¡No soy un corderito! {Sanwoo} [1]

XXIII

Tris estaba estupefacta, su pequeño hijo, normalmente tranquilo y perezoso, ahora estaba en su forma de Lobo gris, arañando y golpeando un tronco. De pronto apoyo las patas delanteras en el tronco para aullar al cielo. El sonido fue penetrante, obligando a la Hámster a taparse los oídos. Luego de esa pequeña descarga de adrenalina, San cayó como peso muerto en la hierba por unos minutos.

Jongho se acercó en su forma de lobuna, agitando la cola mientras en su boca llevaba una clase de cuerda gruesa, al parecer quería aprovechar la energía de su primo para jugar. Ahora la Omega mayor observaba a dos lobos grises, jalar con su hocico cada extremo opuesto de la cuerda. Luego de alguna forma Yeosang llego en su siempre forma humana, apoyando a San, para seguramente acuñarse otra victoria. Esos dos cachorros traviesos, suspiro la Roedora.

-Casi 10 años sin incidentes y ahora dos días seguidos ¿Qué está pasando últimamente en el Instituto? – Tris tenía una muy buena idea, de lo que había cambiado drásticamente en la rutina de su hijo.

-Mamá, es difícil de explicar- Hongjoong parecía lejano a su buen humor, posiblemente también se sentía enojado por el hecho de que su hermano fue humillado.

-Últimamente todo lo parece. Quería que San fuera más activo, no que la vida se activara a su alrededor- el Alfa de la Omega, al parecer había ido fuera a buscar "algo" que animara a sus muchachos.

-Si te digo que paso... ¿vas a enloquecer?- el hijo mayor de verdad había confiado en Wooyoung, sin pensarlo dio su bendición, ahora sinceramente creía que se había equivocado. Nunca intervenía o protegía a San directamente para no hacerlo sentir mal, pero el temor que se enamorara de un Omega totalmente depredador, que pudiera abusarlo por su lado más sumiso, siempre había estado presente en toda la familia...tal vez Hongjoong debió estar del lado de Yunho.

-Perdóname cariño, sé que no he actuado de la mejor forma. Esto es nuevo y atemorizante, pero no me dejen relejada de sus vidas. Ustedes son muy importantes para mi, no duden que tratare de ayudarlos en lo que más pueda - Tris aún se sentía como una tonta frente a su familia, dejando que el miedo sacara su peor cara. ¿Había perdido la confianza y respeto de sus hijos? Ellos que siempre la habían visto como una figura fuerte y de autoridad aunque fuera una pequeña roedora.

-Ufff... San y Wooyoung discutieron, y el León uso la imposición de la amenaza en la yugular frente a todos en la cafetería, para mostrarle que era débil y necesitaba protección- Hongjoong se sintió mal, al escuchar el chillido estrangulado de parte de la Hámster, que trataba de controlar su reacción, mantener la cabeza fria.

-Por la sagrada bellota, apenas puedo imaginar lo que debe sentir. Ahora entiendo porque esta tan molesto. Nunca lo había visto recurrir a su forma animal para descargar su ira- Tris se preguntó si Jongho y Sangie trataban de animar a San, o solo no le tomaban la debida importancia al asunto.

Yeosang alzo por las patas traseras al Lobo-Hámster, con su fuerza logro que Jongho cayera al suelo al perder el equilibrio. Acto seguido el menor de todos arrastro a los dos Lobos mientras reía.

-Creo que va a estar más enojado. - Hongjoong estaba ignorando la cómica escena, perdido en sus divagaciones. -La verdad, una imposición de dominación así yo no podría perdonarla. No creo que esa relación pueda repararse- expreso sus pensamientos en voz alta, esperando alguna reacción de su progenitora. –¿No vas a decir algo como "te lo dije"?

-Cariño, eso nunca es algo que se deba decir o que quiera decirles, lo que menos quiero es que les pase lo que yo más temo. Sé por experiencia que una relación inter-especie no es un camino de rosas, si tu hermano de verdad ama a ese Omega sé qué hará algo por él, y le brindaremos nuestro apoyo y guía cuando se necesite- ahora los dos Lobos seguían a Yeosang, quien parecía estar a favor del viento, que lo impulsaba. Jongho parecía estar pasándoselo bien, al contrario de San que tenía intenciones malévolas cuando alcanzara al Omega.