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Habia sido un dia terrible para San, un Alfa a puertas de cumplir 15 años, que con todas sus hormonas cualquiera de sus emociones puede subir al nivel más extremo, hoy atravesaba una profunda rabia que amargaba todo su caracter, desquitandose inevitablemente con la mitad de su Manada. 

Por ejemplo nada más llegar llegar, lo que menos queria era comer, tenia el estómago revuelto por todo lo que sucedió en el instituto. 

Primero debía practicar todo el año escolar porque lo habían metido al equipo representante de su clase ¡A EL!, sin ningún dote deportivo. Su única esperanza era quedarse en la banca mientras sus compañeros -que la gran mayoría eran los titulares del equipo del año pasado- se hacían cargo.

Segundo al entrar en el equipo, sus compañeros de clase le dieron comentarios alentadores del tipo "si echa a perder nuestra impecable racha de victorias, ya veras ..."

Tercero, si, había mas, y lo tercero era lo peor, porque  tenia que ver con Wooyoung, el Omega odioso culpable de todas sus desgracias, que aparte de iniciar todo ese problema, recalcando constantemente en su mente, que fue su actitud el causante de su miseria, se había atrevido a soltarle una amenaza, como si él tuviera derecho de quejarse.

El asqueroso felino ¿Con que cara se quejaba?  ¿Con que maldita razón se creía para hablarle como si fuera Culpa suya? ¡Es que no se lo podia creer! 

Con todo eso en su organismo, revolviéndole la bilis y produciendole gastritis ¿Qué iba a querer comer?  No queria nada, ni que le hablaran, lo miraran o tocaran, quería encerrarse en su cuarto y hacer una rabieta ¿Qué tan difícil es de entender?

¿No pueden dejarlo en paz? 

No, al parecer no, todo lo contrario, su madre tenia que pararse a tocar con insistencia en su puerta.

-San, ven de inmediato a comer, no puedes irte a dormir sin comer, eres un Lobo en crecimiento, necesitas mucha proteina -el adolescente gruñó molesto.

-¡No tengo hambre! ¡Dejame dormir! -grito irrespetuoso.

Grave error.

-¡No me grites, no soy uno de tus amigos, soy tu madre y me tratas con respeto! ¡¿Oiste?! - San creyó inocente que si ignoraba a su madre, esta iba a desistir, pero no, tenia que llevarlo a comer, porque si no comía esa noche se iba a morir o desarrollar una horrible enfermedad de crecimiento a causa de una única vez que no cenaba. -¡Abre la puerta! ¡Estas muy grande para hacer una  rabieta! Tu hermano nos contó que algo pasó en el instituto, ¿Quieres hablar de eso?

No, San no quería hablar de sus problemas, menos con sus padres, ellos no sabían nada de como se sentía, la última vez su padre solo le dijo "Debes trabajar en tu actitud, desquitarse con todos por una rabieta es un problema que debes resolver" Entonces el adolescente se preguntaba ¿Como lo solucionaría?

¿Cual era el efecto mágico de que le dijera "trabaja en tu actitud de mierda"?

Odiaba los consejos de sus padres, que le ordenaban que hiciera algo con él mismo, como podría decirse a sí mismo "No te enojes, no explotes, arregla esos aspectos feos de ti aunque nosotros tengamos aspectos aún peores"

Si San hubiera podido, no habría hecho una rabieta, así habría ahorrado el sermón en la cena, que le revolvía aun más el estomago, empeorando su dia, como si eso fuera posible.

Tuvo que asentir "claro ya me voy arreglar, la próxima vez que este molesto voy a hacerlo mejor porque puedo controlar como me siento todo el jodido tiempo." No es como si las emociones lo cargaran. Cuando él se molestaba solo actuaba, lo que menos hacia era pensar y tratar de controlarse.

¡No soy un corderito! {Sanwoo} [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora