capítulo 2 Un Intento

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Natasha pasó esa noche fuera de la torre, le había dicho a Steve que Fury la necesitaba, y eso era solo una mentira. Pero para sostenerla debía desaparecer hasta el otro día.

En la mañana siguiente Natasha llegó a la torre para encontrar a la mayoría despiertos ya desayunando. Obvio que el capitán América sería uno de ellos pues le encantaba despertar junto con el sol.
- ¡Buenos días Nat! ¿Cómo te fue?
- Bien, gracias. ¡ Buenos días para ti también!
Natasha siguió camino a su habitación.
-¿No creen que está algo estraña?- preguntó Sam.
- Yo la veo igual que siempre- dijo Clint para que no hicieran más conjeturas. Él era quien más la conocía y si algo acontecía en torno a ella y Clint hablaba y todos se calmaban.

Pasaron unas cuantas horas y después de haber arreglado par de cosas en su habitación, Natasha decidido tomar un baño. Dejó caer toda su ropa en el suelo y se metió a la tina con sales de baño perfumadas de lavanda.

La puerta de su habitación era tocada por un rubio guapísimo de rostro juvenil a pesar de sus setenta años.
La espía no escuchaba la puerta por eso Steve no tuvo respuestas y algo preocupado abrió lentamente la puerta mirando por la rendija y diciendo el nombre de la peliroja, la puerta del baño estaba entre abierta y fue entonces cuando ella lo escuchó.

- Steve, estoy tomando un baño, necesitaba relajarme. ¿Qué necesitas?
- Solo quería mostrarte algo y hablar pero puedo esperar.
- A pesar de los sentimientos que la espía estaba teniendo por él nunca dejaba de ser ella misma. No dejaba de tener ese aire sensual y sexy manifestado por su voz. Ni abandonaba la manera de contonearse al caminar. Ni las bromas de carácter sexual y mucho menos a Steve que era un blanco fácil por ser el señor anticuado y correcto. Por tanto no dudó en bromear con él.
- Oye soldado, si necesitas hablar puedes entrar, solo estoy tomando un baño.
Puedes echar un vistazo y si te gusta puedes quedarte.
- Nat, pero que cosas dices.
Jamás haría tal cosa, esperaré afuera a que termines.
Y así lo hizo. La peliroja salió al poco tiempo con una camisa de tirantes y unos pantalones cortos y secaba su cabello rojo con una toalla.
- Ahora sí Rogers, ¿Qué querías contarme?
Él capitán no pudo hablar al instante pues se había quedado contemplando los cortos de la chica.
- Hey! Steve te estoy preguntando de que querías hablar dijo haciéndole señas con las manos para sacarlo del transe.
- Perdóname Nat, quería mostrarte esto.

El rubio sacó un sobre azul claro y se lo entregó a la chica. Ella lo abrió sin suspenso y leyó.
- Esto es magnífico Steve, estoy muy contenta por tí.
Quieren darme un reconocimiento ya sabes por la guerra, como por mucho tiempo me creyeron muerto pues al parecer quieren reconocerme ahora y así también le sacan punta a lo de que soy un vengador.
- En eso tienes razón pero no es sólo el gobierno, shield también quiere reconocerte.
- Sí
- Pues te felicito soldado.
- Nat, yo me preguntaba si... Bueno como no pudimos salir anoche pues me preguntaba si quieres ser mi acompañante en ésta actividad.
- Steve yo...
- Pepper irá con Tony, también fueron invitados. De hecho creo que todos los vengadores fueron invitados. Tu invitación debe estar en alguna parte. Tony debe tenerla. Así que como sea vas a estar allí pero pensé que...
- Steve estás balbuceando.
- Sí lo siento bueno es que...
- Iré contigo Steve, seré tu pareja si así lo quieres.
El rubio sonrió ampliamente.
- ¡Gracias Nat!
- De nada cap.
Él se acercó para darle un beso en la mejilla y ella quiso tantear el terreno así que movió un poco el rostro para que sus bocas quedarán muy cerca.
- Nat- dijo mirándola a los ojos.
- ¿Sí, Rogers?
- Yo... Yo... Tengo que irme. Ehhh, Tony me espera para... Para revisar unas cosas sí eso.
Natasha sonrió sabía que era un pretexto para huir de aquel posible beso.
- Ok , no hay problema soldado.

