado —¡No se ría!

—No sueles cometer errores, déjame disfrutarlo— se siguió burlando hasta que el paquete de servilletas le pegó en la cara —¿Y esa falta de respeto?

—Límpiese antes de que la tinta seque— y él que pensó que la adultez, el matrimonio y un hijo había hecho madurar a ese hombre, pero seguía igual de alegrito que antes, eso era bueno, excepto porque a Minato le gustaba irritarlo a veces —¿No tenía prisa por imprimir?

—Sí, bueno...— se frotó una servilleta en las partes que veía manchadas en el reflejo de la pantalla bloqueada de su computadora —Es algo preocupante verte medio perdido. Vamos, cuéntale a tu viejo sensei lo que te pasa— le sonrió.

—No, a usted le gusta el chisme.

—¡Eso no es cierto!— oh, Kakashi lo sabía, solo quería molestarlo y evitar el tema —Solo me preocupo por mi hijo adoptado— su expresión sufrida hizo que Kakashi le salpicara de nuevo, esta vez adrede —¡Oye, no seas grosero!— que triste, Kakashi le perdió el respeto cuando creció.

Aprendiendo a Amar a un DobeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora