Capítulo 37.

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Me desperté y eran las 12, faltaban unas horas más de vuelo, así que saqué mi móvil y cascos, puse algo de "Nervo", cerré los ojos intentando dormir un poco, aunque la duda y la curiosidad me comía viva, ¿Qué puede ser tan urgente para hacerme volver a Argentina?, finalmente logré dormirme.

《Bajé del avión y fui a buscar la maleta, una llamada, atendi el móvil, era mi madre.

-¿Hija?.- Dijo llorando.

-¿Mamá, qué pasa?.- Salí del aeropuerto y allí estaba ella, vestida de negro, gafas oscuras y la cabeza baja, me mostró una pulsera que podía saber de quien era, ya que se la había regalado yo.-No.-Susurré por lo bajo.》

Desperté de un salto y con lágrimas en mis mejillas, solo fue un sueño, una pesadilla para ser exacta, que espero nunca volver a tenerla, o peor, que suceda en la vida real.

Vi la hora y solo habían pasado cinco minutos.

***

- Vuelo concluido con éxito, bienvenidos a Buenos Aires, Argentina. - La gente aplaudía, no entiendo el por qué de eso, es estúpido, tanto como aplaudir al termino de una película en el cine.

Bajé del avión y fui a tomar la maleta de la cinta, alguien me llamó al móvil, era mi madre.

-¿Hija?.- Dijo mi mamá.

-¿Ya estas en el aeropuerto? .-

-Si, estoy en la puerta. - Entré en la oficina, por suerte solo tardé quince minutos en el papeleo.

Salí de allí y me dirigí a la puerta del aeropuerto, ahí vi a mi madre y a mi padre, los dos tenian algo en sus espaldas,fui corriendo a darles un abrazo.

-Hola, que tienen ahí. - Señalé lo que ahora tenían visible en sus manos.

-Tus regalos de navidad, ya que estuviste en coma mientras pasó, decidimos dartelos ahora. - Mi madre tenía una pequeña caja roja y mi padre otra caja pequeña negra.

-Gracias. - Les di un abrazo y cuando estaba por abrir la cajita roja me pararon.

-Ahora no hija, cuando lleguemos a casa te explicaremos el por qué.- Los dos hicieron una sonrisa falsa y miraron el piso, subimos al coche de mi padre y ninguno dijo ni una sola palabra en todo el viaje a casa.

Cuando llegué dejé mis cosas en la habitación de huéspedes que antes era la habitación que compartía con mi hermana, mis padres me llamaron desde el living y me hicieron abrir las cajitas, primero la roja, adentro había una linda pulsera de plata.

-Que hermosa, gracias. -

-La cajita negra es de parte de tu abuelo. -

-¿Y por qué no me lo dió él?.- Mi madre cubrió su rostro en el pecho de mi padre. Abrí la cajita negra y vi un collar dorado con tres estrellas doradas, también había una carta que decía "Tu, tu abuela y yo", una lágrima salió, de mis ojos. -¿Dónde está el abuelo? .- Mi madre se acercó y me dió un abrazo.

-Contigo y con tu hermana cuidandolas.- Estallé en llanto, al igual que mi padre, nunca lo vi llorar, él era muy apegado a mi abuelo ya que siempre salían de viajes o a pescar.

-¿Me ayudas? .- Dije con la voz quebrada mientras le daba el collar para que me lo coloque. A partir de ahora, lo usaría siempre.

After the paradise - Rubius & tu -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora