FÉNIX [Cornelio Vega] TERMINADA

2O

Me puse el saca leche para tenerle bibis a Archi, no sabía cuánto tiempo durará este pedo pero estoy segura de que tendrán que daré fórmula, solo espero que al regresar pueda prenderse al pecho otra vez.

(Son esas madres)
Dolía un putero, pero valía la pena, todo sea por mi príncipe.
Estuve sacándome la leche y haciendo un par de llamadas, organizando el movimiento y dejando encargada las áreas a la gente que más confianza le teníamos, seguí tratando de localizar a los Guzmán y nada
Apenas iba a subir las escaleras para ayudarle a Sammy con la maleta cuando tocaron la puerta.
-PASE.-grite, si habían llegado hasta la puerta había tenido que pasar por la caseta o sea que ya había venido antes así que no podría ser un desconocido, y efectivamente, segundos después entró Jesús con una maleta seguro lleno de Armas y ropa aparte.
Me vio de pies a cabeza fijándose principalmente en mis pechos.
-EH MARRANO MIS OJOS ESTÁN ACÁ!.-le grite al descarado.
Levantó su vista y luego se rio
-ja ja ja.-lo imite rodando los ojos
-Te dije que no hicieras eso amapola.-me dijo con voz seria
-Me vale madres.-le respondí viéndolo desafiante
-No me retes cabrona.-dijo acercándose
-No este de puerco, yo si respeto las relaciones compa.-le dije y me voltee para subir las escaleras y mandar a él Niño y a la familia a Miami, donde estarían seguros.
-DEJA DE VERME LAS NALGAS PUERCO.-le grite cuando sentí su mirada en mis nalgas y escuché su risa otra vez.
Baboso pendejo
(...)
Ya estaban todo listo para que se fueran, Archi estaba dormido, tenía su maleta y había podido sacar pocos biberones para el, le di bastante dinero a Elvira quien ya traía al bebé en su silla y traían sus maletas con ellos
-Cuídense mucho, por favor avíseme todo lo que suceda.-les dije con un gigantesco nudo en mi garganta
Era la primera vez que me separaba de mi Niño y me dolía cabron.
-tranquila mi niña, lo cuidaremos con nuestra vida.-me dijo Ignacio abrazándome.
Me despedí de él, de Elvira y de Inés quien todavía no entendía lo que sucedía.
Quite la manta que estaba cubriéndolo en la sillita y le besé su frente, lo persigné y acaricié su carita con mi dedo  mirando sus ojitos cerrados y su trompita parada, malditos sean los genes de este indio!.
Lo mire por un segundo más, me seque la lagrima que se me había salido y los vi salir con 6 hombres que los cuidarían tras de ellos.
Salí a la puerta y mire como se subían a la camioneta, Inés me dijo adiós con la mano y después me lanzo un beso y eso fue lo último que vi antes de que Popeye cerrara la puerta, salió una camioneta primero, después ellos y atrás otra camioneta que los llevaría a la pista.
Me quede observando como se iban a la vez que sentía mi corazoncito partirse, traté de aguantar pero se me hizo imposible no soltar el llanto, me arrodillé en el piso llorando y sentí como alguien me abrazaba en el suelo.
No era necesario que pensara tanto para saber quien era.
Mi tristeza era tanta en este momento que como niña chiquita me refugié en sus brazos mientras le pedí a Dios que me los cuidara y que me cuidara a mi para poder volver por el.
Segundos después me pare y mire en el sillón el koala de Inés, junto con una nota que decía
'cuídate, te amamos' que hizo que mi corazón se volviera a partir.
Iría a darles en la madre a todos los perros que quieren matar a mi padrino, le daría en la madre al pinche Isidoro por tratar de meterse en mi territorio y lo haría todo por volver a tener tranquilidad con mi bebé.