—Bucciarati —llamó Giorno, mirando hacia la fogata— ¿Qué tanto sabes de Abbacchio?
—Uh... No mucho más que ustedes —contestó, haciendo pausa a su trabajo de construir una caña de pescar— ¿Por qué?
—No es por algo malo —volteó para mirar al mayor—. Tengo una deuda muy grande con él.
—Todos, Giorno —le sonrió, comprendiendo a qué se refería—.
—Lo que pasa... —se llevó una mano a la barbilla, pensando— No llegaremos a ninguna parte sin él, de una forma u otra, nos será útil para cumplir la primera meta.
—¿Llegar con el tal Polnareff? —recordaba con claridad los planes de Giorno, a pesar de lo poco que hablaba sobre el tema—
—Si —lo miró con decisión—. Él nos llevará hasta una residencia estable, en algún bosque del norte de Francia, podremos escondernos un par de años allí de ser necesario.
—¿Años? —nuevamente alejó su vista de la caña y miró al rubio— ¿De verdad...?
—Necesitamos prepararnos, hay demasiadas cosas que planear, no es algo que suceda de un día para otro.
—¿Cómo planeas hacerlo? —frunció levemente el ceño, mientras que el menor desvió la mirada algo avergonzado—
—Primero debo quitarles el poder a mi familia. Son de la realeza, pero no influyen demasiado en las coronas que de verdad importan, con eso tendré el poder suficiente como para realmente hacer algo. Mi padre y el de Trish deben ser los primeros en caer.
—Vaya... eso es intenso.
—Tú, Abbacchio, Mista y Trish deben entrenarse, los necesito preparados para todo. La estadía en París será muy provechosa.
—¿Has pensado en todo, no es así? —Bruno le sonrió—
—No quiero creer eso —se encogió de hombros—, no debo confiarme.
—Bien dicho. Pero creo que, por ahora, deberías relajarte y descansar, mañana caminaremos mucho; yo esperaré a los demás.
—Muchas gracias, Bucciarati... —hizo una pausa— por ser el único que cree realmente en mí.
—Concuerdo con tus ideales, aunque sean locos. Todos nos beneficiaremos con el resultado ¿Por qué no ayudar?
—Así es... —el rubio se levantó y le sonrió— Buenas noches, Bucciarati.
—Buenas noches, que descanses.
Bruno observó a Giorno acostarse sobre una manta, junto al enorme sauce donde construyeron el improvisado campamento, no dejó de mirarlo hasta que estuvo bien acomodado, luego observó con atención a su alrededor, intentando encontrar algo anormal entre los sonidos de los insectos nocturnos y el agua. Nada. Regresó a su labor.
Estaba emocionado por pescar, sentía que no lo hacía hace años, así que se encontraba muy contento por el trabajo que estaba llevando a cabo. Estaba usando la primera enseñanza del mar que su padre le heredó de pequeño, eso lo hacía sentirse honrado; él estaba honrando a su padre, con algo tan básico como fabricar una caña de pescar.
Todo gracias a Leone. Dijo una voz en su cabeza.
La sonrisa en su rostro se hizo más grande, mientras los recuerdos del abrazo que compartieron regresaban a su mente, el rubor se instaló en sus mejillas, comenzó a tararear una melodía sin sentido mientras comenzaba a tallar algo en la empuñadura.
Durante la comida se miraron un largo rato, y fue muy agradable, pese a que descubrió al otro escrutarlo de pies a cabeza; por un momento se sintió avergonzado, pero por otro... lo regocijó saber que Leone sería capaz de prestarle atención a tal punto.
![](https://img.wattpad.com/cover/196462376-288-k241439.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Four Seasons
FanfictionEra el siglo XVIII, y los problemas y disputas por la corona de un país terminan por afectar directamente a un errante que no tiene absolutamente nada que ver ni ofrecer. Leone teme por su apariencia en un mundo que odia y destruye lo que no entiend...