Capítulo 3. Se Marchó

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Ruth

Pasado

Entrar en la estatal había sido una decisión bastante difícil, pero luego de algunos meses me adapte a todo a mí alrededor. En la secundaria estaba acostumbrada a cierta burla entre dientes, porque nadie se atrevía a burlarse de mí en voz alta, todo esto gracias a Joe, mi novio y ahora prometido, a veces me preguntaba ¿cómo me había enamorado de aquel brabucón? Aunque aquella respuesta era bastante fácil, Joe nunca me había humillado por mi peso, siempre había resaltado mis atributos y hay de aquel que dijera lo contrario.

—Me encanta saber que estas aquí y que no decidiste ir a estudiar a otro lado —Levante mi cabeza del hombro de Joe y respire profundo antes de decir alguna cosa.

—Sabes que no quiero estar más en casa, hablamos mucho sobre el que yo me fuera a estudiar lejos de Texas, pero tenías que estar de acuerdo con mi padre y el hecho de que yo me quedara —Cruce los brazos sobre el pecho y aleje mi mirada de sus hermosos ojos.

—Perdóname por ser tan egoísta, sólo no concibo estar lejos de ti —Podía sentir verdadera tristeza en sus palabras y esa era una de las cosas que me habían impedido marcharme.

—Joe —Dije apesumbrada y sus siguientes palabras me dejaron muda.

—Casémonos —Lo mire con sorpresa pero no dejo que hablara —Ya eres mi prometida y en algún momento lo haremos, quieres salir de casa de tus padres entonces vamos hacerlo —Me miró expectante, pero yo no sabía que contestar.

—Joe, pero apenas estamos comenzando la universidad —Amaba a Joe de eso estaba más que segura, pero casarnos aunque pasaría en algún día, aun no estaba preparada.

—Podremos hacer lo que queramos y al fin tendrás parte de la libertad que tanto anhelas, te amo Ruth, sabes que te amo y sólo quiero ser feliz a tu lado. —Lo sabía, sabía que las palabras de Joe eran ciertas y amaba el hecho de saberme amada por el chico que fue el más popular en nuestra escuela, uno que provenía de una familia bien posicionada y el cual siempre me había hecho sentir valorada.

—Hagámoslo —Dije sin detenerme a pensar y Joe me abrazo con tanta fuerza que me dejó sin respiración.

—Esta ha sido la mejor decisión de nuestras vidas —Dijo lleno de felicidad, aunque yo aún sentía cierta resistencia dentro de mí.

Año y medio después nos daríamos cuenta que no todo era color de rosas, que las espinas y las rosas crecen juntas, que el amor de juventud y el amor maduro muchas veces cambia, que si no hay una base resistente el amor se derrumba, que la traición puede ocurrir en tus narices y te haces la ciega, sorda y muda, porque aún quieres confiar por siempre en aquel amor. Año y medio después Joe me dejó, se había marchado de mi vida llevándose mi primer amor.

Mi Segundo Primer Amor (Chicas Gordas #5) BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora