XVIII

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Luego de todo el alboroto a su alrededor, era agradable para San estar escondido en un rincón para desvestirse y trasmutar, ignorando claro, el hecho de que Wooyoung estaba enfrente, haciéndole mala cara, con esa expresión enojada...de nuevo.

- Ahora, por qué estas de mal humor? No puedes hacer pucheros y esperar que sepa que está mal, no he llegado a ese nivel de percepción.

-No estoy de mal humor, solo me quede pensando en algo que me puso de mal humor- el Leoncito trataba de pasar página, no darle importancia a las negativas que le daba el Alfa, pero parecían repetirse constantemente en su cerebro, como una dolorosa espina.

-¿Lo haces a propósito? ¿Pensar cosas que te molestan para estar enojado todo el día? Porque no suena...ya sabes, como una actividad sana y divertida- el Omega bufo para ocultar una risita, siendo perceptible como sus facciones se relajaban un poco.

-Quiero concentrarme en pensamientos más felices, pero hay algo que no deja de molestarme..específicamente hay algo que no me deja de molestar respecto a ti- San no se consideraba alguien ególatra, sin embargo ya imaginaba que la razón estaba relacionada con él, ¡ojala no fuera así! Porque estaría encantado con dejar de ser el desequilibrador de las emociones de una bestia pequeña y peligrosa, a todas luces no sonaba seguro.

-Ya hablamos de eso, si queremos avanzar debemos escucharnos mutuamente. Hoy me has escuchado...bueno, en la mayor medida con respecto a tu personalidad- Wooyoung no había protestado por el abrigo que aun en ese momento parecía estar asfixiándolo, y no protesto ante ninguna de sus "ordenes" si es que podía considerar que se le pudiera ordenar al Leoncito. Tampoco había saltado a la primera señal de lucha, de nuevo, mirando como usualmente era.

-No hables como si ahora me conocieras- siempre a la defensiva, el Omega se preguntó alterado ¿su personalidad era tan mala como para considerar el más lamentable de los intentos, como algo bueno?

-Vamos Wooyoung, es igual que en la heladería de ayer, siento que tengo que ir con cuidado con todo lo que digo a tu alrededor, se hace molesto que cada palabra pueda hacerte saltar- así que era eso, el Leoncito sabía que tenía razón, porque no habían tenido una sola conversación en donde él no estuviera retándolo o amenazándolo o descalificándolo.

-A veces parece que te burlas de mí- trato de excusarse avergonzado. Wooyoung no era de las personas que prometían cambiar, él consideraba que era mejor hacerlo y esperar que las otras personas lo notaran. Ya estaban juntos, ahora podía tratar de enamorar sinceramente a San, comenzando con cambiar su respuesta automáticamente agresiva.

-¿Qué? ¿En qué momento? – el Alfa hizo el esfuerzo, porque sí, en sus primeras charlas fue sarcástico y busco provocarlo, pero el León no estaba excepto, ninguno de los dos había buscado ser amable con el otro. Pero eso había cambiado, no fue "malo" con el Omega en esos días.

-Ya olvídalo, ni siquiera es eso- quería dejar la conversación así, sin ahondar en temas de lo que podría salir bastante herido.

- ¿Entonces qué es lo que no te deja de molestar? Aahh, vamos dímelo Woo, en verdad quiero avanzar- el Leoncito no lo había notado antes pero ¿no estaba siendo San muy insistente últimamente? No había notado ese rasgo antes.

-Es que, no dejo de sentir que yo provoque todo esto- el Omega decidió que era momento de sincerarse, al menos de ese modo no estaría con la incertidumbre constante, con el miedo a ser rechazado absolutamente.

-Bueno, es porque exactamente lo causaste ¿no sería más molesto que alguienmás estuviera causando las cosas en tu vida? – el Leoncito sentía que estaba haciendo justo eso, causando cosas en la vida de San ¿estaría molesto? O peor aún i
¿podría ganarse el odio del Lobo-Hámster si seguía así?

¡No soy un corderito! {Sanwoo} [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora