Ruth
Presente
La alarma del reloj me despertó a las 6 de la mañana, aparte las sábanas y me senté desganada sobre la cama, odiaba las rutinas y mi vida se había convertido en una, era agobiante y perturbador, había salido de Texas porque estaba harta de lo mismo, estaba cansada de la granja y de todo lo que tuviese que ver con ella, pero ahora me daba cuenta de que estaba volviendo a lo mismo y eso me aterraba.
—Belleza — Dijo una voz y lleve la mano sobre el pecho por la impresión que me había causado aquello, pero sólo era Bill mi compañero completamente gay y con poco recato.
—No deberías vociferar de esa forma por la mañana —Rodo los ojos y continuó preparando el café —Y buenos días Billy —Deje un beso en su mejilla y me senté en uno de los taburetes que adornan nuestra cocina.
—Ah —Dijo de repente haciéndome levantar la cabeza, la había recostado sobre el desayunador. —Te llamo tu amiga, la embarazada, que recuerdes que cuando venga le prometiste llevarla comer algo delicioso —Sonríe, porque Litzy realmente se había puesto intensa con el embarazo y me llamaba para las cosas más absurdas.
Bill dejo una taza humeante de café recién hecho frente a mí, me apartó el cabello de la cara y me miró fijamente como siempre hacia, sabía lo que diría, porque era algo que me recalcaba todos los días, "Debes buscar un novio, la juventud se termina" lo que él no sabía era que había tenido una conexión con alguien. En los días en los que Ethan el novio de Litzy estaba en el hospital había conocido a su hermano, Mike me había robado el aliento con una sola mirada, pero todo se quedó allí y no había pasado nada, aunque hubiese querido que pasara de todo.
—Se lo que me dirás y sabes cuál es mi respuesta— Resoplo con desánimo —Y ahora se me está haciendo tarde para ir a la oficina —Me tomé el último sorbo y me dispuse a terminar mi rutina de aquel día.
Me convertí en una ejecutiva júnior a los 21, cuando recibí la propuesta por parte de Collin's Brother Enterprise, básicamente nos encargamos de orientar y financiar pequeños negocios con grandes proyecciones y no me lo pensé dos veces para dar un Sí rotundo y tomar aquella oportunidad. Ahora nueve años después no estaba tan segura de si en verdad esto era lo que quería en la vida, aunque estaba tarde para arrepentimientos, era la representante de varias de aquellas empresas que ahora eran muy importantes. A los treinta las opciones se reducen.
Escuche el teléfono timbrar al tiempo en que me metía en la bañera, pero como nadie me llamaba al número de la casa deduje que era para Billy. El chico tenía una vida caótica, que Entre los problemas con sus padres, su trabajo como decorador y aquel secreto que me había revelado en una noche de borrachera, mi vida de mierda parecía un chocolate relleno comparado con la suya.
—Ruth —Llamo a la puerta del baño y cerré la ducha para escucharlo mejor.
—Sí—Dije un poco más alto de lo que estaba acostumbrada hablar.
—Te llama un tal Michael Roger ¿lo conoces? —Me quedé estupefacta y un calor raro me recorrió el cuerpo, hacía ya unos largo tiempo que no sabía nada de aquel hombre, ni siquiera recordaba haberle dado el número de la casa y ahora llamaba de la nada sacando a flote mis nervios y la jodida ansiedad que me consumía cuando algo fuera de lo normal pasaba en mi vida.
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Mi Segundo Primer Amor (Chicas Gordas #5) BORRADOR
RomanceSIN EDITAR Ruth McCartney siempre pensó en dejar Texas y se visualizó con una vida en la ciudad, pero sus cachetes sonrojados y su pelo rubio tostado por el sol, no eran la típica imagen de una chica urbana y ni hablar de su enfermedad y aquellos k...