XIV

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Mingi estaba junto a las Leonas, cuando vio el beso que prácticamente la mitad del estudiantado estaba presenciando, entre el temible Líder Omega y el irrelevante hermano del Líder Alfa. ¿Quién diría que causaría tanto caos?

Bueno, al menos la atención no recayó en él y estaba sin rasguños, eso definitivamente era una victoria. Aparte estaba confirmado que el cambia-forma con dos naturalezas era muy importante para Wooyoung, así que no solo obtendría fácilmente la bendición que necesitaba, sino que también contaba con un grupo temible de Leonas.

-Hablando de dones, al parecer Wooyoung posee el primero, La voz- el tinte de orgullo y admiración ponía en palabras la brillante mirada de las Leonas, no era para menos, pues la voz era considerada el don más fuerte.

Mingi decidió que su presencia ya estaba sobrando, por lo que se volteó para volver a su salón. Vaya sorpresa se llevó el Tigre al ver una sombra deslizarse por el pasillo cercano, como un parpadeo, casi haciéndole creer que solo había sido una ilusión.

Solo que había un leve aroma allí que le gritaba que estaba siendo vigilado. Su intuición le aconsejo que no fuera directamente a la casa de Hoseok, y así lo hizo.

Por lo que dos horas después de la culminación de la jornada escolar, el detective fue sorprendido por el joven Omega que tocaba la ventana de su oficina, posicionada en el segundo piso.

-Vaya, me gusta tu actitud rayado, tienes madera para esto- lo felicito el Lobo Alfa, abriendo con cuidado para dejar entrar al adolescente.

-Tenías razón, hay oídos y ojos en todos lados, aun cuando traté de llegar saltando los tejados, no estoy tan seguro de haber perdido al espía- Mingi no estaba paranoico, para nada, solo no había dejado de ver sombras por el rabillo del ojo.

-Si oyeron lo de tu visión, podrías convertirte en un objetivo. Tendré que llevarte y recogerte del Instituto-el Tigre gruño ante la protección del Alfa, lo hacía sentir incomodo, no le correspondía a ese Lobo, ese era el lugar de... de su padre Alfa.

-Yo puedo defenderme solo, usted concéntrese en la investigación- Hoseok le sonrió comprensivo, sin burla o compasión, por el contrario, la sensación era familiar, como el de un amigo que te entiende y simpatiza con tu situación.

-Puede que no lo sientas ni sea igual, pero te has encerrado en una burbuja protectora del exterior como Taehyung. Vamos niño, no seas irracional, si estas bajo sospecha es normal que un agente de ley te vigile, déjame hacerlo, acéptalo, porque si llega a pasarte algo ¿Quién cuidaría de tu familia? – con un punto a favor, Mingi asintió a regañadientes, sintiendo como si estuviera traicionando a su padre Alfa, al aceptar que otro lo protegiera. –Muy bien, entonces cuéntame ¿cómo fue tu día?

Había pasado tiempo desde que alguien le hacía esa pregunta tan banal, a veces molesta. Algo tan insignificante, podía sentirse de repente como un soplo de vida, era refrescante.

-Pues...- el amago de una sonrisa, acompañado por un leve carcajada. –.no fue como esperaba, no se toda la historia, pero mis palabras de algún modo causaron un gran revuelo en todo el lugar.

-Dramas adolescentes, son mis favoritos- por lo que conocía del detective, Mingi podía asegurar fácilmente que estaba mintiendo, pero la disposición a escucharlo atentamente era real, y era suficiente para mejorar su día.

•••

-Yunho, te lo advierto, no le digas nada a mis padres- San trató por décimo octava vez consecutiva, evitar que su primo hablara a su asustadiza madre sobre su relación con un gran y temible León.

-No me gusta ser el soplón, pero al parecer soy el único que toma enserio el posible peligro que enfrentamos- exagero la situación, como venía haciéndolo Yunho desde que se reunieron, con los brazos cruzadas en una inflexibilidad que tenía de los nervios a todos.

¡No soy un corderito! {Sanwoo} [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora