After the paradise - Rubius & tu -

Capítulo 3.

-El vuelo 9.364 con destino a Madrid, España aterrizó con éxito. ¡Bienvenidos a España! .- La gente empezo a aplaudir.《¿Por qué la gente aplaude?》 Yo me saqué el cinturón de seguridad y me levanté. Tomé mi mochila y saqué una botella de agua y la bebí hasta el fondo.

Me bajé del avión mientras cerraba mi mochila, salí por la puerta y llegué a una oficina en la que no habia tanta gente y me formé.

Salí de aquel lugar con mis dos maletas llenas de ropa y tomé un taxi hasta mi nuevo departamento. El taxista me dió la Bienvenida y me deseó suerte. El departamento no quedaba muy lejos del aeropuerto así que cuando el  taxista me dijo que llegué, le pagué, tomé mis maletas y entré a la recepción del edificio. Firme los papeles y el recepcionista se presentó amablemente y me entregó mis nuevas llaves. El recepcionista explicó que mi departamento ya estaba amueblado, algo que agradezco. Toqué el botón del elevador y entré, toqué el piso "5" y las puertas se cerraron.

Llegué al piso "5" y busqué el departamento "C". Buscando el departamento escuché una voz muy familiar.

-¡Venga hombre, no seas cabron!.- Esa voz, ese vocabulario me sonaba de algún lugar, me di la vuelta y vi a un chico dándome la espalda, camiseta larga y unos jeans negros,pelos  castaños y la verdad que era bastante alto, me sacaba dos cabezas mas o menos. Se dió vuelta y simulé  estar con mi móvil, miré al hombre devuelta.

-¿Rubén? .-Dije.

- ¿____?.-dijo él corriendo hacia mí, me tomó en sus brazos y nos dimos un gran abrazo, no sabía que decir y me quedé en blanco.-¿Que coños haces aquí? ¿Cuándo cresiste tanto?.-

- Me estoy mudando aquí, soy solo un año menor que tu ¿Que coños haces TU aquí?. -Le pregunté imitando su tono.

-Vivo aquí, gilipollas-.

-Entonces sabes cual es el departamento "C" ¿Verdad?.- me miró y señaló una puerta.

-¡Que suerte tienes, vives al lado mío! .-

- ¡Genial! Ahora te podré ver todos los días.- Sonó a sarcasmo, pero no lo fue. Entré a mi nuevo departamento y por suerte, todos los muebles estaban montados y en su lugar tal como dijo el recepcionista. Habían muchas cajas con más ropa y cosas pesonales. Suspiré profundo y después de un rato, me quedé dormida en el sofá.