Los días pasaron y se acercó el día de la ceremonia de reconocimiento.
Eran exactamente las ocho de la mañana cuando el elevador de la torre Avengers se abrió dejando ver a el rey Tachala y a Bucky Barnes.
Tony los recibió amablemente. Ya había hecho las pases con Bucky, así que ya estaba todo olvidado. Cuando los demás vengadores fueron despertando se unían a la mesa del desayuno poco a poco. Steve conocía la historia de Natasha y Bucky, bueno no con detalles pero el soldado del invierno le había contado todo a su amigo, cuando hubo recuperado todos sus recuerdos en wakanda. Lo que Bucky no se había atrevido a confesar era que Natasha todavía le movía el suelo y que estaba muy confundido sobre sus sentimientos hacia ella y más aún cuando Rogers le había dicho que creía que le gustaba.
Cuando Natasha despertó fue a la cocina a buscar algo para desayunar y se topó con la escena, allí estaba él, su primer amor y un hombre que había Sido y todavía era difícil de olvidar porque lo vivido entre ellos fue muy intenso.
- ¡Hola Natalia!
- Natasha, solo Natasha- dijo ella- ¡Buenos días!- dijo tratando de aparentar indiferencia pero la realidad era que hasta el hambre se le había ido.
Al poco rato el rey Tachala y Tony se apartaron para hablar un poco.
Y Barnes aprovechó para abarcar a la espía.

- ¿Y cómo has estado?
- Bien.
- Sí te ves muy bien.- dijo seductoramente.
Natasha se removió en su asiento incómoda o tal vez no, quizás fue el impacto de algún recuerdo que la hizo estremecer. Eso todavía era una duda para ella.
- Me gustaría hablar contigo Natali...sha.
¿Quieres acompañarme a la terraza?
- Vamos- aceptó ella, no era mujer de esquivar situaciones como ésta. Si había que coger el toro por los cuernos lo haría.

Ambos se retiraron a la vista de los otros dos.

Al poco rato los demás fueron llegando a desayunar.

Steve no dudó ni un segundo en darle la mano a Tachala y darle un caluroso abrazo. No tenía idea de que estaba haciendo ahí pero de seguro también estaba invitado a la ceremonia de reconocimiento.
Tampoco dudó en preguntar por su mejor amigo y casi hermano.

- Tambien vino.
- ¿Dónde está?
- Me parece que está en la terraza con la peliteñida.- espetó Tony
- ¿Con...Nat?- pregunto como si su corazón su hubiera congelado de nuevo.
- Sí.
- Iré a saludarlo.
Steve se dirigía a la terraza a paso de hormiga, estaba asustado, tenía una sensación de miedo. Aún no sabía que sentía por Natasha y ya tenía miedo de perderla. ¿Y si él estaba allí por ella? ¿ Y si vino a recuperarla?
Llegó a la terraza y antes de presentarse trató de espiar a ver si veía algún indicio de los planes de Bucky para con Natasha.
Y efectivamente, ella estaba sentada en el borde de la terraza, relajada, como si la altura del lugar no le provocara nada y él frente a ella. Su mano estaba muy cerca de la de ella y con un leve movimiento le agarro el meñique. Eso significaba que le interesaba, desde joven lo había visto en acción con otras chicas y siempre todo comenzaba agarrandoles el meñique. Se lo sostuvo por unos minutos, luego vió como Natasha lo miraba a los ojos, sonreía y lentamente fue soltando su meñique de las manos de Bucky. En ese momento sintió que había esperanza. Se armó de valor y salió de su escondite.

- ¡Bucky!
- ¡Steve!
El soldado se acercó y abrazó a su amigo.
Natasha no podía dejar de mirar la escena. Una amistad que ha perdurado tanto a pesar de todo. Podría llorar pero se vería patética.

Los amigos intercambiaron palabras olvidando que Natasha estaba allí.

- Bueno los dejo para que sigan con su romance.- dijo burlona.
- ¿Hablamos luego? - pregunto el pelinegro poniendo algo incómodo al rubio.
Pero Steve contraatacó - Nat pasaré por tí a las 7:30.
- Bien Cap.
Y de seguro habrá más tiempo para hablar Barnes, hoy tengo que acompañar al anciano al evento.
Nos vemos chicos.

Hasta aquí el capítulo, bendiciones

 Entre tú y yo, ella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora