—¡Mamá!
Desde la oficina de su esposo pudo escuchar los gritos y la carrera de su hijo, buscándola.
Suspiró, y sonrió cuando también distinguió la voz de su sobrina. Ambos jóvenes acababan de llegar del instituto. Siguió tecleando en la computadora frente a ella, esperando que sus pequeños llegaran hasta la oficina.
Kushina Uzumaki, esposa del Ministro de Educación, y aparte de eso, reconocida repostera y chef de postres. Se encontraba trabajando en su tercer recetario de postres. Cuando su esposo no estaba en casa, metido en la oficina, ella ocupaba su lugar en ese escritorio, ya sea para trabajar en su libro, o para ayudar a reducir el trabajo de Minato.
La puerta se abrió y su escandaloso hijo hizo acto de presencia.
—¡Mamá!... Tsuki me dijo que estabas aquí.
—Buenas tardes, hijo— corrigió la falta de modales del chico. Por lo general le habría gritado, pero últimamente estaba más centrada en descubrir el comportamiento y los cambios de humor de su hijo.
—Lo siento... buenas tardes, madre— se rascó nervioso la cabeza. Aún no se acostumbrada a ver a su madre tan seria con él —Estoy en casa— la vio sonreírle, y eso lo relajó. Simplemente notaba a su progenitora muy al pendiente de cada uno de sus movimientos.
—Bienvenido, Naru. Ahora sí, dime ¿Por qué tanto apuro en encontrarme?
—Oh, el viernes hay reunión en el colegio.
—¿A qué hora?— siempre estaba disponible cuando se trataba de los estudios de Naruto.
—Ah... eh, pues... Jeh, se me olvidó— sonrió nervioso, cuando vio a su madre taparse la cara para ocultar la sonrisa que su despiste le causó.
—Todo se te olvida, Naruto— Karin llegó a darle un leve golpe en la cabeza, para ver si así lo ubicaba de una vez —Buenas tardes, tía— recibió un asentimiento como respuesta. Su atención regresó a su primo.
—¡Es culpa del teme!
—¿Por qué siempre le hechas la culpa a Sasuke?
—... ¿La verdad?... no lo sé. Solo sé que él tiene la culpa... ¡Hoy me ganó en la carrera de relevos en la clase de Cejotas-Sensei!— levantó su puño, como si el problema con nombre propio estuviera frente a él —¡Pero en la próxima le gano yo!
—Sí, lo que tú digas— ya no se le hacía raro que Naruto estuviera tan competitivo con Sasuke. Después de todo, el moreno le dio alas al rubio.
Kushina los observaba, la habían dejado en segundo plano, pero no le molestaba. Desde hace algún tiempo el nombre de ese chico retumbaba en las paredes de su casa.
—Tía, la reunión es a las nueve de la mañana, en el auditorio— se acercó para entregarle la convocatoria. Al vivir bajo el mismo techo que Naruto, solo les entregaban una para ambos, pues estaban representados por la misma persona.
—Parece que el semestre se les viene encima— comentó, al leer el motivo de la reunión. El primer semestre estaba por ser evaluado. Miró la cara de disgusto de su hijo. Naruto pasó con algo de dificultad la primera evaluación, y ahora tendría que enfrentar la segunda y última, para cerrar el promedio del semestre.
—Creo que van a determinar las horas de reforzamiento para los que posiblemente reprueben la evaluación— vio a su primo haciendo muecas. Le hizo gracia, sabía que el rubio tendría problemas con los exámenes, y él mismo era consciente de ello —Por eso los alumnos también estaremos ahí.
—Entiendo. Quiero que ambos se esfuercen, ¿De acuerdo?
—Sí.
—¡Odio los exámenes!— la mirada enojada de su madre lo hizo temblar —Pe-Pero igual me esforzaré... Lo prometí ¿No?
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Aprendiendo a Amar a un Dobe
FanfictionTodo empieza por un aparentemente pequeño cambio en el sistema estudiantil del Instituto, lo que hará que la vida de nuestros personajes se cruce y empiecen una nueva aventura, donde tendrán nuevas experiencias y sentimientos encontrados, peleas, di...