FÉNIX [Cornelio Vega] TERMINADA

O7

-A mi tu Corne me vale 3 hectáreas de puritita verga, esta es mi casa y yo decidió quien entra y quien sale, así que si me haces el favor, lárgate a la Chingada.- le dije sonriéndole al final de mi amenaza.
-Gala.-escuché la voz de aquel perro indio después tanto tiempo.
-Que Gala ni que Gala, se me largan los dos pero YAAA! Si quieres venir tu con los Guzmán no hay pedo pero no traigas a tus mascotas por favor.-le dije mirándolo con asco.
Al parecer todo el ruidajo había despertado a Archi, empezó a llorar y aún estando recargado en el pecho de Ovidio sin que se viera su carita empezó a arrullarlo para dormirlo.
Esta acción llamó de inmediato la atención de Cornelio quien se quedó callado y parecía como si se fuera a acercar.
-ya acábense de largar a la chingada!!.-les dije ya harta de la situación, tenía los nervios de punta.
-¿Qué te crees tu eh? ¿Que por qué tú papá se murió y eres la zorra de los Guzmán ya eres patrona?.-me pregunto aquella naca la cual no sabía su nombre y tampoco me interesaba saberlo.
Cuando la escuché solamente pude reírme en su cara, que huevos tenía la zorrita esta.
-Mira mi Reina, yo no necesito acostarme con nadie para ser tu patrona, que no se te olvide que lo fui desde hace mucho, acuérdate que tú limpiabas mi vomito así que no te vengas a hacer la de la alta solo porque conseguiste quien te pagara las operaciones, aunque la mona se vista de seda, mona se queda plebe.-le dije tirándole un beso ya bien perra harta y controlándome para no soltarle un putazo ni darle su arrastrada.
Sabía que no tenía caso seguir discutiendo con esta gentuza, por más que lo intentara nunca iba a entender cual era su lugar y cual era el mío.
Rodee los ojos ya dispuestos a subir a acostar al Niño antes de que volviera a despertarse, me giré tomando la mano de Ovidio para subir las largas escaleras y conseguir un poquito de paz mental.
Apenas había dado un paso cuando sentí como tiraban de mi cabello hacia atrás.
Bien emputadota me giré y le metí un cachetadon que retumbó por toda la casa.
-No vueltas a poner tus asquerosas manos sobre mi, ¿entendiste?.- le dije agarrándola por la muñeca.
Cornelio no decía nada, como que seguía shockeado al ver al bebé.
-YA LÁRGUENSE DE MI CASA.-les grite cuando mi paciencia se termino.
-Archi, ¿tu también vas a permitir que me hable así?.- le dijo ahora al Iván, o no, con mi hombre no perra.
-Amapola, ¿de quien es ese Niño?.- pregunto Vega acercándose a mi.
-No te incumbe saberlo.-le respondí fría.
-Te estoy preguntando bien, ¿de quien vergas es ese Niño?.-repitió la pregunta
Iba a responderé cuando se me adelantaron.
-Es mío hijo de tu puta madre y lárguense de mi casa! Dejen a mi mujer y a mi hijo en paz!.-le dijo serio Ovidio ganándose una mirada sorprendida de todos, hasta la mía.