Capítulo 61.

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-Estan en la barra, no os preocupéis. - Dijo Rubius respirando al ver a los chicos en la barra riéndo.

-Me estoy cansando de bailar, necesito sentarme.-Me volví a la barra, aún con Rubius pegado en mi nuca.

Me senté al lado de Mangel y al rato aparecieron Eva y Alex. Rubius pidió una bebida color rosa salmón y me compartió el trago. El gusto a alcohol era el triple de fuerte que el otro, se podría decir que lo mio no es el alcohol. Saqué la lengua en señal de disgusto y Rubius rió. Mangel y Cheeto estaban ebrios, era gracioso verlos reír de lo que fuera.

-¿Y qué hacemos con estos?.- Le dije a Rubius señalando a Mangel y Cheeto.

-Me los llevo a mi piso.- Dijo Eva.

-¿Estás segura?.- Le preguntó Alex.

-Claro, Rubius y ____ viven lejos y a ti Alex, tu madre no te dejará llevar dos borrachos a casa.- Dijo ella.

-¿Podemos irnos ya? Me asfixio.- Rubius acabó su bebida y dejó la copa y me tomó la mano.

-¿Nos vamos?.- Dijo Rubius y todos afirmamos con la cabeza. Alex y Rubius ayudaron a Mangel y a Cheeto a salir del lugar.

-Eva, ¿Te ayudamos con los chicos?.- Le pregunté, no iba a poder sola con ambos.

-Tu vete, yo la ayudo.- Dijo Alex tomando del brazo a Mangel. -Gracias igual, adiós. - Nos regaló una sonrisa que apenas podía verse a la oscuridad mientras se alejaba con Eva y los chicos.

-Rubius, tu también vas bien pedo.- Sonreí.

-Tu calla.- dijo volteando un poco la cabeza y luego volver a verme. -Parece que va a llover. - Miró el cielo. Me puse el suéter y estiré las mangas para cubrir mis manos, hacía un poco de frío.

-¿Tu no has traído abrigo?.-Le pregunté y él negó con la cabeza.

-Eso es para lloricas.- Rió.

-¿Me estás llamando llorica?.- Lo miré fijamente mientras me hacía la enojada.

-Un poco.- Reímos y abracé su brazo. Con su mano libre, sacó de su bolsillo trasero el móvil y se miró la hora.-Ya son las cinco.-

-¿De enserio? Pensé que solo habían pasado dos horas.- Las gotas de lluvia comenzaron a caer poco a poco.

-¿Te la has pasado bien?.- Preguntó poniendo una de sus manos en su frente para cubrirse de la lluvia.

-De puta madre.- imité su acción. Ya estábamos a pocas calles de nuestro edificio. -¿Carrera hasta el edificio?.- Me miró pensativo.

-tal vez si, tal vez no...- Dijo.-¡YA!.- Gritó y salió corriendo, yo lo seguí y como el tramposo que es, ganó. -¿Cuál es mi premio?.- Reclamó haciéndose el "Todopoderoso".

-Mmh...- Pensé. No sé que podría ser su premio, hizo trampa y no será la gran cosa.-¿Películas en mi casa?.- Sonreí.

-Ya, valiente premio, la has pensado bien.-Dijo sarcástico.

After the paradise - Rubius & tu -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora