Cap 42: Noche buena

8.1K 581 101
                                    

Noche buena.

─ ¿Y?

Trago en seco y me limpio las lagrimas.

─Vamos cariño, di algo.

Miro la prueba casera de embarazo que acabo de usar y luego a Ricardo.

─Dio positivo ─musito.

─ ¡Sí! ─salta emocionado y también me carga.

─ ¡Me dejarás caer! ─grito y río a la vez.

─ ¡Me harás papá!, ¡seré papá! ─repite orgulloso y me arrebata la prueba ─. Vaya. Seré papá, no lo puedo creer.

Me muerdo el labio.

Pienso en las siguientes horas cuando nuestras familias sepan.

─No es seguro ─lo desinflo ─, aveces las pruebas se equivocan.

Me lanza una mirada de desaprobación.

─Mañana irémos por una prueba médica ─sentencia ofendido.

─Mañana es navidad, nadie trabaja.

─Entonces irémos después pero de que te harás la prueba, te la harás.

─Soy dueña de mi cuerpo.

─No vengas con ideologías feministas ─gruñe.

─Abortaré.

─Verónica.

─ ¡Deus, es broma! ─carcajeo ─. Oye, también estoy feliz, ¡Yuju, seré mamá!

─Le diremos a los demás durante la cena, ¿te parece?

─No es seguro aún.

─Dijiste que las pruebas caseras eran confiables.

─Dentro de lo posible, también tienen un margen de error.

─Igual daremos la noticia, yo sí sé que soy papá.

─Joder, como quieras.

Tocan la puerta.

─Pasen ─dice él en un tono mas ronco que de costumbre.

─Señor, ya llegó su familia y preguntan por usted ─inquiere Fannie, la nueva empleada que contraté.

─Oh, mierda ─termino de arreglarme, me doy un último retoque de labial carmín y me pongo los tacones de aguja, acto seguido le pido ayuda a mi profesor con la cremallera de mi vestido en licra súper ajustado.

─Iré a darles la bienvenida, no olvides bajar a tiempo ─le advierto.

─Te amo ─me da una suave palmada en el trasero en vista de que abandono la habitación.

Entre el resultado de la prueba y la cena de noche buena con nuestras familias estoy a nada de morir por estrés, nunca creí que crecer y ser mujer fuera tan difícil, no si mi vida se reducía a fiestas, sexo y alcohol.

Respiro profundo y sonrío con tranquilidad inducida.

─Bienvenidos ─digo y, acto seguido alcanzo una copa de champán y justo cuando el fino borde del cristal roza mi boca Ricardo aparece.

─Recuerda que estás embarazada ─me susurra mientras sujeta firmemente mi cintura.

Después de saludar a los invitados, tomarnos fotos y bailar un poco, llega el momento de soltar la sopa.

─Oh, Dios ─siseo y trago saliva.

─Familia ─Ricardo pone su copa de vino en alto, sus padres y los míos son los primeros en fijarse ─, Verónica y yo tenemos una noticia que compartir.

El profesor Miller © (SIN CORREGIR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora