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Wooyoung bajo por las escaleras principales, solo quería asomarse a la sala para asegurarse que todos los invitados estuvieran dormidos, ya que no estaban en las habitaciones asignadas. Para su sorpresa los vio desparramados entre cojines y cobijas en el suelo.

Ryujin estaba de lado, descansando su cabeza en el pecho de Yunho, mientras este sobaba los cabellos de la Leona. La caricia era taciturna, casi el leve movimiento era imperceptible, hasta que se detuvo por completo, provocando que la Omega gruñera molesta, obligando al Alfa a retomar su trabajo. El Leoncito rodo los ojos al ver a Yeji en las mismas, solo que acosando a Mingi, al final sus rudas Leonas no dejaban de ser gatotas mimadas.

Por otro lado, Lia había estado sospechosamente ausente, parecía hasta malumorada, mientras Chaeryeong y Yuna  con sus respectivas madres, salieron el día anterior para organizar la evacuación a los refugios subterráneos.

Todos estaban un poco distanciados, por primera vez desde que tenía memoria. Era extrañamente triste y solitario, ojala todo volviera a la normalidad en cuanto las cosas se calmaran. Era loco pensar que extrañaba los días tranquilos en el Instituto.

Aunque ahora, en esa hermosa noche de luna llena, estaba más que ansioso. Se escabullo por su ruta normal, bajando directamente por la ventana y tomando directamente el atajo por el sector residencial de los canguros, que conectaba directamente con los Coyotes que compartían el bosque con los Lobos.

No quería parecer un desesperado pervertido, pero era un León joven en su primera carga hormonal y con su pareja destinada, era como si te pusieran comida en la frente, mientras estas totalmente atado, con tu lengua muy corta, oliendo el delicioso guiso de la carne tan cerca, mientras te mueres de hambre. Esa definitivamente era una tortura, pero algo que estaba dispuesto a soportar, porque entendía que para San era demasiado pronto, es más, tal vez en ese momento lo estaba forzando a saltarse años, sin feromonas ni el nudo característicos de los canes, era aún un Cachorro para su especie.

Por el gran astro, claro que era un pervertido, porque ese momento San parecía tenso de los nervios, a diferencia del Leoncito, que solo deseaba sentirlo dentro y duro en él. Su interior se contraía, lubricándose ante la expectativa, era obvio que por su elevada libido, estaba entrando en un Celo adelantado. No podía detenerlo, a ese paso en verdad se le lanzaría encima al Alfa y tomaría completo control, tomándolo en su interior con necesidad.

-Wooyoung ¿por qué me estas acechando? – el fino olfato del Can debió percibirlo desde hace mucho, pero San no se acercaba a su posición, manteniéndose tan adorable allí, a la luz pálida de la Luna, que resaltaba el ligero sonrojo de la vergüenza. A sus pies casi tapado por las rocas, se visualizaba una gran manta.

-Es que me siento un poco salvaje ¿no lo hueles? - el Leoncito camino más cerca del claro, dejando que la iluminación natural, delineara su contorno, aún escondido entre las sombras del bosque. Se mordió el labio inferior sin dejar de sonreírle a su presa, con una ligera porción de su alborotado cabello cubriendo uno de sus brillantes ojos ámbar. San aspiro el denso aire nocturno, frío pero cargado de feromonas que calentaron sus fosas nasales. Su cuerpo se estremeció y se le dificulto pasar el nudo que se estrechaba en su garganta.

- ¿Estas entrando en celo? – aquel aroma dulce atrayente, con leves toques picantes del aroma cítrico de la excitación, era difícil de ignorar. Con el tiempo había dejado de aterrarlo, aún no despertaba como un Alfa para corresponderlo, pero causaba estragos en su sistema.

- ¿Asustado? – jugo con el tono de su voz, sonando curioso sin dejar que la nota traviesa se perdiera, en una clase de susurros juguetones.

-Sí, no traje nada para facilitarme el camino- San creía firmemente que por la forma en que era devorado, por la mirada depredadora cargada de lujuria, era más creíble que Wooyoung lo doblara contra un árbol y lo tomara.

¡No soy un corderito! {Sanwoo} [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora