Capítulo 35. Tiempo fuera

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—¿Por qué Kakashi nos pide diseñar un juego?— se quejó Naruto tirado sobre la cama de Sasuke, tapándose la cara con el folleto que Kurama le dejó todo mordisqueado.

—Porque es el profesor y puede hacerlo— fue su respuesta estando concentrado en la pantalla de su laptop, haciendo los diseños que su folleto pide. Escuchó a Naruto resoplar —¿No venías a trabajar en eso?

—Tengo pereza.

—Deja de flojear— se dio la vuelta en su silla y le lanzó el tapón de un bolígrafo a la cara, y por supuesto, rebotó en las hojas que cubren el rostro del rubio.

—Ven aquí— levantó ambos brazos haciéndole la invitación.

—No...— estrechó los ojos con desconfianza.

—No seas malo, Sasuke.

—¿Para qué quieres que vaya?

—¿Me tienes miedo?— medio rostro se asomó entre las paginas, sonriendo travieso —No voy a morderte— al ver la reticencia del otro, volvió a taparse la cara y suspiró frustrado —A veces ni parecemos novios.

—A veces olvido que lo somos— susurró apartando la vista. Al parecer Naruto lo escuchó y se echó a reír.

Ambos concuerdan en eso.

—Sasuke...

—¿Qué?— volteó a verlo.

—Ven.

Lo miró, lo pensó, se tentó, se negó y se tapó la cara avergonzado, todo en silencio y Naruto ahí esperándolo en su cama, anormalmente relajado y en silencio también, casi como si estuviera dormido. Quizás está pensando en esa situación de ahora.

Sasuke volvió a verlo, se mordió el labio inferior e internamente se burló de sí mismo.

No había nadie más en ese cuarto que pudiera apreciar el sigilo que cubrió ese pequeño viaje de Sasuke, abandonando la silla para ir hacia la cama. Naruto dejó de respirar cuando sintió los costados de la cama hundirse por el peso de las manos y rodillas de Sasuke, y sonrió con los ojos cerrados cuando lo sintió sentarse en su bajo abdomen sin dejarle caer todo su peso.

—Aquí estoy ¿Para qué me querías?

—Ya se me olvidó— se quitó el folleto de la cara, en realidad no esperaba ese movimiento, no creía capaz a Sasuke, no después de que le andaba huyendo luego de aquella aventurilla en los baños del colegio.

—Entonces me voy— iba a levantarse, quería ir a esconderse en algún oscuro lugar.

—Quieto— se levantó un poco para abrazarlo y llevárselo al colchón junto con él —Vamos a recordar lo que somos— no le dio tiempo a preguntas ni quejas, lo atrajo hacia él con una mano en la nuca y la otra tentando su pierna izquierda, tomó sus labios y la respuesta favorable no tardó mucho.

Lo presionó más hacia abajo, hasta que Sasuke dejó de intentar levantarse y se dejó caer sobre su cuerpo con las manos rendidas a os lados de su cabeza, disfrutando del beso. Cuando Naruto se movió un poco hacia arriba, alineando convenientemente sus cuerpos y colando su mano izquierda dentro de la camiseta ajena; Sasuke se separó por el escalofrío de sentir perfectamente la entrepierna de su vigoroso novio bajo la suya.

—Oye...— se levantó aguantando su peso sobre sus rodillas, aun sin quitársele de encima e intentando verse imperturbable a pesar de ese pequeño sonrojo —Es suficiente.

—No, aun no— se sentó de golpe abrazándolo, aspirando su fresco aroma —Un poquito más ¿Sí?— esos ojos estrechados viéndolo de esa manera tan altiva no lo hacen retroceder. Se llevó a Sasuke contra el colchón esta vez, parece inseguro, pero aún no lo detiene. Tomó sus manos y entrelazó los dedos, lento y con cautela las elevó hasta arriba de su cabeza, agachándose en el proceso hasta estar cara a cara, recibiendo el aliento del otro, con una fija e intensa mirada conectándolos a la maraña de pensamientos del contrario, sin saber nada en realidad, solo lo que quieren ellos mismos —¿Me dejas?

Aprendiendo a Amar a un DobeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora