XLII

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Capítulo dedicado a mingirasol gracias por avisarme del problema de adaptación 🤓🤘🏼🖤

Una flecha surco el aire en una trayectoria segura, rompiendo la pared de humo, dejando una estela de segundos antes de que diera en las plumas marrones de su objetivo. Estalló por todo el ala derecha del Águila.

El ser alado se agito, tratando de apagar el una nube de fuego que no demoro en esparcirse incendio que empezaba a tocar su piel humana, pero fue imposible, su cuerpo por completo entro en combustión instantánea. Grazno para el horror de sus compañeros, cayendo carbonizado a la espesa neblina negra.

-Tienen arqueros distribuidos en todos los puntos, no podemos seguir, tratar de dispersar esto nos ha costado 15 Águilas- el Halcón que desempeñaba el puesto de alas de oro, siendo el segundo a cargo después del Rompehuesos de alas de diamante.

-El equipo terrestre también fue eliminado- le informo el superior. Luego de la trasmisión de una cambia-forma, informando sobre las armas de sus alas, no habían tenido piedad. La ciudad se había convertido en un campo de batalla, con la primera muerte se olvidaban los acuerdos de no agresión en territorios neutrales, y eran sus números los que estaban disminuyendo. Podían retirarse ahora, o llamar refuerzos con bombas más efectivas, como de sonido o fuego.

El Halcón iba a sugerir una retirada, pues necesitaban los recursos para el verdadero ejército. Cuando una flecha plateada, adornada con plumas cuchillo de su autoría, lo que la volvía mucho más rápida que cualquier proyectil que se
haya creado hasta el momento, rompiendo el sonido al dejar una estela marcada, en una trayectoria que no perdía fuerza ni objetivo, justo al ala cubierta de plumas de diamante del Rompehuesos.

Perder a su superior sería devastador, por lo que las alas de oro se interpusieron, recibiendo el proyectil que estalló con menos intensidad que en plumas normales, pero siendo igual de devastador.

-Rápido al suelo- ordeno el Rompehuesos pensando rápido, llevándolos a una superficie plana encima de una edificación. -Aplaca el fuego, vigilare- dejo a su mano derecha en el centro del techo, para dirigirse al límite y montar guardia. Ahora estaban involucrados, por lo que no tendrían la misma suerte de salir con la facilidad con la que entraron. Dio la orden a las Aguilas, que siguieran agitando sus alas para despejar la ciudad, pues solo esa especie tenía la facultad de crear torbellinos con su aleteo. Él los ayudaría al crear una distracción ahora que estaba dentro.

-No se muevan- la voz autoritaria pero aguda, paralizo a ambas aves, al Halcón, que estaba pisando el pequeño fuego en el centro de su ala y al Rompehuesos le impidió mirar en dirección al enemigo. Una larga lanza atravesó la cien del Halcón, sobresaliendo por el lado opuesto, empalándole la cabeza de extremo a extremo. No solo la sangre brotó, pues cuando la autora del lanzamiento llego y sacó su arma, los sesos se desparramaron como la figura completamente inerte –Wow, plumas de oro, esto si es un tesoro- la melodiosa voz femenina venía de una Omega Cebra, con el cabello completamente blanco, surcado por líneas desiguales de un dorado vibrante, recogido en una cola alta que le daba elegancia a su largo cuello. Un Lobo se abalanzo encima del Rompehuesos, rompiendo el hechizo, porque pudo moverse en ese momento. Trato de usar sus alas pero un segundo cambia-forma las atravesó con lanzas de plata en el lado del cartílago, inmovilizándolo. Entre la bruma pudo ver una cabellera enmarañada en hilos de oro, en definitiva la melena de un León.

-Mira las alas de este, Soyeon. Atrapamos a la Trucha más gorda del lago- se jacto el Leoncito, comparando al alto mando con un Demon marino sin cerebro.

-Vaya, esto merece honorarios ¿no lo crees Wooyoung? Si bajamos a semejante pichón con una flechas de plata, unas de diamante quien sabe que podrían lograr- la Cebra identificada como Soyeon se acercó, con su piel extremadamente clara, siendo destacable entre la protección traslucida de su máscara, una marca completamente negra en su cara, en forma simbólica de un sol. El Lobo encima de él que ahora identificaba que llevaba piezas de armadura de platino cubriendo sus puntos vitales, se transformó en un simple joven. En definitiva todos esos eran solo niños comparados a su edad, aunque sus caras estuvieran totalmente cubiertas con máscaras, podía identificarlos ¿Cómo era posible que lo hubieran derrotado?

¡No soy un corderito! {Sanwoo} [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora