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Se habían llevado a Inés y a Archi, pero la niña de la Zaira seguía ahí, lo que me hizo darme una idea de quién había sido.
-QUIERO A OVIDIO AQUÍ MISMO! AHORA MISMO! YA!.-grite, nunca había gritado tanto en mi vida.
-¿QUE VERGAS QUIERES?!?!?.-Me grito de vuelta.
Todos estábamos estresados, enojados, frustrados, de todo.
-QUIERO QUE ME DIGAS EN ESTE MOMENTO DONDE VERGAS ESTA TU CASA! ME VALE QUE TÚ MUJER NO NOS QUIERA AHÍ, AHORA MISMO CABRON! YAAAAAAA!.- le ultimo grito sentí como desgarro mi garganta, todo era un caos, la otra niña se había despertado y lloraba a llanto abierto pero no podía cargarla, no podía hacerlo más. No tenía cabeza en estos momentos.
-¿Para que quieres ir allá? Tenemos que ver por tu hijo no a qué vayas de celosa con mi vieja.- me respondió.
-JAJAJA.- me reí sarcásticamente.- NO MAMES CABRON, ENTIENDE! ME VALE MADRES TU VIEJA! Y AHORA MISMO ME VAS A DECIR DONDE ESTÁ.- saque mi pistola y le apunte a la cabeza.
-DIME OVIDIO! DIME YA!.- sentí como me agarraban por detrás cargándome y alejándome de él.
-Yo se donde vive patrona, yo la llevaré.-me dijo el Nini
-Sí, yo se que tú sabes. Vámonos.- me solté del agarre de Iván que me había puesto detrás  de él y salí del cuarto.
Estaba segura que ahí estaba esa pendeja, y cuando la viera, la iba a matar.!
(...)
Después de casi 40 minutos de camino llegamos a la famosa hacienda de Ovidio que estaba en medio de la nada.
Parecía que estaba vacía, no había vehículos ni tampoco gente cuidándola lo que me extraño demasiado, no creo que Ovidio haya dejado la casa sin seguridad.
-Perro, pásame la Ak.- ordene
De inmediato me dieron aquella arma.
Me abrieron la puerta y me baje lista para echar plomo, pero justo en ese momento otra camioneta se estacionó al lado de mi, de ella bajaron Samantha y Julissa también con una Ak
-¿Creíste que te dejaríamos sola aquí?, somos el trío del mal, y siempre estaremos juntas.-me dijo Julissa dándome la mano.
Las tres nos tomamos de la mano, el Nini arrancó la camioneta y la estampó contra la puerta haciendo que esta se abriera. Estábamos listas para echar bala pero tampoco había gente cuidado dentro.
-¿Ovidio dejando sin seguridad a su vieja?.-preguntó extrañada Samantha.
En todo caso eso lo haría Alfredo por descuidado pero Ovidio nunca.
-Esto me huele mal.-anunció Julissa
Analice por un segundo la casa y pude ver en las esquinas las cámaras.
-Nini, déjame ver las cámaras.-le ordene.
-Patrona, yo no puedo hacer...- lo interrumpí antes de que siguiera hablando.
-No nos hagamos pendejos y dame acceso a las cámaras.- le repetí pero seguía sin acatar mi orden.
-No lo repetiré dos veces Ricardo, dame el puto acceso a las cámaras.
Nunca nadie me había visto así de enojada; y si algo había aprendido todos estos años viviendo con el señor de los cielos es que cuando un Casillas se enoja hasta el diablo le teme.
El Ricardo me pasó una tipo computadora, escribió un código y luego tuve vista de todo lo que estaba pasando dentro de esa casa, y si antes estaba enojada, ahora estoy segura que me veo peor que el mismísimo diablo en persona.
Ahí dentro estaba mi niño llorando amordazado en el suelo como si fuera una basura y tenían a Inés amarrada en una silla de sus brazos y sus piernitas, frente a ella estaban 3 hombres mirándola queriéndosela comer y enseguida estaban Zaira y Marisela muriendose de la risa, el audio no se escuchaba muy bien pero Marisela dijo algo y en ese momento los tres asquerosos del bajaron los pantalones dándome a entender cual era su intención.
Avente la computadora lo más lejos que pude, tomé el AK y comencé a disparar al cielo.
Habían valido madres, y me valía de quienes fueran mujeres, yo las mataría, sufrirían tanto que haré que hubieran deseado nunca conocerme.

FÉNIX  [Cornelio Vega] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora