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- La rusa se quedó de piedra al escuchar aquello. ¿Que dijiste? - preguntó con incredulidad.
- Eh... Yo... Es que eso es lo que estoy ensayado para decirle a la chica que me gusta. ¿Es muy súbito, poco romántico, o impulsivo?
- Ah, he... Creo que debes calmarte anciano y cuando llegue el momento te sugiero que lo hagas con dulzura y gentileza, a las mujeres les gusta eso.
Pero no creo que hayas venido a hablar de eso ¿O sí?
Porque si es así entonces podemos dejar ésta charla para otro momento.
- ¿Porqué, esperas a alguien?
- No, más bien alguien espera por tí. ¿O es que Carter no ha despertado de su estado de coma?
- No es para nada gracioso, pudiste lastimarla en serio.
- ¿Entonces resulta que es mi culpa? Ella se excedió.
- Debiste detenerla.
- Eso hice.
- Nat sabes muy bien como inmovilizar a una persona.
- Fue lo que hice solo que con otra técnica.
- Natasha no quiero discutir solo he venido para que le brindes una disculpa a Sharon.
- ¿Se te congeló nuevamente el cerebro Rogers?
Estás demente si crees que le voy a pedir disculpas. Ella comenzó todo.
- Y te pidió disculpas.- dijo el cap levantando un poco la voz.
- De una manera sarcástica.
- Ella es más frágil que tú...
- ¿Y yo que culpa tengo?
- Sabes que... Olvídalo. Pensé que dentro de tí había un corazón pero es imposible.- le habló el rubio con determinación.
- Nat solo le dió la espalda para evitar que el rubio viera cuánto le habían afectado aquellas palabras.
- Lo siento mucho Nat, perdóname.
- No tienes porqué pedir perdón,es la verdad, no tengo un corazón, no tengo lugar en el mundo. Ella pasó por su lado y abandonó la habitación.

Natasha enfurecida y dolida abandonó la torre.
Poco tiempo después...
-¿Cómo te fue con Natalia?
¿Le dijiste lo que sentías?
- No, y a decir verdad Buck creo que cada vez más la alejo más de mí.
- ¿Que sucedió?
- Hablamos de Sharon.
-¿Qué?
- Le pedí que le pidiera una disculpa y...
- y mandaste todo a la mierda. ¿Cómo se te ocurre?
- Bucky no se lo que hago ni lo que digo yo solo... Estoy muy confundido.
- Solo digo que hubiese Sido mejor pegarle un tiro, le dolería menos que pedir una disculpa.
También, también le dije que...
Que no tenía corazón.
- ¡Por Dios Steve! Sabía que eras muy malo en las conquistas pero no sabía que tanto.
¿Porque dijiste tal cosa?
- Es que ella no quería disculparse.
-Perdoname pero Natalia no tiene porqué disculparse. 
- Ya sé.
- ¿Tienes idea de a dónde fué?
- No, solo salió sin decir nada.
- Entonces tendrás que esperar a que vuelva.
- Bucky ella , ella no querrá hablar conmigo.
Es mejor que olvidemos todo y...
- ¿Qué? La quieres y te das por vencido.
- No, es solo que ella no es para mí, así lo siento.
- Lo que m parece Stevie es que eres tú el que se quiere convencer de eso.

Barnes salió dejándolo solo.

Natasha volvió a eso de las dos de la mañana, todos dormían. Muchos no sabían que estaba fuera de la torre. Otros como Bucky no le preocupaba pues la rusa sabía cuidarse sola. Pero Steve Rogers estaba preocupado y no solo eso, se sentía culpable.

Así que la esperó frente al elevador.
Natasha llegó algo tocada de alcohol. Pero consiente, cargaba una botella de Whisky en su mano. No había reparado en la precencia del rubio que la veía incrédulo.

Nat dió el último sorbo de la botella tirando su cabeza hacia atrás para que el líquido fluyera por su garganta más fácilmente. Al bajar su cabeza y abrir los ojos vió al cap recostado de la pared cerca del elevador.
Lanzó la botella de cristal al zafacon más cercano sin tan siquiera mirarlo y a pesar de no estar tan cerca encestó con gracia la botella.

Nat comenzó a caminar tratando de ignorar la precencia de su líder , presionó el botón del elevador y solo espero.

