¡No soy un corderito! {Sanwoo} [1]

XXXIV

Hongjoong apunto al cuello del gran Lobo, cerrando no con la suficiente fuerza sus fauces, en aquel lugar tan corpulento, siendo de inmediato interceptado por el peso monstruoso de Yunho, que lo estampo contra un árbol, dejándolo jadeante en el suelo, aullando por misericordia mientras trasmutaba a su forma humana.

-Por la Luna ¿tienes si quiera un punto débil? Todo tu cuerpo es muy grande y robusto, eres como un tanque en cuatro patas- se quejó al levantarse, hinchando el orgullo del otro Alfa.

-Bueno, aunque me halagas tengo que admitir que me causas muchos problemas, debo darte un golpe contundente porque eres tan ágil que si me distraigo puedes causar mucho daño con tus garras y colmillos- halago a su primo, que sonrió con suficiencia, a punto de soltar otra buena observación.

-Ya bueno, dejen de lamerse las bolas. No fue tan emocionante- refunfuño el Lobo-Gato, quien desde hace días parecía molesto, siendo grosero e insoportable. Para todos sus conocidos, era más que obvio cual era el problema, tan fácil como observar como Jongho picaba el interior de su mejilla con la lengua, cada vez que Lia tomaba a Yeosang aparte para entrenar.

-Wow wow ¿de nuevo con esa actitud? Que pensara Seonghwa al verte todo celoso e infantil ¿acaso no te gusta? – Jongho se lanzó a golpear a Hongjoong, mientras el nombrado se sonrojo aún en medio de su entrenamiento. El Conejo-Zorro se acercó al ajetreo de los Lobos.

-Es normal, Jongho-ah y Sangie están muy unidos. Su pequeña competencia a mi alrededor, es solo otra forma de juego para ellos- Seonghwa no tenía la intención de acusar o algo parecido, con más de 20 años era consciente de los juegos de los pequeños, y estar con esos dos siempre era divertido, aunque agitaran las sensaciones de su cuerpo.

-¿Qué? No, para nada, una cosa no tiene que ver con la otra- Jongho perdió el interés en su molesto primo mayor, acercándose al Omega-Alfa, que obviamente le gustaba, todos a su alrededor lo sabían. – ¿Qué clase de baja autoestima no te deja entender que estamos compitiendo por ti? No es una broma, todo lo contrario queremos ser tomados muy enserio.

-Ambos sois muy jóvenes, ninguno puede estar hablando enserio en ningún tema relacionado al amor. No hay forma que como adulto vaya a seguirles más allá sus atenciones. Además sin Sangie solo haces malas caras, es obvio que sin él no es divertido estar a mí alrededor- Jongho estaba molesto por lo que dijo, pero no podía hacer nada contra la verdad, y para Seonghwa siempre fue obvio que solo era una novedad para los menores, nada más.

-Eso es verdad, ustedes dos están muy lejos de alguna madurez- el menor miro a Yunho realmente mal, porque no sentía que tuviera el derecho de decirle algo al respecto.

-Prefiero que me lo diga San, aun lento y torpe en el amor, está en este momento con su Omega en celo, mientras ustedes dos son unos perdedores en el amor. A Hongjoong solo lo andan utilizando y Mingi te trata como cualquier otro Lobo en la manada. Los dos son unos fracasos en el amor, así que no se metan - Jongho tomo el brazo de Seonghwa, jalándolo para ir y buscar a Yeosang, quería dejar algunas cosas claras, tal vez un poco para sí mismo, porque era extraño sentirse ansioso y territorial sobre dos Omegas.

Yunho no quiso replicar, porque en teoría si era un fracaso.

Ya había sido muy agresivo, y luego de enterarse de toda la historia, solo quería darle su espacio al Tigre. Sobre forzar y apresurar una relación ya había tenido como ejemplo a sus padres, que aunque ahora estuvieran felices juntos, esperando su segunda camada, él no olvidaría todas las peleas por un apareamiento apresurado y no deseado. Su deseo era llevar un buen periodo de cortejo, que las cosas estuvieran dichas y aclaradas cuando fueran a dar el paso a algo más.

•••

Yeosang esquivo el primer golpe de la Leona, desviándolo para crear una abertura. Entonces con su mano libre, decidió que era su momento de atacar, trato de ser rápido en su contra-ataque, pero Lia ya lo estaba tomando sin dificultad, precipitando hacia adelante su cabeza, para golpear duro la frente de su adversario, haciéndolo ver estrellitas.