Después de una deliciosa ducha calentita organizo parte de mi ropa en algún estrecho espacio del armario, luego limpio la alcoba y por último preparo una exquisita cena para dos.
─Ricardo ─entro al despacho, sigue sumido trabajando hasta que cierro el ordenador y se percata de mi presencia ─, la cena está lista.
─Huele bien, ¿preparaste pollo? ─agarra mis caderas con fines inocentes de posarme en su regazo, sus dedos trazan una excitante hilera de caricias en mi espalda.
─Pastas en salsa de carne.
─Rico ─rodea mi cuello con sus manos y me besa suavemente hasta dejarme sin aliento ─. Los labios te saben a salsa.
─Quedó exquisita.
─Verónica ─susurra contra mi boca ─. Te amo.
─Yo te amo más ─muerdo su labio inferior.
En silencio nos separamos, él sale del despacho y yo me quedo sentada viendo la pantalla del ordenador, hay cientos de números y cifras en una estadística, varios conceptos y una serie de resultados.
Al levantarme del sillón un buzón entra al email de Ricardo, reviso la bandeja y para mi sorpresa encuentro una larga e interesante conversación entre él y su abogado.
─ ¿Qué haces? ─cierra el ordenador de un golpe tomándome descuidada, su mandíbula se contrae y me mira fijamente con desaprobación.
─Vi que te llegó un correo y quise abrirlo. No leí mucho.
─No deberías leer ni una línea ─guarda todas las cosas en el buró.
─Perdón, no creí que fuera tan...
─Importante. Sí, lo es.
─ ¿Qué ocultas?
─ ¿Qué? Nada.
─Dime qué ocultas ─lo jalo por el codo.
─Ya te dije que nada ─rebate igual de cabreado ─. La cena se enfría.
Me quedo callada de brazos cruzados viendo cada uno de sus movimientos.
─ ¿Por qué me ocultas que tu abogado estuvo detrás de lo de mi graduación?
─Verónica dijiste que no habías leído mucho.
─Dentro de lo que pude descubrí eso. ¿Qué pasa, Ricardo?
─No pasa nada ─asevera hastiado, se pasa las manos por el pelo y luego las reposa en su nuca ─. ¿podemos ir a comer?
─Podemos ─tomo asiento ─, pero luego de que me expliques lo que hiciste a mis espaldas.
─ ¡deus! ─gruñe molesto ─, ¿qué quieres que te diga?
─La verdad.
─ ¿Qué verdad?
─La verdad de cómo no tuvimos penalizaciones por confraternizar.
Resopla exhausto una bandada de insultos en francés y se tira en el pequeño sofá de cuero negro esquinero de su despacho.
─Te quiero al margen de todo.
─No puedes, recuerda que soy la razón por la que todo esto se complicó. Debes informarme lo mínimo ─inspiro hondo ─. ¿Qué asunto manejas con tu abogado? Será la última vez que te pregunte.
─Joder. Ya te diré ─me molesta tanto que actúe así ─. Iban a expulsarte por violar la norma de no confraternizacion, William debía despedirme y era un trabajo complejo para él puesto que... bueno, me considera excelente catedrático y estuvo ayudándome durante meses para que obtuviera la credencial de pedagogo.
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El profesor Miller © (SIN CORREGIR)
RomanceElla no es la típica chica objeto de acoso por parte de su profesor. ¡Eso jamás! Verónica es... la acosadora, la desquiciada, loca y pervertida estudiante sin límites; que a un semestre de graduarse decide arriesgarse a dar una optativa ajena a sus...