-¿Dónde estabas?
- No te incumbe.
- Claro que sí, mira como estás.
-¿cómo estoy Rogers?
- Ebria.
- Eres tan ingenuo, ni si quiera sabes lo que es estar ebrio.
- Tienes razón, no se muchas cosas de este siglo pero sí sé que estás algo tocada pero también tienes razón en algo, no me incumbe.
- ¡ Gracias!
Nat yo solo... Te estaba esperando. Estaba preocupado.
- No necesito angel guardián, se cuidarme sola.
- Se perfectamente que sí pero al mejor cazador se le puede ir la liebre.
- No a mí.
(Hubo silencio entre los dos)
- Nat, perdóname, no tienes por que pedir disculpas, no hiciste nada que Sharon no haya provocado antes. Es solo que como líder del equipo me gusta que todo esté bien entre sus miembros.
- ¿Que dijiste?
- Aún no estoy seguro pero creo que Fury quiere a Sharon en los vengadores.
- ¿Porque rayos Fury haría eso? Ella no tiene un poder excepcional ni nada de eso.
- Tampoco Barton ni tú.
Nat lo miró molesta.
- perdón solo me refiero que no tienen superpoderes pero si habilidades y destrezas que Sharon puede poseer.

Las puertas del elevador se abrieron.
- Si claro como digas Jefe.
Natasha entró al elevador y Steve la siguió.
- Nat
- Ya es de madrugada Rogers , estoy tocada como dices y no aguanto un sermón más.
Solo quiero...
Mmmm
- ¿Nat?
¿Nat?
- Nada, olvídalo.
- ¿Que es lo que quieres?
- dije que lo olvides.
-  tal vez pueda ayudarte así que insisto.
- ok, necesito un buen y caliente sexo.

El poco color de la piel de Steve desapareció, dejándolo blanco como un papel.
Natasha moría de risa por dentro.

Se acercó al panel de botones del elevador y lo detuvo.
- ¿Entonces me ayudarás Rogers?
Steve no podía articular palabra porque Natasha se le acercaba lenta y seductoramente.
- Nat - dijo Steve sintiendo que la voz se le quebraba.
- Ella se acercó y pegó su cuerpo al de él empujándolo hacia la  pared del elevador.
- Nat
- Shhhhh!
Lo calló ella.
Y lo besó.
Steve correspondía torpemente el beso al principio pero después se acopló a él.
Ella sin romper el beso tomó la mano de él y la llevó a su cintura. Steve inmediatamente apretó la cintura de ella en un intento de liberar su preexcitación. Ella profundizó el beso y el subió sus manos a la espalda de ella y la acariciaba.
Nat se separó para echar su cuello hacia atrás y tiró del cabello de Steve para guiarlo a su cuello. El comenzó a besar su cuello y la rusa comenzaba a gemir. Fue ahí cuando Steve se detuvo y la separó de él sin ser brusco.
Ella lo miró entre incrédula y expectante.
El agachó la cabeza y...
- No puedo, perdóname pero no puedo.
Él no la miraba, ella no dijo nada. Se alisó la ropa con sus manos y volvió al panel de botones y enseguida el elevador comenzó a moverse.
Steve no levantó la mirada ni dijo nada.
La puerta del elevador abrió y Nat comenzaba a caminar para salir, él la detuvo.
- ¡Perdóname! Seguimos siendo amigos ¿Cierto?
No quise ofenderte ni prospasarme contigo.
- ¿De que hablas? Fuí yo quien te besó.
- Pero yo debí detenerte y no lo hice.
No quiero lastimarte.
- No podrías hacerlo aunque quisieras. Recuerda que yo no tengo un corazón.
- Jamás debí decir esa estupidez. Tienes un corazón de oro Nat. Eres bondadosa, tierna, divertida, extrovertida y maravillosa y a diario me das lecciones de vida. Es solo que cuando estoy a tu lado no me salen as palabras, me ganan los nervios y quiero ser honesto contigo pero...
- ¿De que hablas Rogers?
Bien, está bien  yo...
Nat me gustas, me gustas mucho.

Hasta aquí el capítulo bendiciones. Felices fiestas y que Dios los bendiga a todos.

 Entre tú y yo, ella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora