Después de "Battle Brawlers" #23

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   Dan se encontraba imaginando en su habitación. Él se esmeraba en ser paciente para recibir "regalo" por parte de Shun, la emotividad de lo que podía ser el suceso invadía su corazón de una forma radiante, como si estuviera listo para que algo majestuoso lo recibiera; las pupilas de Dan se dilataban a cada momento, comenzaban a gotear sus lagrimales de forma involuntaria, sus manos temblaban, sus pies se contraían, sonreía muy ingenuamente hacia el techo, sus ojos tenían un brillo especial. Era si como todas las sensaciones más hermosas se juntaran en un buceo por un mar azulado con una fauna mansa y libre.
   Para Shun, las relaciones sexuales habían sido algo prohibido, su abuelo había apartado todo aquello que no fuera disciplina de su vida; Skyress le convenció que debía soltarle las riendas un poco, pero eso volvió a limitarse cuando ella volvió a Vestroia. Esta sería la primera vez en que él estaría dispuesto a entregar su cuerpo a otra persona, sin embargo, estaba bien informado acerca del sexo.
   La aparente sexualización de la actitud de los peleadores no arribará sobre todos, pero Shun no ha dudado ni un segundo en contar a los demás peleadores lo que regalará a Dan en su cumpleaños...
—¿¡Qué!? -gritaron los cuatro chicos con gran impresión.
—¿Realmente crees que Dan quiera? -preguntaba Julie- digo, él ha estado muy alejado del tacto con hombres, ¿él lo aprueba?
—Por supuesto. Lo hemos hablado antes, sabemos que aunque somos jóvenes queremos darnos uno al otro la prueba de que nos pertenecemos; se los cuento para que tengan conocimiento y nos aconsejen acerca de lo que podría pasar.
—Bueno... no tienen riesgo de que pudieran -reía un poco Marucho- embarazarse.
—Vaya Marucho, un poco explícito.
—Tal vez no deban preocuparse por eso, pero qué hay de las... enfermedades -señaló Julie.
—Bueno Shun, sólo usen protección por sí acaso. Debo irme, los veré luego -salió Runo del lugar con un poco de enojo.
Los tres chicos discutían la causa de tal emoción.
—Bueno, no querrás que apague lo que siente por Dan en tan poco tiempo -dijo Julie.
—¿Poco tiempo? 2 meses se me hacen suficientes.
—Shun, no deberías actuar de esa manera. Poniéndome en su lugar, tampoco se me haría muy bello que hablaran de que la persona que amé y creo que aún amo vaya a perder la virginidad con alguien que no sea yo.
—Bueno, puede que tengan razón. Debo irme, Dan debe estar esperándome, le dije que después de que terminara sus deberes lo llevaría al cine y después a cenar. Nos vemos luego, chicos.
Shun salió de la casa de la familia Marukura, pero mientras se dirigía a la acera de la calle, una voz entre los sonidos del aire, la hojas secas cayendo, los búhos ululando y las luces de los focos lo interrumpió:
—Dime ¿Alice ya lo sabe? -dijo Runo con una seca voz y los brazos cruzados. Había quedádose afuera de la casa a esperar a Shun, pero su semblante era macabro e inquietante...
—Hm, sabía que no tardarías en interferir -respondió Shun- de algún modo esperaba que volvieras a aparecer.
—Responde lo que te pregunté, Shun -acercándosele- ¿Alice ya tiene conocimiento?
—No, no lo sabe aún. Pero explícate Runo, parece que tienes mucho interés.
—Me importa porque Alice es nuestra amiga, y si no le duele que seas homosexual, le dolerá que estés en una relación, y que encima ya hayas tenido sexo.
—Wow, deberías escribir poesías trágicas. Alice se enterará cuando deba enterarse.
—Así que sólo deshechas la gravedad de herir a un amigo. Eres malo, Kazami.
—Para nada. Si Alice en serio me ama, entonces debe respetar mis decisiones.
—¿Ah sí? Tú abuelo no está aquí, dime ¿quién será tu guía para tu "relación"?
—No necesito guía; llevo las riendas de mi vida y va justo por donde la vi. No tengo tiempo Runo, debo ver a Dan.
—¡Ahí está el asunto! -tirando de un puñetazo un tronco seco de un árbol muerto- ¿te has preguntado cómo me siento? ¿Y cómo se sentiría Alice si lo supiera? Verlo a diario y fingir que no siento nada mientras lo besas y lo tocas a tu antojo.
—Hablas de Dan. Creí que habíamos superado esto. Estaba convencido de que estabas bien con nuestra relación.
—¿¡Cómo estarías tú!? Te he soportado todo, pero llegas a soltar sin ninguna prudencia que él y tú están a punto de acostarse. Me lo avientas en la cara y me lo restriegas como si fuera algo gracioso -decía alterada señalando a Shun con furia en el rostro- Esto debe terminar Shun, creí que eras mi amigo.
   Un combate físico iniciaba con Runo lanzándose a los golpes contra el varón. Naturalmente Shun habría podido detenerla con facilidad, pero la fuerza de Runo era casi sobrehumana. Shun se encontraba sometido.
—Sabes una cosa, Dan mostraba atracción a ti desde hace años, pero jamás pensé que esto pasaría -ahorcando al del pelo negro,
—Aléjate de mí -moviéndola con una patada- Respeta las opiniones de los demás, Runo. Si quieres a Dan, deberías estar feliz con nuestra relación. No puedo creer que me atacaras.
—Cállate. No me des clases de ética; Marucho y yo cometimos un error al haberte reclutado como maestro de Ventus. Pero te juro que esto no se queda así.
   Runo salía de la escena y Shun volvió a entrar a la casa a intentar curar sus heridas.

¿Y si no cambiamos nada? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora